El gobierno anuncia ingresos 'récord' por inversiones extranjeras
Según la ministra del sector, durante 2006 se registraron ingresos un 22% superiores a los del año anterior.
El gobierno cubano anunció este martes que durante 2006 el sector de la inversión extranjera tuvo ingresos "récord", al superar los 981 millones de dólares, un 22% más que en el año anterior, informó la AP.
"La inversión extranjera tiene entre sus objetivos clave lograr mayores ventas y exportaciones de las empresas cubanas, así como más ingresos directos para el país y la concreción de nuevos negocios", dijo la ministra de Inversiones Extranjera y Colaboración, Martha Lomas, a diputados de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
La Habana emprendió en 2003 una "reorganización" del sector que ha provocado una disminución del número de empresas extranjeras en la Isla. Según Lomas, el objetivo ha sido aumentar la "eficiencia" y propiciar los "negocios mutuamente ventajosos".
En la actualidad, la inversión extranjera aporta un 8% del Producto Interno Bruto (PIB).
Los intereses extranjeros en la Isla están principalmente en las áreas de minería, turismo, electricidad, industria ligera, construcción y agroalimentos.
La ministra dijo que entre los países emisores de inversiones a Cuba sobresalen España, Canadá, Italia y Francia, "así como China y Venezuela, con las cuales se trabaja de manera acelerada en busca de mayor integración".
El gobierno cubano abrió la economía de la Isla a la inversión extranjera en los años noventa, en busca de aliviar la crisis económica derivada de la desaparición del campo socialista.
En 1992 una reforma constitucional permitió las empresas mixtas con capital foráneo, y en 1995 la Ley 77 reglamentó la actividad poniendo énfasis en la necesidad de que fuera un complemento de la economía local y no una aspiradora de las riquezas nacionales.
En 2004 estaban registradas oficialmente en Cuba 324 asociaciones económicas internacionales y se sumaban otras 313 bajo el régimen de contratos de producción, según AP.
Sin embargo, empresarios, sobre todo extranjeros, reportaron posteriormente y a medida que la economía doméstica repuntó, una caída de estas asociaciones hasta situarse en poco más de 200 (sin incluir un cálculo de los contratos).
La Habana expresó su interés en mantener empresas mixtas pero también realizó un movimiento de centralización de las finanzas y un reforzamiento del papel del Estado en todos los sectores.
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