Actualizado: 23/04/2024 20:43
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Havel y Aznar reclaman a la UE mayor dureza con el régimen cubano

Participantes en una conferencia sobre disidentes pidieron presionar 'por medios pacíficos, diplomáticos y económicos' a los gobiernos que violen los derechos humanos.

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Los ex mandatarios de República Checa, Vaclav Havel, y España, José María Aznar, pidieron el miércoles a la Unión Europea (UE) más firmeza e intransigencia democrática con el régimen cubano, informó el diario español El País.

El llamamiento fue hecho en la clausura de la primera conferencia internacional sobre disidentes realizada en Praga, que concluyó con un documento que reclama al mundo el fin de las políticas de apaciguamiento y la movilización contra los gobiernos que violan los derechos humanos.

"Hay una política de apaciguamiento" de la UE con respecto a Cuba, dijo el ex presidente y ex disidente checo. "Esta conferencia debe enviar un mensaje a sus líderes: ése no es el camino".

Aznar recordó que su gobierno impulsó en la UE la Posición Común alcanzada en 1996, con la que el bloque pide a La Habana respeto a los derechos humanos y cambios a favor de la democracia.

Para Aznar, con ese acuerdo Europa dijo: "nada en Cuba sin disidentes".

El ex presidente del gobierno español se refirió al cambio introducido en la política comunitaria con la llegada al gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, quien defiende el mantenimiento de un "diálogo crítico" con La Habana.

"Ahora se trata de todo en Cuba sin disidentes", dijo Aznar.

La Unión Europea debe pronunciarse a mediados de este mes sobre la estrategia a seguir ante La Habana, y existe una intensa movilización de los grupos conservadores del Parlamento Europeo a favor de un endurecimiento de la política.

La posición europea se adopta por unanimidad sobre un documento pactado con la presidencia alemana. Según El País, Berlín no quiere crearse problemas adicionales a su complicada agenda al final de la presidencia, volcada en sacar adelante el relevo al fallido tratado constitucional, y España mantiene que el diálogo es el mejor instrumento para tratar con el castrismo.

"Estoy contra el apaciguamiento, en política en general, en la lucha contra el terrorismo y en lo relacionado con los derechos humanos y los disidentes", señaló Aznar, coorganizador de la conferencia de Praga, junto a Havel y el ex disidente de la antigua Unión Soviética Natan Sharanski.

La conferencia concluyó con la adopción del Documento de Praga, que considera que "la protección de los derechos humanos es vital para la paz y la seguridad internacionales" y llama a la comunidad internacional a exigir la liberación de los presos políticos y a presionar "por medios pacíficos, diplomáticos y económicos sobre aquellos gobiernos y grupos que violen los derechos humanos", así como a proporcionar incentivos por los mismos medios "a quienes quieran mejorar el respeto a los derechos humanos en su país y subirse al barco de la democracia".

Disidentes de varios países se refirieron a la necesidad de recibir apoyo económico para sus actividades, y los asistentes al evento plantearon la necesidad de continuar el proceso abierto en Praga, a lo que se comprometió personalmente Aznar con su Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES).

También fue planteada la idea de crear un observatorio para el seguimiento de la situación de los disidentes en todo el mundo.