La Habana se quejó por vía diplomática por las actividades de los agentes del servicio secreto español

La Habana se quejó por vía diplomática a Madrid por las actividades de algunos agentes del servicio secreto español en Cuba, lo que motivó su retirada para evitar la expulsión, según informó este jueves Europa Press.

El número de miembros del Centro Nacional de Inteligencia de España (CNI) que abandonaron la Isla la pasada semana asciende a tres. El origen de la salida está en la queja que, por vía diplomática, habían cursado las autoridades cubanas. La misma hacía referencia a distintas actividades de los espías, y el CNI decidió retirarles del país antes de que fueran expulsados.

La apresurada retirada de las "antenas" del CNI ha causado malestar en el seno del organismo de inteligencia, ya que sus miembros consideran que se puede interpretar como un signo de debilidad, según Europa Press.

Casi al mismo tiempo que los tres miembros del CNI abandonaban la Isla, el embajador español en Cuba, Manuel Cacho, viajó a Madrid y se reunió con el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos.

Exteriores dijo este jueves que la visita del embajador tenía una motivación personal, pero reconoció la celebración del encuentro entre Cacho y Moratinos, durante los cuatro o cinco días que el diplomático permaneció en Madrid.

Cuando Europa Press difundió el miércoles la salida de los agentes del CNI de Cuba, el embajador se encontraba volando de regreso a la Isla. El CNI valora ahora el suceso, mientras mantiene a uno de sus miembros en la Isla.

Según informó este jueves el diario español El Mundo, los agentes del CNI que tuvieron que abandonar Cuba, cuando investigaban a una veintena de miembros de la organización terrorista vasca ETA, no tenían autorización de La Habana para realizar sus actividades.

De acuerdo con la publicación, la inteligencia cubana no había recibido información oficial de la visita de los miembros del CNI.

Fuentes cercanas a los servicios de inteligencia españoles, citadas por el diario, dijeron que los agentes se habían desplazado a la Isla hacía apenas unos días. El viernes pasado fueron "invitados a abandonarla".

"El problema básico, según estas fuentes, es que nadie informó a Cuba de la llegada de un grupo especial de agentes (…) De hecho, este grupo estaba al margen del despliegue que el CNI tiene en Cuba y que cuenta ya con el visto bueno diplomático del gobierno cubano", indicó El Mundo.

El equipo de agentes españoles trabajaba en la elaboración de un "dispositivo especial sobre la colonia de miembros de la organización terrorista ETA que residen en la Isla".

La operación incluía "un detallado seguimiento" de esa colonia, cuyos miembros están en Cuba tras un acuerdo al respecto entre los gobiernos de Fidel Castro y Felipe González en 1984.

El Mundo dijo que Cuba y Venezuela "son dos de las grandes preocupaciones de los servicios de inteligencia españoles, porque es donde se estima que la colonia etarra es más numerosa y peligrosa".

Los servicios de inteligencia españoles "siempre han sospechado que la colonia etarra de Cuba mantenía buenas relaciones con miembros de los servicios secretos de Fidel Castro", señaló el diario.

Este grupo es el más cerrado de todas las colonias de ETA existentes en América. Sus integrantes evitan relaciones con gente del exterior, añadió.

La publicación señaló que no hay un censo muy claro del número de integrantes. "En una ocasión el propio Fidel Castro habló de media docena de etarras, pero los servicios de inteligencia elevan la cifra a más de una veintena", indicó.

Los militantes de ETA asentados en Cuba crearon un entramado de sociedades que aportaron beneficios a la organización, desempeñando labores de logística para ETA, dijo El Mundo. Pese a que tienen prohibido salir de la Isla, ello no les ha impedido durante años recibir a miembros de la banda que se desplazan desde México o Venezuela.

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