Actualizado: 01/05/2024 21:49
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Emigración

La mayoría de los indocumentados cubanos llega a EE UU a través de la frontera con México

La cifra dobla la de los emigrantes que alcanzan las costas estadounidenses o son interceptados en el mar.

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El número de cubanos que ingresa a Estados Unidos a través de la frontera con México ha aumentado considerablemente en los últimos meses.

Unos 9.296 cubanos llegaron a Estados Unidos procedentes de territorio mexicano entre el 1 de octubre y el 22 de julio, más del doble que los 4.589 que llegaron o fueron interceptados por la Guardia Costera en el Estrecho de la Florida entre 1 de octubre y el 30 de junio, informó la AP.

El viaje de 145 kilómetros desde Cuba a la Florida es más directo, pero tiene menos posibilidades de éxito desde que la Guardia Costera estadounidense ha aumentado la vigilancia y las intercepciones en el mar.

La ruta mexicana se ha vuelto tan popular que las autoridades de inmigración de México califican a quienes la siguen como "pies polvorientos", un juego de palabras alusivo a la política de "pies secos/pies mojados" que permite a los cubanos que logran alcanzar tierra quedarse en Estados Unidos, pero que devuelve a la Isla a los interceptados en el mar.

Los cubanos que utilizan la ruta de México viajan desde la costa de ese país hasta la frontera con Estados Unidos donde, al contrario de lo que ocurre con los demás indocumentados, son recibidos al amparo de la ley estadounidense.

El flujo migratorio a través de su territorio preocupa a las autoridades de México. El lunes, los investigadores descubrieron en Cancún el cadáver del cubanoestadounidense Luis Lázaro Lara, esposado y con los ojos cubiertos por cinta adhesiva. Había sido acribillado con diez balazos que le desfiguraron la cara.

Días antes, las autoridades arrestaron al menos a ocho personas bajo sospecha de introducir ilegalmente a cubanos en México. De ellos, seis tenían residencia o ciudadanía estadounidense. El fallecido Lara estaba conectado con esos contrabandistas de personas, de acuerdo con los investigadores mexicanos.

"Son bandas que están bien organizadas, bien financiadas y muy poderosas", dijo el senador Carlos Navarrete, que integró un grupo de legisladores mexicanos que viajó a La Habana para discutir la cuestión con legisladores cubanos en junio. "Por supuesto que son un problema muy serio para los dos gobiernos, México y Cuba".

Un contrabandista de personas con una lancha rápida que hace el trayecto de 200 kilómetros entre Cuba y la península de Yucatán puede transportar una treintena o más de pasajeros. A menudo conciertan citas con yates que pueden llevar grandes grupos a la costa sin ser detectados.

El dinero generalmente proviene de familiares en Estados Unidos que pagan a los contrabandistas hasta 10.000 dólares por persona para sacar de la Isla a sus seres queridos. La mayoría de las redes emplea a residentes estadounidenses de origen cubano que operan en Cancún y otras localidades a lo largo de Yucatán.

Los contrabandistas utilizan teléfonos con conexión satelital y el Sistema de Posicionamiento Global (GPS) para realizar sus operaciones. Las lanchas rápidas tienen hasta tres motores de 275 caballos de fuerza, lo que reduce el viaje a 6 horas si no tienen que cambiar de rumbo para no ser detectados.

Algunos cubanos tratan de llegar a Yucatán por sus propios medios, en embarcaciones improvisadas, pero es fácil perderse en el Golfo de México y este tipo de incursiones puede tener finales trágicos. En junio pasado fue rescatado el único sobreviviente de un grupo de 19 balseros cuya embarcación estuvo flotando en el mar durante 25 días.

Según AP, las autoridades cubanas informan a la Guardia Costera estadounidense las coordenadas de embarcaciones que huyen de la Isla, aunque se haga evidente que se dirigen a México. Combatir el contrabando humano entre Cuba y México no es prioridad de la Guardia Costera, pero los funcionarios estadounidenses suelen informar a la Armada mexicana.

La detención de cubanos indocumentados en México se han catapultado de 254 en el 2002 a 2.205 el año pasado, según el Instituto Nacional de Inmigración. Pero la mayoría es dejada en libertad después de 90 días en centros de inmigración.

Sólo 772 cubanos —un tercio de los arrestados el año pasado— fueron repatriados a Cuba. El resto logró llegar a la frontera estadounidense, donde el ingreso de cubanos subió de 6.130 en el año fiscal 2004 a 7.281 en el 2005 y 8.677 en el último año fiscal que terminó el 30 de septiembre.

Al contrario de los demás inmigrantes, los cubanos no necesitan huir de la Patrulla Fronteriza. Sencillamente anuncian su nacionalidad y piden quedarse. Mientras no tengan antecedentes delictivos o problemas peligrosos de salud, son autorizados a quedarse en Estados Unidos y pueden solicitar la residencia permanente después de un año.

Funcionarios mexicanos se quejan en privado de que Estados Unidos acepta a los inmigrantes cubanos con demasiada facilidad, pero admiten públicamente que sus propias autoridades no están haciendo lo suficiente para detener a los contrabandistas de personas.

"Tenemos que tener claro que hay un flujo de emigrantes de Cuba a México y que está incrementando", dijo la senadora Rosario Green, presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores. "México no debe ser un trampolín para los Estados Unidos", añadió.