Las Damas de Blanco piden al Papa y a Romano Prodi que intercedan por los 75
'Tenemos grandes esperanzas puestas en que, con su intercesión, logre la libertad de nuestros inocentes seres queridos', dijeron a Benedicto XVI.
Las Damas de Blanco pidieron al Papa Benedicto XVI y al primer ministro italiano, Romano Prodi, que intercedan por la libertad de los disidentes condenados a penas de hasta 28 años de cárcel en la primavera de 2003.
Las mujeres —madres, esposas y familiares de esos presos políticos— dieron a conocer este miércoles dos cartas entregadas en las embajadas del Vaticano e Italia en La Habana.
"Tenemos grandes esperanzas puestas que con su intercesión logre la libertad de nuestros inocentes seres queridos, así como que se interese por los demás prisioneros de conciencia y políticos pacíficos cubanos", dijo el grupo al Sumo Pontífice, informó la AFP.
Las misivas están motivadas por el cuarto aniversario del encarcelamiento, entre el 18 y 20 de marzo de 2003, de 75 opositores que fueron condenados en su mayoría bajo la acusación de trabajar al servicio de una potencia extranjera para subvertir la revolución.
De los 75, aún permanecen en prisión 59, y 16 fueron excarcelados por problemas de salud. De ellos, 11 permanecen en Cuba bajo licencia extrapenal —por lo que pueden ser devueltos a prisión—, uno (Miguel Valdés Tamayo) falleció, y los cuatro restantes partieron al exilio.
Los que permanecen en prisión "están sometidos a crueles condiciones junto a prisioneros comunes de alta peligrosidad, a cientos de kilómetros de distancia de nuestros hogares, con lo que se ha sometido a nuestras familias a tortura psicológica permanente, y no reciben asistencia médica adecuada", dijeron las mujeres al Papa.
"La mayoría padece enfermedades adquiridas en presidio o agudizadas por él, y en algunos casos sus vidas están en peligro", agregaron, según citó EFE.
Además, aseguraron que a los presos "no se les aplican las Normas Mínimas de Tratamiento a Prisioneros de las Naciones Unidas, ni se permite el acceso de organizaciones internacionales de derechos humanos como la Cruz Roja Internacional" a las cárceles.
Las mujeres afirmaron haber "sentido la preocupación" de la Iglesia Católica desde las detenciones, pero añadieron que el gobierno cubano "no permite la asistencia religiosa y sólo la autoriza en contadas ocasiones".
En términos similares, se dirigieron a Prodi "para solicitarle que interceda ante las autoridades cubanas, a fin de que en este cuarto aniversario de sus injustos cautiverios (los disidentes) sean puestos en libertad inmediata e incondicional por ser absolutamente inocentes".
Las Damas de Blanco, Premio Sajarov 2005 del Parlamento Europeo, expresaron a Prodi gratitud por la condena del gobierno italiano en 2003 a los encarcelamientos, y por la posición de Roma en el marco de la Unión Europea "en relación con la violación de los derechos humanos en Cuba, agudizada desde el injusto encarcelamiento de los 75".
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