Los daños de Ike y Gustav podrían sumar 4.000 millones de dólares

El gobierno echa mano a las reservas económicas ante los centenares de miles de afectados por dos huracanes seguidos en 10 días, reconoció el martes el primer vicepresidente, José Ramón Machado Ventura, informó Reuters.

Todavía no hay cifras oficiales sobre la magnitud de los daños, pero el martes Elisabeth Byrs, de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas en Ginebra, dijo citando "fuentes oficiales" cubanas que estarían entre los 3.000 y 4.000 millones de dólares.

El huracán Ike dejó Cuba el martes rumbo al Golfo de México, después de devastar la Isla de este a oeste durante casi dos días y dejar al menos cuatro muertos.

Cerca de 2,6 millones de personas (prácticamente uno de cada cuatro cubanos) tuvieron que ser evacuadas.

Sólo 10 días antes, otro ciclón, Gustav, había dañado más de 140.000 viviendas y destrozado la infraestructura civil y la agricultura de Pinar del Río e Isla de Pinos.

"El país ha acudido a todo lo que tiene. Y tendremos que seguir reponiéndonos y coger cosas que teníamos en la reserva", dijo Machado Ventura, durante un recorrido por Baracoa, en el extremo oriental de la isla.

Según la televisión estatal, 1.023 viviendas fueron dañadas por Ike en esa ciudad y 308 de ellas quedaron totalmente destruidas.

"Esa es la cosa que nosotros queremos que ustedes entiendan, para que no crean que (...) no conocemos, que no sabemos la magnitud que tiene este evento", dijo el funcionario a la radio estatal desde Baracoa.

Ike destrozó plantaciones de café y de caña de azúcar en el este del país, y obligó a cerrar temporalmente las minas y plantas de níquel, la principal exportación de Cuba.

El Ministerio de Turismo dijo que el huracán no provocó daños "significativos" en los hoteles y balnearios, otra de las principales fuentes de ingreso de divisas del país.

Buena parte del país permanecía sin suministro eléctrico el martes, después de que Ike afectara seriamente la red de toda la Isla.

En La Habana, donde muchas viviendas acumulan décadas de deterioro y abandono, se reportaron el martes 16 derrumbes parciales. La cifra probablemente se incrementará con el paso de las horas.

La agencia AP informó que los portales de cuatro casas contiguas se desplomaron como piezas de dominó en el municipio Cerro.

Las calles de la capital estaban desiertas el martes y bajo control policial. La circulación de vehículos quedó prohibida.

Ike dejó pueblos bajo agua, decenas de miles de casas y edificios destruidos y miles de hectáreas de cultivos arrasadas.

"Sólo en Holguín hay 87.424 viviendas afectadas, de ellas más de 37.000 destruidas totalmente, más de 3.586 hectáreas de plantaciones agrícolas afectadas", dijo el primer secretario del Partido Comunista en esa provincia, Miguel Díaz-Canel.

Edificios y casas quedaron en escombros por las inundaciones en Gibara, pueblo costero de esa provincia. En las calles de la oriental Camagüey el agua alcanzó los cuatro metros.

Varios pueblos del oriente del país prácticamente desaparecieron. Chaparra, una localidad de Las Tunas, casi fue borrada del mapa.

El 80% de las viviendas de Banes, Holguín, esta destruido, según informaciones divulgadas por la emisora oficial Radio Rebelde. El panorama del municipio fue comparado por un corresponsal con el de "un territorio devastado por una guerra".

En Camagüey, los ríos Tínima y Hatibonico se desbordaron y provocaron severas inundaciones. En Villa Clara quedó afectada el 60% de la agricultura.

Las penetraciones del mar alcanzaron un kilómetro tierra adentro en la región de Yaguajay, en Sancti Spíritus.

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