Actualizado: 18/04/2024 23:36
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Opiniones dispares en la disidencia sobre la visita de los congresistas estadounidenses

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La oposición interna cubana reaccionó de forma dispar a la visita que diez congresistas estadounidenses realizaron a la Isla el pasado fin de semana para entrevistarse con autoridades del régimen, informó EFE.

Parte de la oposición opinó que el hecho de que los legisladores no se entrevistaran con representantes de la disidencia fue una "concesión" al gobierno. Para otros, un "elemento simbólico" como hubiera sido ese encuentro no debería interferir en la posible apertura de un diálogo entre los dos países.

"El resultado de la visita es deplorable. Sacrificaron reunirse con la oposición y realizar gestiones para la liberación de los presos políticos para reunirse con Raúl Castro y ni siquiera lo consiguieron", afirmó la periodista independiente Miriam Leiva, miembro de las Damas de Blanco.

La portavoz del grupo de mujeres familiares de los 75 disidentes condenados a penas de hasta 28 años de cárcel en la primavera de 2003, consideró que si los congresistas "han dejado el canal de negociaciones abierto y hay perspectivas de lograr avances, es muy conveniente". No obstante, subrayó que deber ser una "negociación de verdad, no ingenua".

"Creo que esto ha hecho que los congresistas se fueran con las manos vacías, pero además con las manos sucias", dijo Martha Beatriz Roque, presidenta de la Asamblea para Promover la Sociedad Civil.

A juicio de Roque, no hubo "nada positivo" en la visita a Cuba de los diez legisladores, que se entrevistaron con el canciller, Felipe Pérez Roque, y el presidente de la Asamblea nacional del Poder Popular, Ricardo Alarcón, entre otros miembros del gobierno.

"Positivo sería, en primer lugar, haber hablado con la oposición y haber llevado el tema de los derechos humanos, de la liberación de los presos políticos, de la represión a su país, y no lo han hecho. Así que no ha habido nada positivo", agregó.

Para el economista disidente Oscar Espinosa Chepe, condenado a 20 años de cárcel en 2003 y excarcelado con una licencia extrapenal por motivos de salud, es "un poco inexplicable" que los legisladores no hayan concertado una entrevista, teniendo en cuenta que en otras ocasiones congresistas estadounidenses se habían entrevistado con Fidel Castro y con la oposición.

"Es una concesión demasiado fuerte", dijo.

Manuel Cuesta Morúa, portavoz de la coalición socialdemócrata Arco Progresista, declaró a EFE que, "en la perspectiva real del asunto", no le parecía mal que los congresistas no se hayan reunido con la oposición.

"Teniendo en cuenta 48 años sin ningún tipo de intercambio político (...) teniendo en cuenta la importancia del clima de distensión que supondría un diálogo entre los dos países, creo que el primer peldaño no debería ser malogrado por un hecho simbólico", afirmó.

Cuesta Morúa señaló que una reunión con la disidencia sólo hubiera propiciado "un intercambio de opiniones que ya es sabido y consabido".

Para el socialdemócrata, "no es una concesión" al régimen que no se haya producido el encuentro con los opositores porque un "diálogo Cuba-Estados Unidos es impensable sin la cuestión de los derechos humanos".

"Lo más importante es que los dos gobiernos comiencen a sentarse", dijo.

Elizardo Sánchez Santacruz, presidente de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), consideró que es "entendible" que los congresistas decidieran reunirse sólo con representantes del gobierno cubano.

"Hay mucha más cercanía entre nosotros, entre los congresistas y la oposición, que de los congresistas con el gobierno de Cuba. Además, otras veces ya ha habido contactos", dijo.