Opositores critican el 'silencio' de los NOAL sobre los derechos humanos en la Isla
'Hubiéramos deseado que los mandatarios se hubieran interesado más por la situación en Cuba, sobre todo de los presos políticos', dijo Miriam Leiva, de las Damas de Blanco.
Opositores cubanos criticaron el martes la Cumbre del Movimiento de Países No Alineados (NOAL), celebrada en La Habana entre el 11 y el 16 de septiembre, por considerar que "silenció" la situación en la Isla.
Dirigentes de la disidencia interna dijeron que el tema del respeto a las libertades individuales fue el gran ausente de reunión, a la que asistieron 56 gobernantes y 116 delegaciones de los países miembros.
La Cumbre "para nosotros no ha significado nada porque no se han discutido allí los problemas de la democracia y las libertades", declaró a la AFP Martha Beatriz Roque, líder de la Asamblea para Promover la Sociedad Civil (APSC).
El NOAL "es un muerto que están tratando de revivir, pero que es muy difícil, porque dentro tiene disímiles ideas, como la radicalización de Cuba y Venezuela, que quieren usarlo como pedestal frente a Estados Unidos", añadió.
Por su parte, el disidente Oswaldo Payá, que encabeza el Movimiento Cristiano Liberación criticó que el secretario general de la ONU, Kofi Annan no se haya reunido con los opositores y familiares de los presos políticos, a pesar de las peticiones que recibió al respecto.
Annan asistió a la Cumbre de los NOAL en calidad de invitado, y en su discurso ante los miembros del Movimiento pidió a los gobiernos poner "fin a la represión de los grupos de oposición", y cumplir "con las obligaciones" de respeto en materia de garantías individuales.
Payá cuestionó si los discursos de los asistentes a la Cumbre, "al justificar y silenciar esas crueles realidades que sufren muchos de los habitantes de sus propios pueblos, realizaron un escandaloso pacto de silenciamiento y justificación de la opresión y contra los derechos humanos de los pueblos dominados por tiranías".
"Ciertamente (los No Alineados) demostraron estar desalineados de la verdad, la libertad y la justicia", añadió.
Arco Progresista, concertación de tendencia socialdemócrata, pidió al gobierno abrirse a la pluralidad y al respeto de los derechos humanos, para hacer honor a la Presidencia del Movimiento, que ejercerá La Habana durante los próximos tres años.
"El gobierno de Cuba tiene la oportunidad de corregir el rumbo, abriéndose a la propia diversidad y pluralidad de la nación cubana, así como al respeto a los derechos humanos en todos sus órdenes. Sólo de esta manera podrá liderar con congruencia, constancia y eficacia, la búsqueda de soluciones a los problemas difíciles y globales que afectan a los países del Sur", dijo la coalición en un comunicado.
También criticó la "molesta, innecesaria e injustificada represión policial" durante la Cumbre, y denunció que cinco cubanos —dos de ellos miembros de la Corriente Socialista Democrática Cubana y del Consejo de Redacción de la revista digital Consenso— fueron víctimas de "agresión verbal y física".
Las Damas de Blanco, familiares de presos políticos, marcharon al inicio y al final de la Cumbre para exigir la liberación de sus allegados, a pesar de la prohibición que regía sobre concentraciones públicas durante la semana del cónclave.
"Hubiéramos deseado que los mandatarios se hubieran interesado más por la situación en Cuba, sobre todo de los presos políticos, pero sabemos que una gran mayoría de los participantes son ellos mismos violadores de los derechos humanos", dijo a la AFP Miriam Leiva, miembro del grupo, galardonado en 2005 con el Premio Sajarov del Parlamento Europeo.
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