Actualizado: 23/04/2024 20:43
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Cine

«No se debe usar la censura sobre ningún criterio»

Entrevista con el cineasta cubano Rolando Díaz, cuya última película, 'Cercanía', se estrenó recientemente en Miami.

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Por supuesto que aquí en España, que es lo que yo conozco, el cine recibe ayudas. No sería justo ignorar el apoyo que hemos tenido de instituciones, básicamente dentro de la Comunidad Autónoma de Canarias. Pero con esos apoyos, que yo entiendo y respaldo porque de lo contrario sería muy difícil abrir un espacio frente a la poderosísima industria norteamericana, no basta para levantar un proyecto y es ahí donde tienes que sacar a relucir tu ingenio y luchar e insistir desde muchos frentes diversos para materializarlo.

¿Es complicado producir cine en el exilio?

Muy complicado, pero estimulante. Se trata de usar la imaginación y motivar a mucha gente con lo que sueñas. Así, luego de persistir hasta el cansancio, terminas por conseguir las cosas. Existen fundaciones internacionales que realizan un excelente trabajo, ayudas gubernamentales como ya te comenté, y el vínculo que puedas establecer con las empresas privadas, los sponsor, son muy importantes y ni qué decir de la familia, en mi caso particular ha sido de un gran apoyo. Además y en lugar prioritario, también tu propia empresa, que termina reinvirtiendo una parte de las ganancias obtenidas en diversos frentes, una vez que separas lo necesario para vivir.

Pero lo más estimulante para mí en todo esto, ha sido la experiencia del mundo democrático, que, sin idealizarlo, me ha demostrado que es posible andar y luchar, desde un universo propio, por lo que quieres. Un ejemplo significativo es que he hecho las películas que he querido y en entera libertad. En mi caso, si hay algo de censura, es la que yo mismo, sin percatarme o enredado en los mundos del subconsciente, o en los complejos vericuetos de la autocensura, me he impuesto. Hasta ahora, nadie que ha leído un guión mío acá lo ha censurado, y hay autoridades, incluso de partidos políticos opuestos a los que me han otorgado la ayuda inicial a un proyecto, que ni siquiera se lo han pensado para apoyarme también. Eso es excelente. No quiero pintar mundos ideales, que no los hay, pero ha sido mi experiencia y es mi deber contarla sin cortapisas.

¿Cómo se explica que los organismos y las instituciones internacionales (especialmente las españolas y norteamericanas) continúen apoyando a una cinematografía oficial como la cubana, al servicio propagandístico del régimen, y por el contrario, las productoras y distribuidoras internacionales no respalden el cine independiente cubano, que sobrevive a duras penas disperso por el mundo?

No deseo entrar en confrontación con los cineastas cubanos que viven dentro. Muchos de ellos son personas muy honestas y amigos. Creo además que hacen un cine que la mayoría de las veces no responde a una visión propagandística de la realidad, sino a visiones personales que, aunque limitadas en ocasiones por diversas situaciones muy complejas —que yo también viví y conozco—, son muy honestas. Lo que sí comparto y reclamo es un espacio común para ambas miradas y que el cine que hacemos fuera de Cuba sea apreciado sin limitaciones impuestas por nadie.

Hay un término que uso a título personal hace algún tiempo: "izquierda cínica". Con él me refiero a los "amigos incondicionales" del poder en Cuba, que bloquean permanentemente los proyectos "no deseados" y, como nos movemos dentro de valoraciones subjetivas (porque, ¿qué es realmente una buena o una mala película?, ¿un buen o un mal proyecto?), te excluyen de muchas tribunas, festivales, encuentros, sistemas de ayudas… en los que puedes expresarte libremente. En ocasiones el daño es muy severo, porque llegan a desplazarte de determinados foros haciendo bandera común con los peores métodos de represión cultural conocidos, pero de manera tan solapada y perversa que muchas veces quedas maniatado para poder denunciarlos.

Tengo ejemplos concretos que yo mismo he sufrido, pero no son para decirlos en una entrevista como esta, la convertirían en algo interminable, aunque soy conciente que son cosas que me quedan por contar y contaré.

Ningún país en reconstrucción puede prescindir de la vida cultural, mucho menos Cuba, que cuenta con un importante grupo de artistas e intelectuales en el exilio. ¿En la Cuba del futuro se tendrán en cuenta a aquellos que han sido excluidos de la cultura oficial?

Es difícil saber cómo será la Cuba del futuro. Pero pienso que es una labor que habrá que hacer entre todos, siempre contando con los intelectuales y artistas honestos y sinceros que están dentro, lejos de los juegos propagandísticos de la cultura oficial, incluso, con quienes mantengan una actitud cívica y conciliadora, dialogante, aunque hayan sostenido una posición política determinada. No imagino un país de odios. El diálogo debe tener un espectro muy abierto. Las revanchas no conducirán a nada. Eso está probado a lo largo de la historia.

Es duro reconocerlo, pero los que de una u otra manera hemos decidido vivir fuera de Cuba, estamos inicialmente "fuera del juego" interno. Atención, eso no quiere decir que no se cuente con los que viven fuera de la Isla en un futuro conciliador, para nada, pero estamos hablando de cosas que competerán más bien a decisiones políticas y lo más importante para la nación es que el futuro se asuma desde posturas democráticas y tolerantes.

Desvelar la magnitud del desastre cometido durante todos estos años será para el pueblo cubano un golpe muy duro, pero se impone restaurar la memoria histórica. ¿Cuál será el papel que este sentido deberán jugar los cineastas cubanos?

Ser honestos. Considero que saldrán a la luz múltiples historias y que se reimpondrá un importante movimiento documental, ahora muy limitado en sus temáticas. Habrá polémica, dolor, enfrentamientos, "verdades" opuestas. Pero si todo esto se ve a través del prisma de la libertad será muy positivo. Lo que sí considero es que no se debe usar la censura sobre ningún criterio expuesto, y cuando digo ningún criterio, hablo de no excluir ninguna mirada, por ajena que nos resulte.