Encuestas de sentimientos
Salvo los argentinos, el resto de los latinoamericanos no muestra un antiamericanismo visceral y sí muy poca confianza en Chávez.
El Global Attitudes Project realizó encuestas sobre asuntos internacionales en 54 países, bajo los auspicios del Centro de Investigaciones Pew. En la más reciente, se entrevistó a ciudadanos de siete países latinoamericanos (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, México, Perú y Venezuela), y estos son los resultados parciales de algunas de las opiniones recogidas.
Medir el sentimiento hacia Estados Unidos es una preocupación fundamental. Aunque han aumentado las opiniones desfavorables desde el año 2002, sorprenden las conclusiones.
Salvo los argentinos, los otros encuestados latinoamericanos no mostraron un antiamericanismo visceral. Índices muy favorables o algo favorables se impusieron en Chile (55%), México (56%), Perú (61%) y Venezuela (56%). Brasil (44%) y Bolivia (42%) no se quedaron muy atrás, dejando claramente rezagada a Argentina (16%).
Las opiniones sobre el presidente George W. Bush son harina de otro costal. Muy negativas en todos esos países, con Argentina (87%) liderando el grupo, que, como promedio, estuvo entre el 60 y el 80%. Los latinoamericanos culpan a Estados Unidos por la brecha entre los países ricos y pobres, recelan del concepto de democracia que esgrime Washington —que podría relacionarse con la convicción profunda de que promueve la democracia allí donde sirve a sus intereses— y se oponen a los esfuerzos norteamericanos contra el terrorismo.
Sin embargo, una mayoría de bolivianos y peruanos están a favor de esos esfuerzos. La cultura popular de Estados Unidos —la música, la televisión y el cine—, así como la ciencia y la tecnología, son reconocidas y aceptadas amplia y calurosamente.
Argentinos (67%), bolivianos (73%), brasileños (72%), chilenos (61%), mexicanos (75%), peruanos (75%) y venezolanos (64%) consideran que hay mucha o bastante influencia de Estados Unidos en sus países respectivos. Menos de la mitad de los entrevistados en Chile, Perú y Venezuela sienten que esta influencia es nociva. Argentina (80%) se aparta de nuevo de la línea general, que se marca en un 60% bajo. Los latinoamericanos consideran que el calentamiento global es un problema muy grave e identifican a Estados Unidos como el máximo responsable.
Repudio a Irán y Rusia
También se pidieron opiniones sobre otros países. Las percepciones algo o muy desfavorables sobre Rusia, por ejemplo, predominan en Argentina, Bolivia y Brasil. Aunque de manera más positiva que negativa, Rusia clasificó con menos del 50% en Chile, México, Perú y Venezuela.
El auge en la exportación de mercancías —factor significativo en el crecimiento económico reciente de América Latina— puede explicar que a China le haya ido mejor en la encuesta que a Estados Unidos o Rusia. Las opiniones mexicanas (luego que China le arrebatara su lugar como segundo socio comercial de Estados Unidos) se dividieron a la mitad y Chile mostró el índice más favorable. Los latinoamericanos le otorgan a Irán la peor calificación, especialmente cuando se trata de sus ambiciones nucleares, a las que se opone entre el 79 y el 91% de los encuestados.
Se destacan, en particular, las opiniones venezolanas y latinoamericanas sobre el presidente Hugo Chávez. Sólo el 40% de los venezolanos considera a Estados Unidos de modo negativo; el 60% tiene una opinión algo o muy desfavorable sobre Irán y el 48% considera así a Rusia. Chávez ha cortejado a estos dos últimos países. Los venezolanos son los que menos culpan a Estados Unidos por la brecha entre países ricos y pobres, y son los más entusiastas por la cultura popular norteamericana. Sólo el 47% considera perjudicial la influencia de Estados Unidos.
Mientras Chávez aplaude las ambiciones nucleares de Irán, el 81% de sus compatriotas las deploran. En Bolivia, Brasil, México y Perú, muy sólidas mayorías expresan tener muy poca o ninguna confianza en Chávez, y minorías muy sólidas en Argentina (43%) y Venezuela (45%) manifiestan igual recelo.
El Global Attitudes Project también preguntó sobre la vida y esperanzas de los entrevistados. Quizás las opiniones más interesantes se encuentran en la ubicación que se dan a sí mismos en una escala imaginaria de vida. Los argentinos (59%), los brasileños (63%), los mexicanos (76%) y los venezolanos (60%) se clasificaron en una posición "alta".
En Bolivia y Perú, mayorías relativas se colocaron en el medio. Los chilenos se ubicaron casi igual: 46% en posición "alta" y 46% en posición "media". Más del 50% de todos los entrevistados fueron optimistas sobre su futuro, y los brasileños (71%) y los peruanos (65%), entusiastas más que optimistas.
A primera vista, desconciertan las respuestas de los encuestados sobre la marcha de los asuntos en sus países. En general, amplias mayorías se mostraron insatisfechas; en Brasil y Perú casi el 80% de los participantes así lo sentía.
¿Cómo es posible esto si se ven a sí mismos con tan buena posición en la vida? ¿Expresaron la insatisfacción con sus gobiernos?
Si es así, es un mal general. La mayor parte de los entrevistados en los 54 países se mostró descontento con la forma en que se gobierna, incluyendo el 71% en Estados Unidos.
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