Juego peligroso

Lo interesante del caso es que la República del Congo, Ghana, Indonesia, Panamá, Perú y Qatar, todos miembros no permanentes del Consejo de Seguridad —y también de los No Alineados— votaron favorablemente, lo que demuestra que las preocupaciones de la comunidad internacional ante el peligro nuclear iraní son más fuertes que la disciplina que haya tratado de imponer el gobierno de La Habana como presidente de ese heterogéneo movimiento.

Quizá por eso fue "bien" escogida la composición de la delegación de los No Alineados que visitó Teherán. La visita sirvió para que el director del Organismo de Energía Atómica de Irán (OEAI), Gholam Reza Aghazadeh, declarase el pasado 4 de febrero que su país incumplirá la resolución de Naciones Unidas que le pedía suspender el enriquecimiento de uranio. "Aghazadeh hizo está declaración en una rueda de prensa, tras una reunión con una delegación de embajadores del Movimiento de Países No Alineados que visita Teherán", informó entonces la agencia oficial de noticias iraní IRNA.

Los próximos dos años

¿Cómo conciliar la posición de los países No Alineados que visitaron Teherán con la de aquellos que votaron favorablemente la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU?

Hay un detalle interesante en el encuentro de Aghazadeh con los emisarios de los No Alineados. Según una agencia internacional de noticias, "en cuanto a su reunión con los embajadores de la delegación del Movimiento de Países No Alineados, Aghazadeh explicó que este encuentro tenía dos propósitos principales, explicar el programa nuclear iraní que se desarrolla en las centrales de Arak, Natanz e Isfahan y dejar claro que dicha iniciativa pertenece a todos los países del mundo".

Según el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos de Londres, en un plazo de dos años Teherán podrá disponer de armas nucleares.

En un editorial, el diario español El País advertía lo siguiente: "El desafiante tono de Teherán, a poco más de dos semanas de que venza el ultimátum de la ONU, converge con la continuada beligerancia de Washington, hasta el punto de que pocos descartan ya la posibilidad de que el presidente Bush haya comenzado su particular cuenta atrás sobre cómo zanjar las ambiciones atómicas del régimen islamista".

Como de costumbre, el régimen de La Habana toma partido por anticipado, junto a los círculos más extremistas iraníes, y trata de manipular al Movimiento de Países No Alineados. En medio de este juego sumamente peligroso, todo indica que se acercan momentos cruciales para la comunidad internacional.

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