Actualizado: 18/04/2024 23:36
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Irán

La barbarie no termina

El régimen de Teherán lleva a efecto un programa de 'limpieza de ciudades' con ejecuciones por violación, adulterio y homosexualidad.

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Si los homosexuales, los melenudos y los acusados de vagos que en los años sesenta y setenta fueron a parar a los campos de las Unidades de Ayuda a la Producción (UMAP) pudiesen leer en la prensa cubana las noticias procedentes de Irán, acerca de "la limpieza" de las ciudades, posiblemente respirarían de alivio porque la "revolución" iraní no haya coincidido en este aspecto con la de Fidel Castro.

Veamos los hechos concretos. El pasado 11 de julio, el portavoz del Poder Judicial de la República Islámica de Irán, Ali Reza Yamshidi, anunció la condena de veinte personas a pena de muerte por delitos como violación, adulterio y homosexualidad. De acuerdo con el vocero, existe la posibilidad de la ejecución de otras quince personas, cuyos casos serán revisados próximamente en los tribunales. Estas ejecuciones responden al programa de "limpieza de ciudades" que se instauró en Teherán y otras localidades como medida del régimen.

No es la primera vez que el gobierno del antiguo reino persa ejecuta personas por homosexualidad. El 19 de julio de 2005, dos jóvenes iraníes fueron ahorcados públicamente en la plaza principal de la ciudad de Mashhad acusados de confesar haber realizado actos homosexuales.

El pasado 21 de julio se informó oficialmente que un total de 12 personas habían sido ahorcadas ese día en Irán tras ser acusadas de adulterio, secuestro y homosexualidad, según las autoridades iraníes, que anunciaron que otros cuatro condenados fueron ejecutados esa semana por los mismos cargos. Según el fiscal general de Teherán, Said Mortazavi, los 12 condenados fueron ahorcados en la prisión de Ewin, en la capital, y los cuatro restantes fueron ejecutados de la misma forma en los últimos días, reportó EFE.

Mortazavi afirmó, por otro lado, que la Fiscalía General ha pedido que otras 17 personas juzgadas por delitos similares sean condenadas a la pena capital, sin facilitar información sobre el juicio.

Fuentes judiciales explicaron que las 16 personas ejecutadas en Teherán forman parte de un grupo de 20 iraníes condenados este mes a la pena capital, en su mayoría por violación, adulterio y homosexualidad.

Mientras tanto, la agencia ISNA, citada por EFE, informó de la detención de 23 hombres y 20 mujeres en la ciudad de Mashad, en la provincia nororiental de Jorasán, acusados de haber mantenido "relaciones inmorales", en aparente alusión a la homosexualidad y el adulterio. Con los nuevos arrestos en Mashad, son ya 125 personas detenidas bajo acusaciones similares. Irán aplica desde mediados de mayo "un plan de seguridad" en diferentes ciudades del país, incluida la capital, cuyo objetivo es, según las autoridades, "limpiar esas ciudades de los criminales y los malvados".

Ni siquiera se respeta cuando los "malvados" son menores de edad.

Ejecuciones de menores

Como Estado Parte en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y en la Convención sobre los Derechos del Niño, Irán tiene la obligación internacional y el compromiso de no ejecutar a personas por delitos cometidos cuando eran menores de 18 años. Sin embargo, Amnistía Internacional ha documentado en ese país 24 ejecuciones de personas que entraban en esa categoría desde 1990.

En 2006, Irán y Pakistán eran los únicos países del mundo que seguían ejecutando a personas por delitos cometidos cuando eran menores.

La última ejecución de un menor en Irán se produjo el pasado 27 de mayo. Sa'id Qanbar Zahi, de 17 años, fue ahorcado en la prisión de Zahedán. Fue condenado a muerte junto a otros seis hombres, todos pertenecientes a la minoría baluchi, al parecer por la vinculación de su familia con los presuntos autores de un atentado con explosivos cometido el 14 de febrero en Zahedán contra un autobús en que el viajaban miembros de la Guardia Revolucionaria y en el que murieron al menos 14 personas. Según informes, algunos de los acusados "confesaron" bajo tortura.

Reacciones

Esta barbarie ha suscitado la condena internacional, aunque el Movimiento de los No Alineados, que preside Cuba, guarda un silencio cómplice.

El pasado 13 de julio, la comisaria europea de Asuntos Exteriores, Benita Ferrero-Waldner, se mostró "decepcionada" porque las autoridades de Irán lapidasen a un hombre condenado a muerte por adulterio.

"Me siento desolada después de que Teherán haya dado marcha atrás en la suspensión de esta práctica al ejecutar de nuevo una muerte por un método tan horrible", dijo Ferrero-Waldner en un comunicado.

Yafar Kiani, que fue lapidado hasta la muerte el pasado día 5 de julio en una ciudad del oeste de Irán, era padre de dos de los tres hijos de Mokarrameh Ebrahimi, que también ha sido condenada al mismo tipo de muerte.

La comisaria europea pidió a Irán suspender "con urgencia" la inminente ejecución por lapidación de la compañera de Kiani.

Después del anuncio de las ejecuciones del pasado 21 de julio, activistas gay exigieron respeto a los derechos humanos y tolerancia hacia la comunidad homosexual. Pedro Zerolo, secretario de Movimientos Sociales del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), condenó públicamente la decisión tomada por el gobierno iraní, y pidió a la comunidad internacional condenar estos hechos, que reflejan cómo se vulneran los derechos humanos en el país islámico y evidencian el integrismo fundamentalista, machista y homófobo que impregna al gobierno de Irán.

Por su parte, el presidente de la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales de España (FELGTB), Antonio Poveda, en declaraciones a medios españoles, apelando a una defensa de los derechos humanos, dijo: "el desprecio a la vida de las personas y la ausencia total de libertad son algo más que un titular esporádico en un periódico: han de significar en nuestros países la rebelión social y la repulsa, y la exigencia a nuestros gobiernos de una acción consensuada y contundente en defensa de los valores de convivencia mundialmente acordados y que se recogen en la Declaración de los Derechos Humanos".

El gobierno de Ahmadinejad ni siquiera se tomó el trabajo de dar explicaciones a la comunidad internacional sobre el asunto.