Actualizado: 29/04/2024 20:56
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Bielorrusia

Opositores protestan contra la reelección de Lukashenko y piden una nueva votación

Washington, la Unión Europea y observadores internacionales consideran que los comicios han sido fraudulentos.

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La reelección del presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, fue cuestionada el martes tanto por los gobiernos occidentales como por cientos de manifestantes de la oposición, que acamparon durante la noche en Minsk para exigir la celebración de nuevos comicios, informó Reuters.

Lukashenko, en el poder desde hace 12 años y criticado por la oposición y en Occidente por su gobierno autoritario de estilo soviético, obtuvo en las elecciones un porcentaje del 82,6% de los votos, de acuerdo con los datos oficiales.

Su rival más cercano, Alexander Milinkevich, con el 6%, calificó de fraudulenta la votación, una opinión compartida por Estados Unidos y la Unión Europea.

Lukashenko controla gran parte de la vida pública y de los medios de comunicación, y los resultados no han sido puestos en duda.

Varios cientos de manifestantes desafiaron las advertencias de los servicios de seguridad del Estado de Lukashenko y acamparon durante la noche en tiendas en la Plaza de Octubre del centro de Minsk, una acción que recordaba la "Revolución Naranja" de 2004, en Ucrania.

Aunque la cifra disminuyó en las primeras horas del día, la iniciativa no dejó de ser inédita en Bielorrusia, donde el servicio de seguridad del Estado de Lukashenko reprime normalmente con rapidez la disidencia pública.

"Debemos permanecer aquí permanentemente. Debemos permanecer aquí hasta la victoria", dijo Milinkevich a los manifestantes por la madrugada.

"Es nuestra plaza. Es nuestro país", dijo ante cánticos de "Libertad" y "Viva Bielorrusia" por parte de sus seguidores.

Milinkevich y otros líderes de la oposición se mantuvieron durante gran parte de la noche en la plaza con los manifestantes. La oposición exige nuevas elecciones en julio.

Lukashenko, de 51 años, que prometió durante la campaña electoral "romper el cuello" a quien amenazara el orden público, dijo que su victoria suponía el fracaso de un intento de la oposición por organizar un golpe prooccidental.

Washington apoyó el lunes la petición de nuevos comicios y denunció el "clima de miedo" en el que se desarrolló la campaña electoral, informó la AFP.

"Felicitamos a los demócratas de Bielorrusia por su valentía" y "apoyamos su llamado a nuevos comicios", declaró el portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan.

La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), que había movilizado a casi 500 observadores, calificó las elecciones de "no conformes con las normas internacionales" y denunció la ola de detenciones orquestada por el poder durante la campaña electoral.

La OSCE arremetió en particular contra declaraciones del KGB "que acusan a la oposición y a la sociedad civil de preparar un golpe de Estado y las compara con terroristas" porque ha generado "un clima de intimidación e inseguridad".

Sin embargo, el presidente ruso, Vladimir Putin, se desmarcó de la tónica general, felicitando a su homólogo.

"Los resultados de las elecciones demuestran la confianza que los votantes depositan en la política que usted lleva a cabo", escribió Putin en un mensaje transmitido a Lukachenko, a quien Estados Unidos califica como el último dictador en Europa.

Es muy probable que la Unión Europea adopte sanciones selectivas en las próximas semanas contra el régimen de Minsk.

Lukachenko ni se ha inmutado e incluso se ha felicitado a sí mismo por haber evitado una revolución ideada, según él, por los países occidentales para derrocarlo.

"La revolución que tanto se anunció y preparó ha fracasado. No podía ser de otra manera", afirmó durante una conferencia de prensa en el Palacio de la República, situado en la plaza de Octubre.

"El pueblo mostró quién es el amo aquí", agregó, acusando a Washington, Bruselas y Varsovia de haber intentado destronarlo y restando importancia a las posibles sanciones adicionales de la UE. "Ya estamos aislados", dijo.