Actualizado: 28/03/2024 20:07
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Con sentido del t(h)umor

No hay otra vía que la de reclamar, exigir, denunciar, al omnipresente Dictador y su gobierno por los perennes abusos.

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"Las manos y el espacio de Jacinto / que palidece en el confín del Ghetto / casi no existen para el hombre quieto / que está soñando un claro laberinto". (J. L. Borges)

De aquí

Cansa más el ejercicio de extrañar / amplificar la carencia / diría un amigo de mi cada vez más derruido, San Juan de los Remedios, que la falta misma.
De no tener claro este argumento, se cae en la "metatrancolitis", esa especie de estado francamente lastimoso y complejo.
Las personas que lo padecen (la "metatrancolitis") suelen encontrar una angustiosa comodidad que van depurando con el tiempo, hasta hacerla invivible.

En su relación e inter-relación con los demás, implican en vida ajena penurias y pérdidas causadas por el abandono del país. Por vivir fuera de Cuba.
Olvidan, acaso, el absoluto silencio y la ausencia de sus obras en los medios nacionales. Olvidan, que una vez salieron con más prisas que equipaje.

Los hay que pueden pasar así muchos, muchos años.
Cada vez que los ves: te sueltan la milonga, la melancolía, el "oh, Silvio Rodríguez…
/este, que sí es un Santo complejo: pasó de sembrarnos sus canciones y sus "gestos valientes" a Necio, a Diputado incondicional del Comandante Spider. De tener razón a ignorarla. Aunque, en realidad, sea una víctima más de esa bestia barbuda. Uno más que en su despropósito, arrastra Fidel Castro en su eterna caída /

Los Metatrancoliticos / para no perder lo que me falta / son capaces de ir 13 veces a Cuba por año y no conocer Las Alpujarras.
Extrañados, perturbados, quedan cuando les dices que "no, no puedo entrar a mi casa, sí, a mi casa: a enterrar a mi viejo. A lo que sea: a lo que me salga de mis grandiosos collones"… y preguntan: ¿estás seguro? No les entra en la cabeza.
No se quieren enterar que existe la posibilidad de que les suceda a ellos.
Porque en la Cuba de los Metatrancoliticos, se distinguen por tener mucha "más tolerancia y deseos de diálogo que en Miami" y, por ello, fragmentan, discriminan, callan el atropello a cientos de otros cubanos.

En el Universo Metatrancólico no hay espacio para los disidentes de la Isla. No caben versos ni canciones para ellos. No hay palabras en las premieres de cine para las Damas de Blanco, jamás se escucha el nombre de Oswaldo Payá, Elizardo Sánchez, Vladimiro Roca, Gustavo Arcos… en ninguna exposición metatrancólica hay una referencia a nada de esto.

Menos, se denuncia la mano de golpes que un policía del régimen / vestido de civil / le pegó a una señora dentro de su propia casa, el doble de valiente que el policía, seguro, por revindicar sus derechos.
Y, digo una señora, sin restar importancia a la labor que desempeña Marta Beatriz Roque, como presidenta de la Asamblea Nacional para la Sociedad Civil, en Cuba.
Que en realidad es por lo que le pegan. Por no estar de acuerdo con un sistema político, con un presidente perpetuo. Un anciano militar beligerante rodeado de adoctrinados fundamentalistas.

Pero, los metatrancólicos guardan el mismo silencio que el ministro de (In) Justicia Cubano.
Saco algo en claro: la dieta mediterránea, los productos ibéricos, más la democracia, perjudican gravemente la memoria, la vergüenza. En algunos…


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