Actualizado: 28/03/2024 20:07
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Chávez, Venezuela

El regreso del presidente Chávez a Venezuela

En Cuba desde hace tiempo se aprecia la búsqueda de nuevos tratos económicos, que en ningún caso podrían sustituir la inmensa subvención llegada de Venezuela

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Hugo Chávez llegó al Hospital Militar de Caracas a las 2:30 de la madrugada del 18 de febrero, anunció el ministro de Comunicación, Ernesto Villegas, por instrucción del vicepresidente ejecutivo Nicolás Maduro. No leyó un mensaje del Presidente ni emitió un saludo en su voz. Tampoco hubo fotos del acontecimiento. Sin embargo, se había procurado crear un esperanzador estado de opinión al publicar varias fotos el 15, supuestamente del día anterior en un hospital en La Habana.

Muy temprano, la radio cubana emitió la noticia a través de una carta de Fidel Castro. Muchas personas conectaron Telesur al suponer que las informaciones serían más amplias, con las fotos de la salida y llegada del convaleciente mandatario. Pasadas unas horas, los reporteros comentaban que se encontraban a la espera de las fotos oficiales, pero solo podían presentar entrevistas a la población movilizada frente al hospital.

Los periódicos en La Habana no contenían la gran noticia, lógica omisión por la imposibilidad de las redacciones de tomar decisiones propias y añadir con celeridad alguna novedad tan relevante. Si la incluyeran en la versión digital, la mayoría de la población nacional no se enteraría, al carecer de acceso a Internet desde sus hogares. Telesur retransmitió insistentemente extractos de la optimista misiva del Comandante en Jefe sobre “el regreso feliz”, y opiniones de relevantes personalidades políticas, como el recién reelecto presidente Rafael Correa de Ecuador —resaltando que fue a verlo a La Habana poco antes de la operación del 11 de diciembre—, quien respondió que había que esperar para visitarlo en esta oportunidad para contribuir a su restablecimiento. También reflejó la opinión del canciller argentino de que el regreso de Chávez es importantísimo para la democracia venezolana.

La presencia física de Hugo Chávez en Venezuela era imprescindible para un gobierno de facto que emite importantes leyes a nombre de un mandatario que no se había visto desde a llegada a La Habana para la muy delicada cuarta operación del cáncer enigmático que padece. El clima político en el país se complicaba incesantemente por la zozobra en la población, incluso la chavista, que era difícil mantener entretenida con promesas y rezos; el incremento de la credibilidad de los pronunciamientos de la oposición; y la dificultad de sostener ante la comunidad internacional una democracia basada en los resultados de unas elecciones con un presidente reelecto que no tenía que jurar nuevamente su cargo. Pero para todos, se tratar de un presidente supuestamente consciente y en ejercicio de sus funciones desde un desconocido hospital en La Habana.

Mucho tiempo se llevaba esgrimiendo que Cuba y Venezuela son un solo país. En los últimos dos meses surgían dudas de quien mandaba a los venezolanos, si la cúpula dejada por Chávez, sobre todo Nicolás Maduro y el acomodo de Diosdado Cabello y Elías Jaua, según alegadas disposiciones del caudillo, o los dos presidentes Castros. Por más independiente que fuera la troika venezolana y los demás dirigentes, la situación habanera levantaba muchas incógnitas. Más delicada se hizo la situación, cuando en Caracas se implantó la devaluación de la moneda y otras medidas económicas que inciden en toda la población, mientras se mantiene la inmensa subvención al Gobierno cubano y sus funcionarios están insertados en los principales organismos allí, incluida la asesoría en temas de seguridad y militares. También se ha evidenciado grandes preocupaciones sobre las repercusiones de la salud de Chávez por las incesantes visitas a La Habana de presidentes, cancilleres y emisarios de los países de la región y otros “amigos” que han otorgado créditos de miles de millones de dólares, fundamentalmente China y Rusia (esta última, en particular con grandes suministros de equipamiento militar).

En Cuba desde hace tiempo se aprecia la búsqueda de nuevos tratos económicos, que en ningún caso podrían sustituir la inmensa subvención llegada de Venezuela. No obstante, la difícil situación ya existente en relación con esas dádivas, podría contribuir en la apertura paulatina del país a pesar de los deseos del totalitarismo.

El traslado de Hugo Chávez a Caracas podría bajar la tensión en lo inmediato. Sin embargo, no se ha despejado la incógnita sobre su actual estado de salud. A pesar de los twits enviados a nombre de Chávez, que anunció el noticiero de televisión cubana al mediodía. Con ese proceder, lamentablemente incluso podría pensarse en que ha regresado para un último adiós en su tierra.


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