La polarización y las armas

Para nadie debe ser un secreto el elevado grado de polarización que existe en la sociedad norteamericana, fenómeno que no se reduce al partidismo del cual no podemos hacer responsable a la actual administración, aunque ha contribuido a exacerbar el partidismo.

La sociedad se divide, y a veces con violencia, en cuanto a inmigración, la creciente diferencia en la participación en la riqueza nacional, la salud, raza, orientación sexual, derecho de la mujer al aborto y un sinnúmero más de aspectos entre los cuales el tema del control de las armas no es el menos importante.

La oposición a leyes más estrictas sobre la compra o posesión de armas tiene evidentes diferencias territoriales entre los que poseen armas:

La procedencia étnica también refleja una profunda división, ya que, aunque el promedio general de posesión de armas es 29,1 %, entre los blancos [caucásicos] el porcentaje es de 65 mientras solo el 12 % de los negros y el 14 % de los hispanos poseen armas. Lo cual no se corresponde con las proporciones de eso grupos en la población total.

A nivel de los estados, incluyendo el DC, las diferencias son más evidentes, solamente 21 estados están por debajo del promedio nacional de posesión de armas de 29,1 %, el resto está por encima. La tabla que aparece a continuación refleja los primeros y últimos cinco lugares y se incluye a Florida como una referencia de interés.

La tabla anterior establece algunas correlaciones de interés. Las consideraciones sobre las mismas quedan al criterio del lector, pero existen otros aspectos más preocupantes que consisten en los motivos que tienen los ciudadanos para oponerse a restricciones en la compra o posesión de armas: el 58 % considera que eso haría más difícil el proteger a su familia, lo cual al parecer tienes sus raíces en el “antiguo oeste” en el cual un Colt 44 o un Winchester 73 era un instrumento imprescindible en una sociedad sin ley, o solo con la ley de las armas.

Sin embargo, un 68 %, de la población en este año 2018, lo cual representa un notable incremento con respecto al 51 % en 2008, apoya medidas más estrictas en cuanto a la posesión y venta de armas.

Pero otro criterio más peligroso en una sociedad democrática, y que pone en duda las bases de esa democracia, es que esas medidas restrictivas le darían mucho poder al gobierno sobre el ciudadano y un 57 % piensa de esa manera.

De lo anterior se podría derivar que una mayoría de los poseedores de armas se opondrán al gobierno usando las mismas si sintiesen que ese gobierno toma medidas en su contra.

No creo que esos dispuestos a enfrentar al gobierno con las armas las tomen para oponerse a la reinstalación de la segregación racial en las escuelas, o a la decisión de confinar a los hispanos e hispano-americanos en campos de concentración como hicieron con los japoneses y japoneses-americanos en los años 40. Tampoco creo, por suerte, que eso ocurra en un futuro cercano.

Para la confección de este artículo se utilizó una investigación sobre el tema de las armas realizada en el año 2013 por el prestigioso Pew Research Center, muchas de sus conclusiones las hemos utilizados aquí junto con Gallup, United States Census Bureau y otras fuentes.

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