Actualizado: 18/04/2024 23:36
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Coronavirus, EEUU, Trump

Trumpvirus

Del coronavirus y las discrepancias

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Lloremos juntos. No faltaba más.
Pero no seamos estúpidos todos juntos.
Susan Sontag

Una de las cosas más naturales del mundo normal es que gobernantes y expertos discrepen. Una de las cositas más naturales del mundo anormal es que la prensa dizque liberal en USA presente tal tensión como prueba de que el epidemiólogo Dr. Anthony Fauci y Trumpoloco están envueltos en batalla campal, que viene arrojando muertos y más muertos por culpa del gobernante que repudia al experto.

El 24 de marzo, Trumpoloco expresó su deseo de que USA se normalizara para Semana Santa. El Dr. Fauci calificó esto como proyección aspiracional y presentó las proyecciones de mortalidad científicamente fundamentadas. Trumpoloco no abrió USA en Semana Santa, pero el frenesí mediático tornó aquella peripecia como si Trumpoloco hubiera dictado orden presidencial y el Dr. Fauci bajara como Cristo para poner freno a Satanás.

El 20 de marzo, el Dr. Fauci rechazó la alegación de Trumpocolo acerca de que Plaquenil —un fármaco contra la malaria— sería útil para tratar a pacientes de COVID-19. Dr. Fauci dijo que las pruebas eran puramente anecdóticas. Para el 29 de marzo, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) aprobó el uso de emergencia del Plaquenil, pues en tiempos de pandemia no importa que el fármaco sea ñato, sino que respire.

Conmigo o sinmigo

La bandería demócrata tocó a degüello nada más que la compañera designada por Obama en 2014 para atención global del SIDA y ahora por Trumpoloco para coordinar la respuesta de USA al COVID-19, Dra. Deborah Birx, soltó que la respuesta inicial de USA al brote se basó en que era “more like SARS” antes que “global pandemic” [1] porque China no aportaba datos suficientes, amén de indicar que ciertos medios exageraban los riesgos.

Como estas declaraciones guardaban correspondencia con la tesitura de Trumpoloco frente a China y la prensa dizque liberal, Maggie Haberman despotricó en The New York Times contra la Dr. Birx como la sabia que se dejó lavar el cerebro por el ignorante Trumpoloco. La bandería demócrata puso también en circulación un billete —tan falso como uno de tres dólares— con la leyenda In Dr. Fauci We Trust para reforzar la convicción de que no se puede confiar ni un tantico así en la gestión de Trumpoloco. Vayamos a esta breve cronología.

  • Enero 21. Dr. Fauci le dice clarito al reportero Greg Kelly (News Max) que el coronavirus “is not something that the citizens of the United States right now should be worried about”.
  • Enero 23. En podcast de la Revista de la Asociación Médica Americana, el Dr. Fauci insistió en que los cinco casos de COVID-19 en USA eran viajeros que regresaban de China. El Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) informó al Congreso que los fondos disponibles “were sufficient for now”.
  • Enero 24. El CDC comunicó que “the immediate risk of this new virus to the American public is believed to be low”.
  • Enero 25. El Dr. Fauci afirmó que el coronavirus “isn’t something the American public needs to worry about or be frightened about. Because we have ways of preparing and screening of people coming in”.
  • Enero 27. El Dr. Fauci se lamentó en The Washington Post de la falta de datos científicos de China para saber si alguien “who doesn’t have any symptoms” podía propagar el virus.
  • Enero 28. El Secretario de Salud y Servicios Humanos, Dr. Alex Azar, subrayó esta valoración de los líderes de la comunidad médica de USA: “The risk to any individual American is extremely low”. El Dr. Fauci disertó con que, en toda la historia de los virus respiratorios, “asymptomatic transmission has never been the driver of outbreaks”. Y científicamente remachó con que una epidemia no se desencadena por portadores asintomáticos. Al día siguiente, The New York Times advirtió: “Beware of the pandemic panic”.
  • Enero 31. En sesión informativa de la Casa Blanca, los doctores Fauci y Azar reiteraron que el riesgo de infección de los estadounidenses continuaba siendo “very low”.

Vayamos a lo político

En eso llegó Trumpoloco y mandó a parar la entrada de extranjeros procedentes de China. Al día siguiente, el candidato presidencial demócrata Joe Biden tuiteó: “We are in the midst of a crisis with the coronavirus. We need to lead the way with science — not Donald Trump’s record of hysteria, xenophobia, and fear-mongering”. Hubo que esperar al viernes 3 de abril para que Biden declarara su apoyo a las restricciones de viaje, con el embaraje de que no había tuiteado contra la medida en sí, sino contra Trumpoloco para sí.

Todavía el 18 de febrero, Yahoo News reportaba que el Dr. Fauci consideraba el “hypothetical danger of coronavirus [como] just minuscule” en comparación con el “real and present danger” de la gripe. Forzado por las circunstancias, el Dr. Fauci cambiaría de perspectiva científica y se convirtió así en la nueva estrella mediática contra Trumpoloco por la falsa contraposición de sus puntos de vista, como si Trumpoloco hubiera tomado por sus timbales decisiones en contra de las recomendaciones del Dr. Fauci y los demás integrantes del equipo de expertos ad hoc.

Y así por el estilo, hasta la respuesta de China a la pandemia se presenta como brillante comparada con la impericia de Trumpoloco y se descalifica su decisión de seguir la práctica elemental de planificar geográficamente las medidas de contención en USA.

Coda

En el town hall virtual de su campaña el viernes 27 de marzo, Joe Biden corrigió magistralmente el racismo enclítico de Trumpoloco al referirse al virus chino. Biden voceó “Luhan virus“ después de confundir COVID-19 con el síndrome respiratorio agudo severo [SARS] y antes de perder por completo el hilo de la conversación.

En Biden está cifrada la esperanza de sacar a USA del hueco. Así se daría curso a la mejor tradición política demócrata. En noviembre de 1956, el congresista Antonio Manuel Fernández (D-Nuevo México) fue electo estando en coma por embolia cerebral.

Nota

[1] Ciertos foristas padecen del virus de presentar sus interpretaciones de lo dicho por otros como lo realmente dicho. Para evitar la propagación sin recargar con enlaces se dan citas entrecomilladas —algo que los referidos foristas jamás encuentran y tratan de suplir con embarajes— a fin de que el lector pueda verificarlas fácilmente en motores de búsqueda.


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