Rusia, Ucrania, Petróleo
Rusia, la URSS y el petróleo
El petróleo siempre ha pagado guerras y hoy lo sigue haciendo. Europa clama contra Vladimir Putin pero le financia el conflicto bélico
Fue la Unión Soviética quien abrió una vía que, por algo más de cien años, ha resultado nefasta para el mundo.
En 1920 el nuevo gobierno bolchevique, necesitado de divisas, inundó el mercado mundial del crudo, lo que produjo un descenso vertiginoso de los precios. Ello trajo como consecuencia que los grandes financieros y productores de Occidente se reunieran en un castillo escocés y crearan el primer cartel petrolero a nivel mundial.
A finales de la década de 1950, la URSS se encontraba de nuevo desesperada por moneda dura y echó mano al mismo recurso. Los países exportadores reaccionaron ante la amenaza soviética con una reunión en Bagdad, en septiembre de 1960, donde se decidió la creación de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). En enero de 1961 la OPEP quedó oficialmente constituida. La integraron Irán, Irak, Kuwait, Arabia Saudita y Venezuela. Luego se han sumado otras naciones.
No es hasta 1973 que la OPEP demuestra contar con el poder suficiente para sacar de órbita a la economía mundial. En octubre de ese año se produjo la Guerra del Yom Kippur y los países árabes comenzaron a utilizar el petróleo como un “arma política”, para castigar a los países occidentales por su apoyo a Israel. Ese año el barril de crudo costaba $3,00. En 1980 su precio se había elevado a $30,00.
El petróleo como arma política no deja de tener limitaciones. Por ejemplo, nunca ha podido con Israel. Pero en Europa y Estados Unidos suele imponerse porque mientras los ciudadanos sufren las penurias la elite de poder disfruta las ganancias. Tampoco ha beneficiado a los ciudadanos de las naciones árabes, estancados en regímenes autoritarios que han perpetuado la ignorancia y la miseria de que se nutren los grupos terroristas. Hoy la Rusia de Putin continúa el chantaje petrolero de siempre y se aprovecha de las ventajas que en más de una ocasión sirvieron a la desparecida Unión Soviética para seguir existiendo. El petróleo es el negocio perfecto para las grandes corporaciones y las dictaduras de cualquier ideología, y logra además por el camino hasta enriquecer al afortunado dueño de cualquier gasolinera. El petróleo siempre ha pagado guerras y hoy lo sigue haciendo. Europa clama contra Vladimir Putin pero le financia el conflicto bélico. Mientras tanto, en Estados Unidos seguimos pagando un precio abusivo por el combustible imprescindible para seguir viviendo: encender cualquier luz, ir de un lado al otro, comprar lo imprescindible y lo innecesario. Lo demás es aguantarse el bolsillo, cambiar de automóvil y salir a caminar.
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