La llegada al poder de Michelle Bachelet, la primera presidenta de Chile, creó grandes expectativas, especialmente entre las mujeres, pero al parecer su mayor desafío será imponerse en un país conservador y machista, reportó la AP.

Bachelet, 54 años, doctora, separada, tres hijos, atea, militante socialista, hija de un general muerto por torturas en la cárcel a la que lo envió el régimen militar, jurará el sábado al mediodía ante el Congreso, integrado por una abrumadora mayoría masculina.

Las mujeres del Senado son apenas el 2% y en la Cámara de Diputados el 15%.

"El principal desafío es cómo ser presidenta y ser mujer", dijo la diputada oficialista María Antonieta Saa.

La socióloga Teresa Valdés comentó a la AP que "la reacción ahora es expectante, hay doble discurso, todo el mundo dice 'qué fantástico', pero (más allá) hay mucho más susto que el que reconocen públicamente".

Chile es un país donde la discriminación y desigualdad son enormes, las mujeres ganan hasta un 40% menos que los hombres y para llegar a cargos de poder deben saltar muchas más barreras.

La sociedad chilena es marcadamente conservadora. El divorcio fue legalizado apenas hace dos años, el aborto está prohibido y la fuerza laboral femenina es un 38%, una de las más bajas de la región.

"¿Quién lo hubiera pensado hace 20, 10, hace 5 años?, ¿Quién habría pensado que Chile elegiría a una mujer como presidenta?", se preguntó la propia Bachelet cuando se confirmó su triunfo con un 53% de los votos en la segunda vuelta presidencial del 15 de enero.

"Hay un cheque en blanco que no sabemos cuánto tiempo va a durar, pero hay miedo por su género y por la juventud de algunas personas que designó" en cargos de gobierno, agregó Valdés, académica de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO).

Bachelet fue fuertemente descalificada durante la campaña electoral, se cuestionaron sus capacidades por el simple hecho de ser mujer, y Saa dijo temer que la situación se repita. "Esto puede venir básicamente de la derecha, como vino en la campaña".

Valdés opinó que "va a haber bastante crítica, se va a aprovechar cualquier pequeño detalle y se va a presumir que es porque es mujer".

El senador socialista Jaime Gazmuri dijo a la AP que la elección de Bachelet muestra un gran cambio cultural en el país y que la presidenta electa "tiene las capacidades, tiene el liderazgo y tiene la fuerza de carácter para conducir un gobierno".

Valdés consideró que Bachelet le planteó un desafío a los chilenos con su "gobierno paritario", con igual número de hombres y mujeres en los más altos cargos.

"Hasta ahora vamos bien, (ha mostrado que) es autónoma, independiente, que no la maneja nadie, que toma decisiones", dijo Saa.

"Ella crea un nuevo escenario, una situación absolutamente inédita, ni en la mejor de las fantasías femeninas nos habíamos imaginado que podíamos tener este nivel de presencia", señaló Valdés.

Un desafío más convencional de Bachelet es cumplir las 36 medidas que prometió durante la campaña, que incluyen crear mejores empleos, ampliar los beneficios de la salud pública, aumentar la atención preescolar y fortalecer el sistema de protección social.

Bachelet ha dicho que cambiará la forma de gobernar y que los ciudadanos tendrán más participación y respeto.

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