El presidente de Colombia, Álvaro Uribe, agradeció el jueves la gestión de su homólogo venezolano, Hugo Chávez, para la liberación de dos políticas secuestradas por las FARC, a la que ofreció iniciar un proceso de paz con plenas garantías, informó Reuters.

"Nuestra gratitud de todos los colombianos, del gobierno, de mis compañeros, la mía, al presidente de la hermana República de Venezuela, Hugo Chávez, por su esfuerzo y su eficacia para la liberación de nuestras compatriotas secuestradas. Muchas gracias", dijo Uribe en una alocución.

Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) liberaron en una zona selvática del departamento del Guaviare a la ex candidata a la vicepresidencia Clara Rojas y a la ex congresista Consuelo González, quienes permanecieron seis años secuestradas.

El mandatario también agradeció a la senadora colombiana Piedad Córdoba, al Comité Internacional de la Cruz Roja y a la comunidad internacional por el apoyo y las gestiones para conseguir la libertad de las dos rehenes, pero lamentó que 44 personas continúen en poder de las FARC con fines políticos.

Uribe denunció que al menos 750 personas secuestradas por las FARC en los últimos años no han regresado a sus hogares y pidió su liberación.

"Tenemos la felicidad por la liberación de las dos compatriotas que estaban secuestradas y el dolor por el cautiverio del secuestro en que permanecen estos compatriotas", afirmó.

A regañadientes, Estados Unidos reconoció también el papel de Chávez.

"Hoy es un buen día para esas personas y ciertamente sabemos que eso ocurrió en coordinación con el gobierno de Colombia y con el apoyo del presidente (Álvaro) Uribe", dijo a periodistas Tom Casey, portavoz del Departamento de Estado.

Casey se negó a destacar la actuación de Chávez, pero afirmó que "cualquier persona, incluyendo al presidente Chávez, cualquier persona que tenga un rol a desempeñar que sea positivo y que apoye al presidente Uribe y los esfuerzos del gobierno de Colombia, es bienvenida".

Uribe pide a las FARC desmovilizarse

El presidente colombiano pidió a las FARC desmovilizarse como lo prometieron en el pasado, cuando pusieron como condición que el Estado acabara con los escuadrones paramilitares de ultraderecha y diera garantías para hacer política en la oposición.

"Nuestro gobierno está listo para la paz con la misma devoción con que hemos conducido la seguridad, invito a las FARC a considerar una negociación sencilla, ágil, de buena fe, en la cual serían rodeadas de garantías democráticas", afirmó.

El mandatario colombiano anunció que el gobierno entregará rápidamente a Rojas a su hijo Emmanuel, quien nació en el cautiverio fruto de una relación con un miembro del grupo ilegal armado y quien está en una institución de bienestar familiar desde 2005.

Chávez convirtió en un show mediático, narrado por él mismo, en directo, la llegada de Royas y González a territorio venezolano; reiteró que quiere impulsar un nuevo equipo de trabajo para lograr la liberación de todos los secuestrados por las FARC y dijo que espera poder hablar de "un segundo grupo" pronto.

"Marulanda, un abrazo bolivariano. Aquí estamos dispuestos a seguir conversando, Marulanda, por la paz. Yo creo que es posible la paz", dijo el gobernante, dirigiéndose al jefe del grupo ilegal armado, Manuel Marulanda, alias Tirofijo.

Las liberadas llevaban consigo pruebas de vida de otros rehenes

Consuelo González y Clara Rojas recibieron a la misión humanitaria que las recogió en la selva colombiana con abrazos, sonrisas y lágrimas, según mostraron imágenes de televisión.

"No puede bajar la guardia, presidente. Los que quedaron (secuestrados) me mandan a decir eso, ese mensaje. Nos estás ayudando a volver a vivir", dijo González en una breve conversación telefónica con Hugo Chávez, a quien agradeció efusivamente sus esfuerzos por lograr su liberación.

La senadora colombiana Piedad Córdoba dijo a periodistas que las liberadas portaban cartas y fotos para los familiares de otros secuestrados.

Las pruebas de vida corresponderían a "aproximadamente 10 personas", dijo Córdoba más tarde, entre ellas los ex parlamentarios Orlando Beltrán, Eduardo Gechem Turbay, el ex gobernador Alan Jara. Además, aseguró que podrían producirse buenas noticias respecto al militar Pablo Emilio Moncayo.

"(Él) está bien, y creo que esa va a ser una sorpresa, a futuro, importante para Colombia (...) sobre todo para el trabajo que a partir de mañana empezamos con el presidente Chávez", dijo en una entrevista con la televisora oficial.

Antes de su partida, las mujeres besaron a las jóvenes miembros de las FARC que integraban el comando que las entregó a la comitiva encabezada por el ministro de Interior venezolano, Ramón Rodríguez Chacín.

Esta es la primera liberación de rehenes de alto perfil que realizan las FARC en la historia reciente, lo que ha generado expectativas de un posible avance a negociaciones de paz entre el grupo ilegal armado y el gobierno colombiano.

Las políticas fueron trasladadas en helicóptero desde la selva al aeropuerto venezolano de Santo Domingo, en el occidental estado Táchira, y abordaron inmediatamente un avión rumbo a Caracas.

Muy serenas y apenas dejando ver unas lágrimas, González y Rojas llegaron al aeropuerto internacional de la capital venezolana, donde se reencontraron con sus emocionados familiares, quienes llevaban flores y camisetas pidiendo "Libertad para todos los secuestrados ya".

Rojas, de 44 años, besaba repetidamente a su anciana madre, mientras hablaba por un teléfono celular. La ex candidata a la vicepresidencia de Colombia llevaba colgada una foto de Emmanuel, el hijo que tuvo durante su cautiverio y que nació por cesárea en medio de la selva.

La ex congresista González de Perdono, cuyo esposo murió mientras estaba secuestrada, pudo conocer a su nieta, a la que tomó en brazos mientras abrazaba a sus dos hijas.

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