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Actualizado: 17/05/2024 12:58

A debate

Cuando faltan argumentos…

Analizar el independentismo martiano como uno de los orígenes del castrismo no es seguir la lección escolar, sino reabrir un debate cerrado por Castro hace 40 años.


Sí, Jorge Camacho tendría que escribir muchas páginas para convencerme de que Martí no invierte el discurso civilizador de Sarmiento: en Nuestra América es demasiado clara la antinomia: si el uno reivindica la autoctonía contra los que llama "letrados de librería", y dice que "no hay batalla entre la civilización y la barbarie", el otro —¡vaya casualidad!— fue el que acuñó la famosa dicotomía.

Camacho podrá decir, como ha hecho a propósito de "Mi raza", que Nuestra América se escribió en el contexto de la preparación de la guerra, y conociendo como conoce al dedillo el corpus martiano, acaso encuentre algún apunte donde Martí esboce una idea diferente; nada de ello desmiente el hecho de que lo que caracteriza el discurso martiano —ese discurso que tomó forma en la polémica con los autonomistas y en la propaganda de la guerra— es la idea de que "cubano es más que negro, más que mulato, más que blanco" y la reivindicación de la autoctonía de América Latina.

Reconocer esto no significa, desde luego, "defender" a Martí de los desmitificadores como Camacho; claro que la retórica martiana de la fraternidad racial alimentó el "mito de democracia racial" —para decirlo como Aline Helg— que legitimó la ilegalización de los Independientes de Color y, a la postre, la masacre de 1912.

Camacho se busca un blanco de paja cuando afirma que al colocar a Martí en las antípodas de Sarmiento reproduzco la visión de Retamar, según la cual "Martí es el bueno, Sarmiento es el malo". Justamente, esta polémica comenzó con un artículo donde yo señalaba, a propósito de Cuba y su evolución colonial, la paradoja de que hayan sido los letrados positivistas tan criticados por Martí quienes entregaron esos estudios sobre los "factores del país" que en Nuestra América aquel pedía.

Publicado el 20 de mayo, ese artículo breve resultaba, desde luego, insuficiente para la conmemoración, y por ello escribí otro sobre la vigencia de aquel debate entre independentismo y autonomismo, a más de un siglo del fin de la Guerra del 95. Fue entonces cuando apareció Camacho diciendo que insistir en ese contraste era "ingenuo y simplista", pues todos —tanto Martí como los positivistas— eran parte del liberalismo decimonónico analizado por Foucault.

Que ahora me atribuya una apología tercermundista de Martí —que cualquier lector puede comprobar que no hice—, acaso evidencia que el erudito Camacho se ha quedado falto de argumentos; no veo en su último artículo una réplica convincente para mi insistencia en que volver sobre la contradicción del independentismo y el autonomismo no es tan simplista ni tan ingenuo.

Al parecer, Camacho se sacó a Foucault de debajo de la manga como quien saca un as de triunfo, pensando que traía "la última", y ante mi señalamiento de la dificultad de plantear a partir de ahí el caso cubano, sin perder de vista la diferencia entre democracia y totalitarismo —aparente o accesoria desde la perspectiva radical de Foucault y otros pensadores contemporáneos, como Agamben y Zizek—, no ha podido sino adoptar una ridícula pose de superioridad intelectual.

En el colmo del paternalismo, Camacho se muestra dispuesto a explicarnos matices, recomienda otros escritos suyos, y llega a afirmar que no discrepa con nosotros, sino con esos autores que no hacemos sino reproducir acríticamente: Retamar, Ortiz, Marinello y Julio Ramos.

Somos ventrílocuos de aquellos, y es él, Jorge Camacho, quien vendría a liberarnos de semejante dictadura. Pero para eso —dice— tenemos que dejar de repetir "la lección de la escuelita". Resulta, sin embargo, que lo que me enseñaron en la escuela era que los autonomistas —reformistas de fin de siglo XIX— eran anticubanos; eso dicen, de una forma u otra, los ideólogos del castrismo, como Retamar y Vitier.

Reivindicar la tradición autonomista, pensar de qué manera el discurso independentista martiano es uno de los orígenes del castrismo, no es, entonces, seguir la lección escolar, sino más bien lo contrario: reabrir un debate que fue cerrado hace cuarenta años, en el discurso de Castro el 10 de octubre de 1968. Quizás sea, eso sí, un camino trillado, pues por él han andado Montaner, Sorel, Rojas; pero en todo caso resulta imprescindible, en mi opinión, para articular una oposición intelectual al castrismo.

Camacho no ha tenido la elegancia de ahorrarse el diagnóstico: mi acercamiento, simplista y reproductor, es típicamente estudiantil. Pues bien, le devuelvo la crítica: de estudiante es esa intoxicación teórica de la que ha hecho gala en sus artículos. De estudiante —el mejor de la clase, ciertamente, siempre deseoso de asumir la posición del maestro—, esa pretenciosa disposición a explicarnos en próximas entregas las fuentes de Martí. De estudiante —que es como decir, de profesor—, esa impaciencia por exhibir a las nuevas autoridades, pensando ingenuamente que se está de vuelta cuando no se ha comprendido bien.

© cubaencuentro

14 Comentarios


14 by Carlos loveira (Usuario no autenticado) 07/07/2008 2:20

Discrepo con toda esa paparruchada de "prejuicio de Marti" o cualquier porqueria que trate de separar a los cubanos y mas aun por cuestion de razas.Prejuicios siempre han existido,mas el que no tiene de Congo,tiene de Carabali(valga la rebundancia.Si me guiara por la pintura de fabrica y prejucios seria "blanco" , mas si miro atras por la parte materna,tengo el carabali o el congo bien cerca.Mi compañera actual con pintura oscura tiene discrepancias (por vivir con un blanco) aqui en USA con los llamados "afroamericanos"que de luchadores por sus derechos civiles se han aislado de la sociedad.El americano promedio no ve mal que Obama sea presidente,hablo de mas del 47 por ciento del electorado americano.Caer en esas analfacebollucas porquerias de la discriminacion , negritud y otras "jillipolleces"me parecen "complejo de negro" ocultado.Sabemos que Juan Gualberto Gomes no era "rubio",Maceo,Guillermon Moncada,Quintin Banderas,Jose Maceo tampoco.Menos aun el propio Batista.Somos una cultura mixta y no podemos negarlo,la comfluencia folclorica hispano africana conforman la cubania actual.Sabemos que el gallego,catalan,vasco tenia serias tradiciones de familia y en gran mayoria de casos se mesclaron y muchos de esos "mulaticos" estudiaron en Europa con dinero de papa español.no se puede comparar al despota colonialista ingles con la gran parte de inmigrantes de España que a base de sudor y empeño levantaron fortunas ya desde una bodega o bajo el ardiente Sol Tropical.Pues todos no eran ricos ni poseian esclavos.el ejercito constitucional de la Republica de Cuba se nutrio de muchode esos negros esclavos o libertos ,que anteriormente combatieon contra la metrpoli.Prejuicios?siempre los hubo y habra alguonos como los de el articulo lo haran flotar.Los cubanos necesitamos unidad yseia una verguenza caer en afroamericanos o blanco hispano en nuestras futuras planillas para la Cuba.no reconosco al hombre por raza sino por su obra y proyeccion.Ya muchas gentes se han embarrado por ese tema,desde los puros arios ,hasta los afroamericanitos .estamos alas pueretas del siglo 21 para estar comiendo tanta m.....con comentarios raciales o juicios a personas que tuvieron un desempeño siglos atras(con perjuicios o no)Mejor pensemos en salvar al planeta y dejar toda ese discurso racial para la white supremacy o los Afroamericans,vivi en EU y se a donde conduce el racismo de ambos lados ,tambien sus simientes historicas,asi que no recurramos a justificaciones o jucios sobre el pensamiento racial de tal o cual para encubrir nuestro racismo oculto.Si no te basta mi comentario mira a Charlize Theron abrazando a Nelson Mandela.Ademas no cambio a mi "negrita por nadie"(sea rubia o de ojos azules)No te basta aun mira a Caturla como burlo los prejuicios y burla los tuyos.Puedes tratar de hacerte afroamericano(si vienes a USA) pero por tu ascendencia cubanoafricana no calificas.tus colegas de raza te considerarian "inferior" y segun ellos odian el racismo.

13 by Infortunato Liborio del Campo (Conde de Lotromonte) (Usuario no autenticado) 27/06/2008 14:40

"No hay odio de razas porque no hay razas" dicen que dijo y tenía en parte razón, -no hay odio de razas-, en esta parte, quiero decir. Los intereses económicos se han buscado diferentes pretextos (raciales, religiosos, culturales) para explotar al prójimo, al hijo del prójimo, al nieto del prójimo y hasta la mujer del prójimo, a pesar de que la Biblia dice de que ames al prójimo como a ti mismo y que no te folles a su mujer. Ponerse a discutir de los prejuicios raciales de Martí y otros ilustres patriotas del siglo XIX sin atender a las condicionantes económicas que generaron esos prejuicios es poco serio. La primera pregunta que habría que responder sería ¿y por qué estaban esos negros en Cuba? o esta otra ¿Los españoles los llevaron porque los odiaban? Antes que de cultura, prejuicios, odios y racismo y toda esta floricultura verbal hay que ir al grano y el grano aquí está en el modo de producción esclavista implantado en América por las metrópolis coloniales en el que los negros no eran más que una pieza más de la maquinaria del ingenio. ¿Cuando se formó el pollo? Cuando metrópolis más poderosas con un modo de producción más desarrollado impidieron mediante bloqueo la entrada de estas peculiares piezas de repuestos a los ingenios? Para que el negro pudiera seguir siendo explotado más que un esclavo (porque al esclavo al menos le daban de comer todos los días, mientras que al negro libre no) pues nada más conveniente que los prejuicios y la discriminación. Empiecen por estas cuestiones y déjense de hablar catibía de Martí.

12 by cusubey (Usuario no autenticado) 18/06/2008 21:40

Ver para creer: "nacionalismo revolucionario" y/o "revolucionarismo nacionalista" (JAJAJAJAJA). Sócrates prefirió los retruécanos y juegos de palabras (incluso hasta las definiciones "confusas" y "contradictorias" del discurso de J. Marti del 16.10.1891)para tratar de enmendar los entuertos conceptuales y definiciones de "independentismo" de su mentor y profeta teórico(ese que está del lado de la "luz" y la "verdad", nuestra "escuela" y "periódico"). Evidentemente a estas alturas de tanto brete intelectual, algunos prescinden de elementales diccionarios de Ciencias Sociales o Politología, materias que para ellos son camisas que les queda demasiado grande.

11 by Symposium (Usuario no autenticado) 17/06/2008 17:20

El articulista no respondio ninguna de las preguntas que le hizo Camacho al final de su ensayo. Las esquivo todas con ataquitos de rabia. ?Alquien hablo de "faltas de argumentos"?

10 by PD (Usuario no autenticado) 17/06/2008 17:20

"no, no necesitamos ni de "luz" ni de "taquigrafos" ajenos, cada uno de los lectores tiene que aprender a compreder por si mismo y no esperar a que nadie lo haga por nosotros" la frase es de un ingenuidad y un relativismo espeluznante. Si pensamos asi entonces no habria ni escuelas, ni periodicos. Quieranlo o no, hay unos que estan equivocados y otros que estan en lo correcto. En este caso, el escritor de este articulo esta de remate, y mas equivocado que de costumbre.

9 by El Politologo (Usuario no autenticado) 17/06/2008 11:00

Si bien lleva razon Duanel en lo referente a la acusacion de racismo que hace Camacho a Marti, es tambien ciero que tratar de vincular a este con la masacre de 1912 o venir a estas alturas a tratar de reinvindicar partidos basados en el color de la piel no es mucho menos absurdo que lo planteado por Camacho. En cuanto a querer vincular las ideas martianas con la revolucion castrista sencillamente citare otro comentario hecho a un articulo anterior de Duanel, haciendo el mismo extensivo a Jorge Camacho: "Ya en otro comentario en que un articulista tocaba un tema parecido hable del "sindrome del sueño martiano", que es la tendencia que hay entre muchos de nuestros jovenes intelectuales -- y tambien en otros no tan jovenes y mucho menos intelectuales -- a despreciar, como reaccion a tantos años de falaz identificacion de la "revolucion castrista" con las luchas independestistas, a los que lucharon por la independencia y pasarse al lado de los anexionistas o los autonomistas y a comparar, y penosamente incluso con ventaja, a cualquier mediocre con Marti; para esto no faltaran nombres y articulos que citar, ni rimbombante palabreria. Sin embargo seria bueno que estos iconoclastas trataran de indagar que es lo que los lleva a convertirse en lo que los sus enemigos dicen que son, asi verian que detras de todas sus sofisticadas e intelectualmente elaboradas teorias no hay mas que el fruto de la manipulacion de sus pobres mentes infantiles, que los han llevado a arrastrar, como pesada cadena, la falsedad de que Marti fue el autor intelectual del moncada y que el castrismo es el continuador de nuestras luchas independentistas".

8 by Guillermo Tell (Usuario no autenticado) 17/06/2008 7:00

Duanel esta perdido. Perdio la pelea desde el primer momento. Imposible discutir con alguien que le da tres vueltas y lo pone a dormir. Solo le queda gastarse en raquitisimos argumentos, y una verborrea esteril, que solo oculta su total desconocimiento.

7 by SOCRATES (Usuario no autenticado) 16/06/2008 23:40

El "independentismo" (sic) o separatismo (como entonces se llamaba) no fue mas que nacionalismo revolucionario o, si se prefiere, revolucionarismo nacionalista. El fin era fundar un Estado nacional por medio de la revolucion. (Quienes duden de esto, pueden consultar el discurso de J. Marti del 16.10.1891: "nunca fue tan vehemente en nuestras almas el culto de la revolucion..."). Si aquellos polvos trajeron estos lodos, no fue precisamente por culpa de mis lecturas defectuosas, sino de las creencias erroneas que nuestros padres y abuelos compartieron. Y una de ellas, aunque no la principal, es creerse que estan "de vuelta" sin haber partido siquiera...

6 by cusubey (Usuario no autenticado) 16/06/2008 20:20

sócrates, lo de "herejía" me parece muy manido cuando ya estamos de vuelta de muchos "crepúsculos de dioses", eso esta bien para los viejos que se fueron de cuba en los 60s, ahora todos estamos curados de espanto.sí, una lección esencialisima es la diferencia entre "independentismo" y "nacionalismo", y no "pensamiento" como tú dices ahora,vamos, que son dos cosas bien diferentes, distincion que el articulista no apunta producto de su confusión. por otro lado, eso de "desempolvar los mitos" suena ya tan trasnochado, "ingenuo" y "mesianico" de tu parte que cualquiera diría que fuiste tu quien escribio el artículo, y no creo que sea precismante él esa "luz" promisoria que nos "salvará" a todos de nuestra pobre "ceguera" mortal. no, no necesitamos ni de "luz" ni de "taquígrafos" ajenos, cada uno de los lectores tiene que aprender a comprender por sí mismo y no esperar a que nadie lo haga por nosotros, menos si ese alguien confunde "independentismo" con nacionalismo": ese paternalismo intelectual que les pides a la "intelligentsias" es uno de los rezagos del castrismo que evidentemente ha hecho mella en todos los cubanos. ah, y por último, seguirle los pasos a Rafael Rojas no lo convierte a uno instantaneamente en un "Rafael Rojas".

5 by pepe californication (Usuario no autenticado) 16/06/2008 20:20

habría que ver si la confusión o contradicción intelectual del pensamiento martiano surge directamente de sus textos o de las lecturas que sócrates hace de ellos, creo que nunca se ha hecho esa pregunta y debería.

4 by SOCRATES (Usuario no autenticado) 16/06/2008 11:20

¿Existe una relación de causa a efecto entre el "pensamiento de Martí" -por demás confuso y contradictorio: la claridad intelectual no era una de sus virtudes- y la génesis del totalitarismo castrista? Muchísimos cubanos consideran que la simple formulación de la pregunta es ya una herejía imperdonable. Pero el tema está muy lejos de haberse agotado. La polémica no es estéril, en la medida en que contribuya a iluminar ciertas zonas de la ideología nacionalista y revolucionaria que nos trajo a este callejón sin salida (aparente) y que hasta ahora se han manejado con inexplicable ligereza. Mi admiración y respeto a quienes se niegan a seguir barriendo bajo la alfombra de la historia oficial y tratan de desempolvar los mitos. Luz y taquígrafos, a ver si así conseguimos salir del lenguaje anquilosado y la tiniebla conceptual en la que andamos como sonámbulos.

3 by joseluis sito (Usuario no autenticado) 15/06/2008 22:00

Foucault no se utiliza, ni se instrumentaliza por que no se puede. Un pensamiento como el suyo no se puede utilizar como una escoba, sencillamente por que su pensamiento contiene los antídotos y los repelentes necesarios. Foucault es un pozo y para tocar su agua hay que bajar un buen rato y cuesta trabajo. Lo facilon es decir que era homosexual y pretender que era sádico o sadomasoquista y vete tu a saber que mas para con esto entrar en su obra y desprestigiarla o falsificarla. Es increíble oír tantas barbaridades. En cuanto a Marti basta con leer sus obras, saber algo de su vida y lo que hizo por Cuba. Hoy día mucha escolástica medieval, comentarios de comentarios de comentarios, y poca reflexion o ninguna. También basta con analizar lo que hacen muchos intelectuales para el pueblo de Cuba y comprobar que están a años de luz de la vida de Marti. Quizás sea esto que les da amarguras, esta comparación vergonzosa. Otra vez la misma pregunta a los intelectuales: ? Que hacéis concretamente para el pueblo de Cuba y su Libertad? Otra vez más quedará sin respuesta... RESISTENCIA !! UNION !! VIVA CUBA PRONTO LIBRE !!

2 by Elmer's Tune (Usuario no autenticado) 14/06/2008 20:00

Y sí, con esta nota de se cierra (la posibilidad de) un debate: de cualquier modo, el intercambio fue todo un desastre para su adversario. Que Martí fuera o no racista es irrelevante en cuanto a su proyecto nacional. Como había indicado para después quedarse en la superficie, el racismo en el diecinueve se centraba en la cultura. El factor determinante era la superioridad o debilidad de una cultura/nación y es precisamente la fortaleza lo que buscaba Martí al integrar a los negros a su proyecto nacional. Pero pudo haber controlado esa integración, modelos de segregación no escaseaban, podía haber prometido sólo la igualdad y hubiera sido suficiente para lograr su unión a la lucha. Sin embargo, promete la integración total: decide por el modelo de Lincoln, con lo que evita acertadamente los excesos del modelo absolutista haitiano, que fue y es un verdadero desastre, y los extremos del segregacionismo inglés. Escogió bien y fue, además, un acto decente. Tal parece que todo este proyecto (des)mitificador surge de una identificación de Martí con el sistema (léase Retamar, et al) precisamente por lo (mal)aprendido dentro de él. Una reacción salpicada de afrancesamientos contra Martí en lugar de la falsificación que ha hecho de él el sistema. Curioso, pero de cualquier modo, es un tema desviado que ya agota. En el otro margen: la relación de Martí como fuente del totalitarismo castrista pierde de vista que la fuente es en realidad una de las lecturas (la más superficial y por lo tanto deformada) de sus textos (que eran discursos esencialmente políticos, lo que es decir retóricos, que intentaban convencer a la gradería mientras en profundidad entablaban un diálogo con aquellos lectores que eran de confianza). El totalitarismo proviene de esa “misreading” que de alguna forma se instituye en la década del veinte (e inclusive antes) y que hicieron suya todos la políticos de la República (como se observa bien en la Constitución del 1940) y de la que FC fue el practicante más avanzado. Y es en este sentido que es con él que se cierra de la República.

1 by toponimia (Usuario no autenticado) 13/06/2008 15:20

¿alguien me puede explicar que tienen que ver el independentismo decimonónico (cubano y latinoamericano en general) con totalitarismos como el castristas? ¿ a quién se le ocurre? ya sé, solo a quien piensa que enterrar a estas alturas del siglo 21 una momia hedionda como el "independentismo" para despertar y echar a andar otra aun más hedionda como lo es el "autonomismo" resulta "inquietante", síntoma de una obcecación y estéril agonía intelectual que solo busca denotar una empolvada erudición y un astuto plan de autopromoción mediante polémicas baldías

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