Editorial de El País: «Si Raúl no aprovecha la coyuntura, aunque sea a paso de tortuga, el pueblo un día se lo demandará»

Castrismo 'light'

"Las inevitables promesas de mejoría económica, la autocrítica relativa de algunos métodos y deficiencias del sistema comunista y una renovada oferta de diálogo a Estados Unidos después del presidente Bush han dado la impresión en Cuba de que Raúl Castro, de 76 años, mantiene reforzado el liderazgo prestado que asumiera con ocasión de la grave enfermedad de su hermano Fidel, un año ya fuera del estrellato político. El ritual discurso en el aniversario del comienzo de la revolución —la ocasión habitual de Fidel Castro para despacharse durante horas ante un enfervorizado auditorio— ha tenido esta vez, en boca del presidente en funciones, un carácter menos doctrinario y más apegado a la cruda realidad de un país donde los salarios mensuales siguen rondando los veinte dólares".

"…Hoy, a un año del segundo Castro en el poder, hay división de opiniones entre los que ven la botella medio llena, porque valoran cierta agilización en los controles de la economía y creen que el golpe de timón está al caer, y los que la ven medio vacía, porque en el terreno puramente político no ha ocurrido nada digno de mención. Lo cierto es que con la ayuda de la Venezuela de Hugo Chávez y los créditos de China, la economía cubana se ha estabilizado en su precariedad rigurosa. Y sobre ese repunte, modesto pero alentador, se especula en la propia isla con que el próximo movimiento de Raúl podría ser el reconocimiento al campesinado de alguna capacidad de explotación privada de la tierra, aunque reteniendo siempre el Estado la propiedad última del suelo (…) Pero la cuestión fundamental sigue siendo si sus sucesores tendrán la oportunidad de abrir de nuevo Cuba a la democracia. Si Raúl Castro no aprovecha esa coyuntura, aunque sea a paso de tortuga, el pueblo un día se lo demandará".

Editorial de El País, España
27 de julio de 2007

La Revolución cubana, ahora bajo dos maestros

"…Cuba continúa viviendo en un cierto limbo, ninguno de los hermanos tiene el control total del Estado socialista unipartidista. El año pasado, Fidel Castro, el otrora líder todopoderoso, encabezó una multitud de miles de fieles al Partido para celebrar los ataques que dieron inicio a la revolución, medio siglo atrás. Fue la última vez que se le vio en público (…) Desde entonces, los cubanos han vivido bajo dos jefes: Castro, el mayor de los dos, enfermo, pero todavía muy vivo, y su hermano más joven, el ministro de Defensa de toda la vida, que aún no está libre para llevar a cabo cambios significativos".

"'El problema es por qué no se han producido cambios más drásticos', declaró Manuel Cuesta Morúa, un líder de la oposición moderada. 'La respuesta es que Fidel Castro sigue gobernando'. Como el Partido Comunista todavía tienen que reemplazar oficialmente a Fidel Castro como jefe del Estado, su presencia entre bastidores y su sobresaliente historia continúa ejerciendo una fuerte influencia sobre la política cubana. Esto le ha dificultado a Raúl Castro reestructurar la economía de la Isla —centralizada al estilo soviético—, según comentan expertos en política cubana, si bien las declaraciones públicas de Raúl el jueves dejaron claro que deseaba hacerlo".

"El señor Castro ha dado otros pasos alejándose de la línea comunista que su hermano sigue. Menos disidentes han sido arrestados este año que en el pasado y cuadros de militantes del Partido han dejado de acosar a los críticos del sistema, dijo Cuesta Morúa, un líder de la oposición…".

The New York Times, EE UU
27 de julio de 2007

Camagüey: El lugar donde el Comandante anticipó el colapso de la URSS

"La provincia de Camagüey, a unos 500 kilómetros de la capital, no había sido elegida para celebrar el aniversario del 26 de julio desde 1989. Entonces, con 63 años, Fidel Castro pronunció un extenso discurso en el que preparó a los cubanos para enfrentar la dramática noticia del posible derrumbe de la Unión Soviética y la comunidad de países socialista del este europeo…".

"…Además de augurar el derrumbe del sistema soviético, Castro comenzó a cortar las amarras políticas de La Habana con Moscú, y al año siguiente, en 1990, ordenó cancelar la circulación en el país de las revistas soviéticas. No quería que se expandiera por la isla el virus de la perestroika, sacando a la luz los trapos sucios del socialismo (…) En el citado discurso en Camagüey, el Comandante obvió detallar el previsible desastre que sufriría la economía isleña y la consecuente crisis —la más severa en toda la historia de la república— de alimentos y bienes de consumo que deberían afrontar los cubanos durante la década de los 90".

"La economía cubana en el 1989 mantenía intacta su herencia histórica de país monoexportador —azúcar y cítricos pagados a precios preferenciales por la ex URSS— y multi-importador de alimentos, unos 800 millones de dólares anuales. Castro, que en 1989 había logrado relanzar su país en los ámbitos de educación y salud pública a niveles de desarrollo nunca antes alcanzados, mantuvo en la economía una postura conservadora y antigua al prolongar el histórico estatus de la dependencia de una única potencia mundial. Desde que Colón la descubriera, Cuba sólo consiguió cortar la dependencia económica de un país hegemónico durante los 90. Esta ruptura de siglos hizo que a la sociedad, o al menos la mayor parte de ella, el molde del socialismo vigente le resulte insuficiente y antiguo".

El Mundo, España
27 de julio de 2007

Norberto Fuentes: «Están haciendo el discurso como si Fidel hubiera muerto ya»

"P: ¿Cuáles son los datos objetivos de lo que está pasando en Cuba?".

"- Hace un año comenzó en Cuba una situación nueva, para la cual estaban creadas ya todas las condiciones. No hay que ser un profeta para saber que Fidel no quería tener un problema intestinal y quedarse en una mecedora tomando pastillitas como forma de retiro, pero las condiciones estaban creadas, porque ellos han trabajado en esto durante muchos años. Son mucho más pragmáticos que todos sus adversarios…".

"P: - Y ¿Cómo definiría lo que ha pasado este año?".

"- Ha empezado una etapa, con unas estructuras que ya estaban creadas, no surge del vacío, es una continuidad, pero con otro estilo, que ha estado subyacente a lo largo de la Revolución. Raúl es un conspirador, al que le gusta mover los hilos por detrás. No ha habido en este año ni un solo espectáculo, tipo reformas agrarias, o confrontación con Estados Unidos. Fidel se crece en la confrontación, Raúl en la conspiración, en la maniobra…".

"P: - Hace unos meses se decía en uno de sus artículos publicados en ABC, que Raúl había cometido errores de apreciación".

"- Esta bronca de los intelectuales yo no acababa de entenderla. ¿Por qué Raúl se ponía a avivar aquella bronca de nuevo? Si Padilla está muerto, Pavón, el Torquemada de la revolución, está retirado, Jorge Serguera, el comandante Papito, también y creo que un poco enfermo, ¿para qué revivir esta bronca? Yo no sabía lo que sé ahora: que eso no fue impulsado por Raúl, sino una maniobra de Alfredo Guevara, que avivó esto por pretensiones personales y creyendo que era el momento de una perestroika cubana. Raúl, tengo entendido, no tiene nada que ver. Esto es cosa de Alfredo, que siempre se equivoca políticamente y que lo que creó fue un problema en contra de Raúl. Con Fidel sano, tal vez podría haberse pensado otra cosa".

"…P: - Este año se ha producido también la muerte de su esposa, Vila Espín".

"- Él estaba preparado, es un hombre realmente muy duro, de mucha sangre fría. Esto es todo el mismo discurso. Están resolviendo estas cuestiones necrológicas en el mismo ambiente. Están haciendo ya el discurso como si Fidel hubiera muerto también. Raúl lo dice de una manera muy interesante, dice que este año, el pueblo ha aprendido a confiar en sí mismo".

"…P: - ¿Tiene algún significado la notoriedad de la hija de Raúl?".

"- Le dan un papel bonito y agradable, parece una cosa muy democrática, el tema de los homosexuales y tal, pero no tiene la menor importancia, es pura propaganda".

ABC, España
27 de julio de 2007

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