Espinosa Chepe dice que el tiempo «se está acabando para los inmovilistas», tras la derrota de Chávez en el referendo

Cuba: no hay mal que por bien no venga

"Las crisis provocan la búsqueda de solución a los problemas acumulados; de ahí el refrán: lo bueno que tiene esto es lo malo que se está poniendo. Pero desafortunadamente suele requerirse un golpe contundente para que se comprenda la urgencia del cambio, sobre todo si el poder absoluto, las ambiciones personales, los ilimitados egoísmos y el desprecio por el dolor ajeno han persistido durante décadas, destruido un país y establecido peligrosos compromisos coyunturales. El no en el referéndum realizado el 2 de diciembre en Venezuela para modificar la Constitución de 1999, adoptada también bajo el mandato del presidente Hugo Chávez, ha evidenciado la reacción de la población de ese país ante las amenazas implícitas en la reelección ilimitada y los amplísimos poderes que hubiera conferido al máximo mandatario, así como la coartación de las libertades fundamentales…".

"…En ese terreno movedizo, el Gobierno de Cuba se ha insertado, con su incapacidad de ser económicamente eficiente, debido al voluntarismo y la conculcación de las potencialidades creativas del pueblo. Parásito de la Unión Soviética y sus satélites hasta 1989 fundamentalmente, se convirtió en la garrapata de Venezuela. Parece que Chávez no sólo desea el legado político de Fidel Castro, sino que aspira anexarse el archipiélago cubano, algo que ningún país había podido lograr realmente. Baste recordar que el imperialismo yankee es acusado de ser culpable de todas las desgracias ocurridas en Cuba. Pero... quien paga manda. Bochornosamente, algunos altos funcionarios de La Habana hacen la corte al heredero de Doña Bárbara y hasta han hablado de cesión de la soberanía y la bandera. Increíble en un país donde se atiza el nacionalismo y se han tenido ínfulas de gran potencia".

"Como no hay mal que por bien no venga, el golpe extraordinario recibido por Chávez con el resultado del referendo que, contrario al fortalecimiento esperado, evidenció su debilidad por el despertar del pueblo, notoriamente de los jóvenes, debe tener preocupados a los dirigentes cubanos. Quizás el bolivariano no pueda seguir destinando tantos recursos a Cuba, sino que los desvíe para enfrentar los problemas y el desarrollo de Venezuela. Desde hace casi año y medio los cubanos esperan que comiencen movimientos liberalizadores. Raúl Castro anunció cambios estructurales el 26 de julio pasado, que no ha realizado. El tiempo se está acabando para los inmovilistas. El pueblo no se merece la miseria material, intelectual y moral. Además, si el gobierno perdiera Venezuela, no tendría para dónde virarse, pues está en pugna con casi todo el mundo. Es hora de echar a andar realmente independientes, democráticos y con respeto a los derechos humanos".

Oscar Espinosa Chepe, El País, España
19 de diciembre de 2007

Chávez rendirá homenaje a José Martí en Santiago de Cuba

"El presidente Hugo Chávez se dirigirá a Santiago de Cuba después de participar en la IV Cumbre de Petrocaribe a celebrarse en la localidad de Cienfuegos, para rendir homenaje al héroe independista, José Martí, cuyos restos reposan en la ciudad oriental. Así lo confirmó el embajador de Venezuela, Alí Rodríguez Araque. Se tiene previsto que Chávez visite además el Cuartel Moncada, lugar que durante los años 50 funcionaba como instalación militar y cuyo asalto, liderado por Fidel Castro, marcó el inicio de la revolución cubana, en enero de 1959…".

El Universal, Venezuela
19 de diciembre de 2007

Ricardo González, aún

"Ricardo González abandonó en 1995 la televisión oficial cubana para recorrer un camino mucho más arduo y azaroso: primero se incorporó a la agencia independiente Cuba Press; tres años más tarde asumía la corresponsalía en Cuba de Reporteros sin Fronteras (RsF), la organización de defensa de la libertad de prensa con sede en París; en 2001 fundó, con su amigo —y hoy nuestro compañero en EL MUNDO— Raúl Rivero la Sociedad Manuel Márquez Sterling, dedicada a formar periodistas independientes. Ambos cayeron, con docenas de periodistas e intelectuales, en la redada de marzo de 2003 y un mes más tarde fueron condenados a pesadas penas de cárcel por haber actuado «en interés de un Estado extranjero» —Estados Unidos—, con todo tipo de agravantes, entre los que la acusación insistió, en el caso de González, que fue condenado a 20 años de privación de libertad, en su «ansia de dinero y la vida fácil»".

"Raúl fue puesto en libertad en noviembre de 2004 junto a algunos de los condenados, en lo que fue la única concesión de la dictadura de Fidel Castro a los numerosos gestos de apaciguamiento del nuevo Gobierno español de Rodríguez Zapatero. Ricardo González no tuvo esa suerte y se apresta a pasar sus quintas Navidades en la cárcel. O, para ser más exactos, en el Hospital Nacional de Detenidos del Combinado del Este, en La Habana, donde se halla aquejado, entre otras cosas, de hipertensión arterial, artritis cervical, bronquitis crónica, migrañas y problemas circulatorios y digestivos, causados o agravados por las infames condiciones en que vive encerrado…".

"…Por desgracia, siempre que recordamos a estos periodistas presos en Cuba tenemos que recordar a un periodista español felizmente libre en París, Ignacio Ramonet, director de Le Monde Diplomatique y conocido exegeta (y biógrafo) de Castro, del que se pueden esperar indignadas protestas por aquella situación, de este tenor: «A título personal, estoy en desacuerdo con la encarcelación de periodistas por el mero hecho de ejercer su trabajo, pero hay que comprender que en Cuba han muerto más de 3.000 personas a causa de las acciones financiadas desde el exterior». O ese otro español, Javier Bardem, que viaja encantado a Cuba, olvidando lo que pudo aprender del régimen castrista rodando Antes de que anochezca con Julian Schnabel, sobre Reinaldo Arenas, machacado por el castrismo por su homosexualidad. Con intelectuales tan comprometidos en Occidente, la presión sobre los carceleros se reduce exponencialmente. ¿Veremos alguna vez a Ricardo libre? La esperanza (en el fin físico del castrismo, claro) es lo último que se pierde...".

Víctor de la Serna, El Mundo, España
18 de diciembre de 2007

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