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Consejo Mundial de Iglesias

El Consejo Mundial de Iglesias pide una mejora de los derechos civiles y políticos en Cuba

El CMI consideró negativo el impacto del embargo estadounidense en la población cubana.

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La IX Asamblea General del Consejo Mundial de Iglesias (CMI, protestante), celebrada en Porto Alegre, Brasil, pidió una mejora de los derechos civiles y políticos en Cuba mediante la creación de espacios para el diálogo entre el gobierno y los diferentes sectores de la sociedad, informó la Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación (ALC).

En una amplia declaración sobre América Latina, la Asamblea, que concluyó sus sesiones este jueves, hizo referencia también al embargo de Estados Unidos a la Isla y consideró negativo su impacto en la población cubana.

Según la ALC, un joven delegado checo se refirió a informes de Amnistía Internacional sobre límites a la libertad de reunión, de asociación y de expresión que representan serias violaciones de los derechos humanos en Cuba, y pidió a la Asamblea expresar una condena de esa situación en los términos más firmes.

La pastora Rodhe González, afín al gobierno de Fidel Castro y presidenta del Consejo de Iglesias de Cuba, lamentó que la declaración no pidiera el levantamiento inmediato e incondicional del embargo contra la Isla.

González dijo a ALC que el párrafo sobre Cuba legitima criterios emitidos desde el exterior que, a su juicio, sólo ayudan a intensificar el embargo, y agregó que existen canales entre el CMI y el gobierno cubano que pueden ser utilizados con mayor eficacia para este tipo de planteamientos.

El secretario general del Consejo Mundial de Iglesias, reverendo Sam Kobia realizó el agosto pasado junto a otros altos dignatarios del CMI una visita a la Isla, durante la cual criticó el embargo de Estados Unidos y demandó su levantamiento.

Sin embargo, no hubo en esa ocasión referencia alguna a la situación de los derechos humanos en Cuba.

En abril del 2003, las penas de hasta 28 años de cárcel dictadas contra 75 disidentes cubanos, acusados de colaborar con el gobierno de Estados Unidos para desestabilizar al régimen de la Isla, provocaron una carta de denuncia del entonces secretario general del CMI, Konrad Raiser, dirigida a Castro.

"En vista de la naturaleza sumaria de los procedimientos, de la gravedad de las acusaciones y de la severidad de las penas en los juicios de miembros de grupos de derechos humanos, estudiosos y disidentes políticos, el Consejo Mundial de Iglesias considera que se ha cometido un error judicial", señalaba la misiva. En ella se pedía una revisión de la sentencia y la liberación de los disidentes.

Por su parte, el obispo encargado de las relaciones exteriores de la Iglesia Evangélica Alemana, reverendo Rolf Koppe, señalaba que el gobierno de Cuba había perdido su credibilidad, en razón de la creciente supresión de los derechos humanos fundamentales.

"El gobierno de Cuba tiene que ser duramente criticado como los gobiernos de otros estados que violan los derechos humanos de la gente", afirmó Koppe entonces.