Organización estadounidense inicia una marcha de protesta hasta la base naval de Guantánamo

Una organización cristiana, Testigos contra la Tortura, anunció este miércoles en Nueva York una marcha hasta el centro de detención en la base naval estadounidense de Guantánamo (Cuba) para protestar contra las condiciones de encarcelamiento de los prisioneros que allí se encuentran, informó la AFP.

Unas 25 personas, entre ellas un sacerdote jesuita y una monja, empezaron el miércoles su marcha de 80 kilómetros, que salió de Santiago de Cuba. El plan es acabar ante las puertas de la base estadounidense, el 10 de diciembre.

Según la AP, los activistas esperaban comenzar su marcha hacia Guantánamo un día antes, pero pasaron el martes negociando con las autoridades cubanas sobre hasta dónde podrían aproximarse a la instalación militar estadounidense.

"Queremos que nuestros compatriotas vean los actos vergonzosos de tortura y malos tratos perpetrados (en Guantánamo) y otras prisiones ilegales mantenidas en secreto en el mundo", dijo uno de los manifestantes, Matthew Daloisio, cuyo testimonio fue reproducido durante la conferencia de prensa en Nueva York.

"En tanto que individuos preocupados por la justicia y los derechos humanos, tenemos el corazón roto ante lo que el gobierno está haciendo en nuestro nombre", escribieron los manifestantes en una carta dirigida al presidente George W. Bush en la que le piden acceso a los presos.

"Si (Guantánamo) se hubiera encontrado en territorio estadounidense, hubiera habido una presencia constante en torno" al lugar, aseguró Mike McGuire, portavoz de Testigos contra la Tortura.

El grupo ha recibido el apoyo del Centro para los Derechos Constitucionales (CCR, por sus siglas en inglés), una organización estadounidense de juristas que suele disputar en los tribunales la legalidad de los métodos de detención de Washington.

"La tortura no puede usarse", dijo el presidente del CCR, Michael Ratner, asegurando que la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, "miente, miente, miente" cuando en el viaje que realiza por Europa afirma que Washington respeta las convenciones contra la tortura.

Cuba y Estados Unidos no tienen relaciones diplomáticas desde hace más de cuatro décadas y la base estadounidense está rodeada por una zona militar cubana de varios kilómetros de amplitud y minada, que debe ser sorteada para llegar hasta la entrada de la base estadounidense.

Será muy difícil que los manifestantes reciban permiso para cruzar la zona militarizada y llegar a la base estadounidense para exigirle a los soldados norteamericanos que les permitan visitar a los prisioneros, como inicialmente lo habían planeado, de acuerdo con el reporte de AP.

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