La intrusa y el resbaloso

Ira Sachs es un director peculiar en el panorama del cine americano. Pudiera considerarse lo que se llama un director “indie”, pero esa clasificación le queda corta, sobre todo con la degeneración que ha sufrido el movimiento independiente americano, que se ha convertido en una sucursal menor del cine comercial, un negocio pequeño que recurre a temáticas de moda para justificar su existencia. Un cine de pose.

Sachs hace un cine sin compromisos, sus filmes respiran vida propia y se centran en las relaciones humanas en momentos extremos y en situaciones inusuales. Sus personajes, niños, homosexuales, heterosexuales e inmigrantes en apuros, deben enfrentar situaciones que los obligan a reajustar sus códigos de conducta. Ha realizado filmes excelentes como Forty Shades of Blue (2005), Keep the Lights On (2012) y Love Is Strange (2014), por solamente citar algunos. La mayoría de ellos escritos con su colaborador Mauricio Zacharias, guionista brasileño.

En su más reciente filme Passages, Tomas, un director de cine alemán, quien reside en París junto a su esposo Martin, un impresor inglés, en una relación ya quizá un poco larga, acaba de terminar un filme. Durante la fiesta de post-producción, conoce a Agatha, una maestra de primaria, quien parece ajena al mundo del cine, pero que tiene amigos que trabajaron en el filme. En ese momento, Agatha abandona a su novio, quien ya le aburre. Tropieza con Tomas y surge una irresistible atracción entre ambos. Inmediatamente tienen sexo, se involucran más allá del deseo y Tomas le pide tiempo a Martin para arreglar sus ideas.

Agatha es una intrusa en un mundo que no entiende bien. Conoce la homosexualidad de Tomas, pero no parece importarle. Tienen una combustión espontánea entre ellos, se desean constantemente. Agatha queda embarazada y Tomas le promete ser un padre responsable, aunque no se sabe a lo que llama responsabilidad. Es un resbaloso impulsivo, que va de vuelta con Martin, quien se había peleado con él y había comenzado una relación con un poeta.

Las conductas de Tomas se caracterizan por su volatilidad y su ímpetu. Parece sincero cuando expresa sus sentimientos, pero nunca es confiable. Agatha se arriesga a presentarlo a sus padres en una comida. Estos conocen los antecedentes de Tomas, pero la madre se vuelve excesivamente agresiva y controladora en la cena que resulta un desastre. Agatha viene de una familia burguesa sólida, mientras no sabemos nunca nada de donde proviene Tomas.

En un momento determinado trata de convencer a Martin de que sería ideal que los tres pudieran vivir juntos y criar al hijo, Martin se entusiasma, pero Agatha comienza a impacientarse con el triángulo. Tomas parece jugar con los dos y todos están incómodos.

Con una ágil lentitud, el filme va desarrollando los personajes y los va definiendo. Quizá el personaje de Martin no queda bien definido, pero la incertidumbre de Tomas sí y a la larga el pragmatismo de Agatha. El filme contiene escenas de sexo tanto heterosexual como homosexual, bien explícitas, rodadas con gran sutileza, pero fuertes. Esto le ganó una clasificación NC-17 al filme, lo cual le hará perder público.

Franz Rogowski (Undine, Happy End, Transit) es un excelente actor que parece, físicamente una versión alemana y más gentil de Joaquin Phoenix. Le resulta fácil incorporar roles de individuos impulsivos, turbulentos y atormentados. Esto no quiere decir que es un actor de una sola nota, pero en estos roles, parece insuperable. Adele Exarchopoulos (Blue Is The Warmest Color) es una actriz atrevida, que toma roles difíciles. Tiene un aire seductor, de una inocencia llena de lascivia que utiliza muy bien en sus roles. Es una especie de rebelde en un medio que no le corresponde. Como Agatha, resulta perfecta para el papel. Ben Whishaw (Women Talking, The Lobster), es uno de los mejores actores ingleses de su generación. Como Martin, está un poco subutilizado, pues es un personaje que se le escapa a los guionistas, pero hace lo mejor que puede con el material que le dan.

El uso de la música me parece un punto flojo del filme, parece demasiado rebuscado. La fotografía de la franco-canadiense Josee Deshaies (The Pornographer), es muy eficiente buscando ángulos e iluminación que acentúen el tono intimista del filme El guion de Sachs y Zacharias se mueve muy bien y, excepto por dejar un poco olvidado el desarrollo de Martin y algunas secuencias prescindibles, es bueno. El filme fue rodado en Paris y los actores lo mismo hablan inglés que francés y aunque a veces parece un filme francés, la impronta americana de Sachs se nota.

El 30 de agosto se estrenará, en el Centro Cultural Cubano de Nueva York, el documental de Ricardo Bacallao titulado I Never Left, que gira alrededor de las figuras de seis mujeres cubanas que han alcanzado, de diferentes maneras, el éxito en su exilio americano, ellas son la pintora Gladys Triana, la poeta Maya Islas, la pianista concertista Juana Zayas, la compositora y directora de orquesta Tania León, la bailarina Aydmara Cabrera y la actriz Olga Merediz.

En su conjunto, representan varios momentos y facetas del exilio cubano. Bacallao monta la narrativa con el mismo estilo suelto que mostró en su excelente documental sobre Bebo Valdés (Bebo personal: El peso del exilio y el silencio - Artículos - Cultura - Cuba Encuentro), ameno y emotivo, logra con un estilo directo, mostrar la historia y el mundo interior de cada personaje. Las entrevistas fluyen y las elipsis están bien conectadas.

Passages (Francia/Alemania, 2023). Dirección: Ira Sachs. Guion: Ira Sachs y Mauricio Zacharias. Dirección de fotografía: Josee Deshaies. Con: Franz Rogowski, Adele Exarchopoulos y Ben Whishaw. De estreno limitado en las ciudades importantes de Estados Unidos y disponible a través de Prime Video.

I Never Left (EEUU, 2023). Dirección de Ricardo Bacallao. Documental que será exhibido en el Centro Cultural de Nueva York el 31 de agosto.

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