Una trayectoria de búsquedas y hallazgos

Hace más de dos décadas, el Centro de Cultura Contemporánea Conde Duque, de Madrid, acogió la muestra colectiva Arte cubano: más allá del papel. Entre las piezas expuestas entonces, estaba una titulada Nuevos fragmentos vitales. Pertenece a Roberto Fabelo (Guáimaro, 1950), de quien ahora ese mismo centro acoge la primera exposición monográfica suya que se presenta en España: Mundos. Goya y Fabelo. Es fruto de la colaboración entre el Ayuntamientode Madrid, a través de la dirección general de Bibliotecas, Archivos y Museos del área de Cultura, Turismo y Deporte, y la Fundación Ibercaja. Sus comisarios son Marisa Oropesa Ruiz, Mario José Hernández Rivero y Jorge AntonioFernández Torres.

El público español tiene la oportunidad de acercarse a la obra de quien es una de las figurasmás descollantes de las artes visuales de la Isla. Artista polifacético, se desenvuelve con igual talentoen sus diferentes manifestaciones: pintura, dibujo, grabado, ilustración, escultura. Eso ha dado lugar a que sea considerado por muchos como el Honoré Daumier del arte cubano contemporáneo. Perteneció a la primera promoción de egresados de la Escuela Nacional de Arte en 1972, que fue calificada como la “generación de la esperanza cierta”. Estudió después en el Instituto Superior de Arte, donde se graduó en 1981, y a partir de entonces adquirió notable visibilidad en el escenario artístico. Desde la década de los 90 viene desarrollando una brillante carrera quele ha dado una gran proyección internacional.

A juicio de Oropesa Ruiz, Fabelo es un creador inclasificable, y hay que sumergirse porcompleto en su universo para disfrutarlo. Por su parte, a propósito de la exposición Anatomía, que se celebró en el Museo de Arte Latinoamericano de Long Beach, California, en 2014, Virginia Alberdi expresó: “La filiación expresionista de Fabelo se empata con la tradición occidental que ha ido trazando hitos desde los grabados de Alberto Durero, las abismales composiciones de El Greco y Los Caprichos de Goya. Pero también se relacionan con la sensibilidad barroca latinoamericana, que nos llega tanto en la arquitectura vernácula como en la eclosión poética de la literatura de Alejo Carpentier y Gabriel García Márquez”. A eso se puede añadir que en los trabajos de Fabelo hallamos referencias a La Divina Comedia de Dante, a Hieronymus Bosch, a Dalí, a los maestros holandeses y flamencos, a Rembrandt, al expresionismo y el surrealismo. Todo eso le ha dado una cultura visual enciclopédica, y ha llevado a un crítico a afirmar que una exposición de Fabelo es una lección de historia del arte.

Su currículo es impresionante. Ha realizado 42 exposiciones personales en 11 países, entre los cuales están Estados Unidos, México, Panamá, Alemania, Dinamarca, Grecia, Suecia y Suiza. Obras suyas han participado en más de 500 muestras colectivas que se vieron en 34 países. Otro aspecto a destacar es la treintena de galardones que ha recibido. Para mencionar unos pocos, el Premio Adquisición III Trienal de Arte Contemporáneo en Nueva Delhi, India; el Premio de Dibujo en Intergraphik, Berlín, Alemania; el Premio en la IX Exposición de Dibujo, Rijeka, Yugoslavia; el Premio Internacional de Dibujo en la Primera Bienal de La Habana; Primer Premio en la XI Bienal Internacional de Dibujo de Cleveland, Gran Bretaña; y el Premio Nacional de Artes Plásticas.

Un referente fantásticamente natural

En Mundos, se establece un diálogo entre el artista cubano y Francisco de Goya (1746-1828), uno de los pintores españoles más excepcionales. De entrada, pudiera pensarse que cuál es el nexo existente entre dos creadores separados por más de un siglo, y que han desarrollado su trabajo en contextos espaciales y temporales muy diferentes. Pero más allá de esas diferencias, ambos comparten “inquietudes y preocupaciones universales, con impactantes y personalesmodos de representarlas”. Sus obras poseen, además, innegables similitudes y ambos poseen una imaginación exuberante y han sido capaces de ver con ojos visionarios los monstruos que el sueño de la razón puede producir.

Con motivo de la inauguración de la muestra, Fabelo reconoció en una entrevista la influencia que Goya ha tenido en él: “Después de que me regalaran un libro en el que aparecían algunos de sus grabados, una noche tuve un sueño muy vívido, muy real. En él, yo era un niño y Goya me llevaba de la mano por las calles de La Habana y me enseñaba la gente. Pero mis verdaderos lazos con Goya me vienen del dibujo, cuando descubrí que era un referente fantásticamente natural. Y quedé flechado”.

En la muestra se exponen 13 piezas de Fabelo, entre las cuales hay pinturas, dibujos, esculturas, así como dos instalaciones. Una de estas está ubicada en uno de los patios del Conde Duque. La componen 21 escultores de rinocerontes multicolores de tamaño natural. Un dato a apuntar es que la figura del rinoceronte ya estaba presente, en una pieza sin título de 2007, que es parte de la serie de técnica mixta Construyendo.

La otra instalación se puede ver en la sala que alberga las otras obras. Su título es Sobrevivientes y la integran cucarachas gigantes con rostro humano, un claro homenaje al Franz Kafka de La metamorfosis. A través de ellas, su creador ha querido hacer además una advertencia sobre los riesgos del poder y el ego. Cuando se pudieron ver por primera vez en la X Bienal de La Habana, Caridad Blanco expresó que “aquellos cuerpos híbridos, ascendiendo por la fachada del Museo Nacional de Bellas Artes, en fuga hacia la luz, resultaron elocuente aprehensión del desasosiego y la angustia del mundo contemporáneo, en tanto dibujaban también la ruta de ese mar que en Roberto Fabelo no cesa en desbordamientos”.

Mundos pone a dialogar las obras de Fabelo con las del aragonés más universal. De este se exponen 160 grabados pertenecientes a sus series Los Caprichos y Los desastres de la guerra. Sobre la primera, Javier Blas sostiene que estéticamente anticipa la sensibilidad moderna y el desplazamiento hacia un arte dominado por la subjetividad y la libertad creativa. En cuanto a la segunda, se acepta que aunque fueron la consecuencia de acontecimientos concretos de carácter histórico que dejaron en Goya una profunda huella, sus imágenes constituyen una meditación de carácter universal sobre la guerra, no sobre un específico conflicto bélico.

De no haber visto y sentido las obras de Goya, sería un artista distinto

En Mundos, el espectador puede apreciar sendas muestras que son representativas del trabajo de estos dos versátiles artistas. El presentar en un mismo espacio sus respectivos mundos da la posibilidad de constatar que sus creadores emplean diversos recursos, así como fórmulas y símbolos muy específicos para comprender el alma y la experiencia humanas. Algo que, en muchas ocasiones, es la causa del horror y el salvajismo. Prueba de ello es que para plasmar magistralmente sus ideas en arte, ambos se valen del subterfugio común de los animales humanizados.

En el Conde Conde se exhibe una escultura de gran tamaño, en la cual una mujer va montada encima de un gallo. Es, por cierto, una imagen que Fabelo había plasmado antes en dos óleos sobre vinil: En el país de tus sueños y Gallo blanco, ambos de 2010. Algo similar ocurre con los conjuntos escultóricos hechos con tosco aluminio, que llevan incrustados cafeteras vasijas viejas, palanganas, jarros. Es una estética a partir de la cual el artista ha creado varias piezas, como Isla de Cuba (2006), en la que armó sobre el suelo la silueta de nuestro país con numerosos jarros.

El humor absurdo constituye una de las señas de identidad de la poética de Fabelo. También lo es el grotesco, que como ha hecho notar Leonardo Padura emplea para expresar la terrible cercanía del ser humano hacia lo animal de su condición. Eso hace que ese ingrediente de su arte suelte amarras “para clamar por la existencia de una patente deshumanización que cada día toca a las puertas y recorre las calles de las ciudades”. Artista reflexivo y que posee una vocación vehemente por realzar los valores humanos, Fabelo condensa en sus obras un llamado de alerta, en una época en la cual esos valores se degradan.

Acerca de Mundos, uno de sus comisarios, Jorge Antonio Fernández, quien además es Director del Museo Nacional de Bellas de Cuba, ha escrito: “La idea de que puedan convivir piezas de Roberto Fabelo con algunas obras pertenecientes a las series antes mencionadas de Francisco de Goya, responde a la reverencia que le ha brindado el artista cubano a uno de los creadores más emblemáticos de la pintura y el grabado español. Fabelo, al igual que Goya, trabaja con el extrañamiento y juega con los recursos idílicos, misteriosos y absurdos que nos provocan los sueños. El lugar que ocupan los animales y las figuras humanas conforman un solo núcleo, no hay lectura directa de posibles significados en los personajes representados. Cada elemento evoca símbolos, fórmulas muy específicas de entender la barbarie, el horror o el atraso. En ambos creadores, el gesto de ilustrar es un modo de acercarse a un registro que parte del alma de quien lo crea (…) Estamos seguros de que, si Fabelo no hubiera visto y sentido de cerca las obras de Goya, sería un artista distinto”.

Exposición complementaria a la de Madrid

Varias semanas después de que Mundos estuviera abierta al público, la Fundación Ibercaja inauguró en su Museo Goya, de Zaragoza, Divertimentos, que en parte es una exposición complementaria a la de Madrid. Marisa OropesaRuiz y Mario José Hernández son también sus comisarios, y se han centrado en la obra más recientedel artista. La totalidad de las 57 piezas han sido realizadas entre 2012 y 2023, y abarcan pinturas, dibujos y esculturas. Dado que no he visto la muestra, me limitaré a dar noticia sobre la misma a partir de la información que se ha publicado.

La influencia de Goya se advierte ya en la pieza que da la bienvenida a los espectadores, Sueño de Goya. Es una pintura monumental realizada sobre seda bordada que fue concebida expresamente para esta muestra. En ella afloran algunas de las imágenes icónicas del artista aragonés, como El perro o La maja desnuda. En Divertimentos se destacan las raíces cubanas de Fabelo, el uso de recursos idílicos y absurdos y la presencia de animales para captar la atención del público y fomentar su propia reflexión. Ejemplo claro de esto es la instalación Sobrevivientes, que está situada en el patio de la sede central de la Fundación Ibercaja, en la plaza de los Sitios. Allí habitan seis enormes cucarachas humanizadas, a través de las cuales el artista ha querido representar la relación entre el hombre y su subordinación al poder.

En las piezas expuestas están presentes, asimismo, el mundo onírico, las fantasías y las combinaciones híbridas de animales y humanos, características del artista cubano. Su constante recurrencia a los animales para comunicar sus mensajes o sus denuncias, da lugar a combinaciones híbridas y surrealistas. Junto con las moscas (Meditación de remedios) o las cucarachas (Sobrevivientes), el gallo tiene una gran importancia en su obra. El artista lo representa congran plasticidad, belleza y fuerza.

Al igual que Goya, Fabelo se convierte a través de sus obras en un cronista y un testigo de los hechos y de la actualidad. Eso se hace evidente en la serie que gira en torno a la crisis sanitaria por el covid. A ella pertenecen En tiempos de pandemia y Divertimentos en tiempos de pandemia, obras que reflejan una catarsis en la cual predominanel caos, el temor y la necesidad de moverse y escapar, pero también prevalecen el humor, lo grotesco y el disparate.Fabelo deja que sea el espectador quien llene las obras con sus propias ideas e interpretaciones. Esa aproximacióntambién la consigue eliminando el cristal, algo que hace en Venganza, un dibujo de gran formato realizadodirectamente sobre el papel y expuesto tal cual sobre la pared.

En Mundos. Goya y Fabelo y Divertimentos, el público español tiene la oportunidad de acercarse a un artista que se encuentra en plena madurez, lleno de inquietudes y potencialidades creativas. A lo largo de varias décadas ha desarrollado una rica y brillante trayectoria de búsquedas y hallazgos. Y termino con estas palabras de unos de sus estudiosos más fieles, Rafael Acosta de Arriba, para quien “el itinerario de su obra es una vasta parábola que ocupa desde hace años un lugar prominente en la historia del arte insular”.

Mundos. Goya y Fabelo. Centro Conde Duque, Conde Duque, 11, Madrid. Hasta el 30 de julio de 2023. De martes a sábado, de 10 a 14 y de 17:30 a 21 horas. Domingos y festivos, de 10:30 a 14 horas. Lunes cerrado. Entrada gratuita.

Divertimentos. Museo Goya, Espoz y Mina, 23, Zaragoza. Hasta el 24 de septiembre de 2023. De martes a sábado, de 10 a 14 h y de 16 a 20 h. Domingos y festivos, de 10 a 14 h.

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