Actualizado: 17/05/2024 12:58
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Dueño y señor del ring

El cubano Joel Casamayor ganó la faja dorada de los pesos ligeros en el Consejo Mundial de Boxeo.

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Envuelto en una bandera cubana y vistiendo pantalones y gorra con los colores de la enseña patria, así subió al ring como aspirante y bajó como campeón mundial Joel Casamayor la noche del pasado sábado 7 de octubre.

Rememorando las grandes victorias en patio ajeno de los gloriosos Kid Chocolate y Kid Gavilán, el cubano ganó la faja dorada de los pesos ligeros del Consejo Mundial de Boxeo, al vencer en decisión dividida a Diego Corrales, en un pleito desarrollado en Las Vegas, Nevada.

El guantanamero de 35 años de edad, con su característico estilo de pegar y que no le peguen, y de salir y entrar en la guardia de su rival, prácticamente no recibió golpes en los 12 asaltos, por parte del norteamericano que el día anterior perdió la corona en la pesa al exceder 4 libras de las 135 reglamentarias, por lo que el título estaba vacante a la hora de comenzar el combate.

Durante los cuatro primeros asaltos la pelea estuvo pareja, con pocos golpes de ambas partes, pero en el quinto round el árbitro norteamericano Kenny Baylees hizo un conteo de protección a nuestro coterráneo, que cayó en el tapiz al enredarse con los pies de su oponente, a la vez que este pegaba un manotazo. La repetición del vídeo mostró claramente lo ocurrido, acción que no tuvo solidez en las tarjetas de los colegiados.

A partir de ahí el cubano apretó el acelerador y fue "dueño y señor" del ring, con sus picarescas entradas en la guardia de su más espigado rival, que no supo ni pudo quitar de su rostro los swines y ganchos izquierdos repetidos.

Uno de los jueces vio ganar al cubano 116 puntos por 111, otro 115 a 112, y un tercero —increíblemente— otorgó el veredicto a Corrales, 114-113. Un sondeo entre los periodistas que cubrieron la velada fue de 116-112 unidades para el cubano, que de esa manera ganó por segunda vez un título mundial. En mayo de 2000, Casamayor se agenció el fajín de las 130 libras al vencer a Jongk Won por nocao técnico en cinco asaltos de una pelea desarrollada en Kansas City.

Sin tener que cambiar bicicletas

"Este triunfo lo dedico al pueblo cubano y a mi gente de Miami", dijo para la televisión un emocionado Casamayor al término del pleito.

El cubano había presentado dificultades en otros combates en Las Vegas, donde los jueces "no le veían ganar", quizás por ser cubano o por no tener los "padrinos necesarios" del pugilismo rentado. "Ya era hora de que aquí reconocieran mi trabajo y para reafirmar mi clase, me preparé esmeradamente", manifestó poco después en el centro del ring instalado en el Mandalay Bay Resort & Casino.

Es la victoria número 34 en su carrera profesional de 11 años, 21 de ellas ganadas por nocao con tres derrotas, todas muy cerradas y un empate. Con antelación, El Cepillo Casamayor había sido monarca doble del orbe en el sector amateur como integrante del equipo nacional de la Isla. Triunfó en el Mundial de 1989 en los pesos gallos (118 libras) y tres años después se llevó el cetro en la división de los 54 kilos en la Olimpíada de Barcelona 92.

Iba en camino de otra presea para la cita olímpica de Los Ángeles 96, pero poco antes dejó el campamento donde se preparaba en México para cruzar la frontera hacia Estados Unidos en busca de libertad, cruzar guantes con los mejores exponentes del boxeo profesional y obtener los bienes económicos que el gobierno de su país le negaba. Atrás quedaron 380 combates desarrollados a sangre y fuego entre los mejores aficionados del mundo.

Según confesó, su victoria más grande no tuvo nada que ver con el pugilismo. "La mejor sensación que he tenido en mi vida fue cuando vine a vivir a Estados Unidos". El guantanamero no olvida el premio que le otorgaron las autoridades cubanas por su triunfo en Barcelona 92. "Me dieron una bicicleta de fabricación china, que poco después cambié por un cerdo para darle de comer a mi familia allá en Guantánamo", dijo.

Con su nuevo éxito, Casamayor se unió a la lista de eminentes pugilistas cubanos que han ganado coronas mundiales en el campo rentado, en una relación que encabezan Eligio Sardinas, Kid Chocolate, monarca de las 126 libras y los pesos ligeros entre 1930 y 1933, y Gerardo González, Kid Gavilán, que reinó en los welters (167 libras) de 1950 a 1953. También enriquecen la nómina José Mantequilla Nápoles (67 kilos) y Ultiminio Ramos (57 kilos).

El 2006 parecía ser el último año entre las 12 cuerdas para el zurdo que reside en Miami, pero todo parece indicar que nuevos triunfos, nuevas batallas y mejores resultados económicos le esperan, sin tener que canjear bicicletas para llevar un bocado a los suyos.