Pinochet bajo arresto domiciliario tras ser procesado por secuestro y tortura
'Se le ha dejado bajo detención por ser considerado un peligro para la sociedad, atendido la gravedad de los delitos', dijo el juez Alejandro Solís.
El ex dictador chileno Augusto Pinochet quedó bajo arresto domiciliario el lunes, luego de que un juez lo procesó como autor de crímenes cometidos en el centro de detención Villa Grimaldi tras el golpe de estado del 11 de septiembre de 1973, informó Reuters.
El juez Alejandro Solís dijo a periodistas que personal de tribunales notificó el lunes del procesamiento a Pinochet por 36 secuestros calificados, un homicidio y 23 casos de tortura.
"El general Augusto Pinochet ha sido notificado de su procesamiento por secuestro, un homicidio y torturas y se le ha dejado bajo detención por ser considerado un peligro para la sociedad, atendido la gravedad de los delitos", dijo Solís.
"Sin embargo, por su edad, 90 años, se le ha dejado detenido en su domicilio", añadió.
Es la primera vez que se procesa por torturas al ex dictador, quien ya ha estado bajo arresto domiciliario por otros casos de atropellos a los derechos humanos y delitos económicos.
Durante la dictadura militar, entre 1973 y 1990, unas 3.000 personas fueron "desaparecidas" o murieron y otras 28.000 sufrieron torturas, incluida la presidenta chilena, Michelle Bachelet.
Centenares de chilenos fueron torturados en Villa Grimaldi entre 1974 y 1977, a manos de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), la policía secreta de Pinochet.
La tortura de opositores durante la dictadura militar fue una práctica sistemática ejecutada por la DINA y su sucesora, la Central Nacional de Inteligencia (CNI).
Hasta ahora, Pinochet se ha librado de enfrentar hasta el final los juicios por violaciones a los derechos humanos, argumentando razones de salud física y mental, pero el juez Solís ha declarado que no está acreditado que el ex dictador esté "enajenado mentalmente".
En octubre de 1998, Pinochet fue detenido por primera vez en una clínica en Londres, donde se recuperaba de una cirugía, a pedido del juez español Baltasar Garzón, que lo acusó de genocidio y tortura.
Tras 530 días de arresto, Pinochet regresó a Chile en marzo de 2000.
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