Una entrevista con Hubert Matos
Armando Añel | 23/07/2008 14:39
Tags: Entrevistas
El comandante Hubert Matos cumplió noventa años apenas el mes pasado, veinte de los cuales transcurrieron en las prisiones castristas (fue liberado, luego de cumplir íntegramente su condena, en 1979). Su encarcelamiento ha sido, desde que tengo uso de razón, un símbolo de la esencia miserable del castrismo, de lo inhumano que puede llegar a ser el castrismo. Matos fue uno de esos hombres que luchó por los supuestos ideales de la “primera revolución”, hasta que, tras perseguir inútilmente la utopía de un fidelismo “con todos y para el bien de todos”, dio con sus huesos en la cárcel. Uno de los que nunca descubrió que la revolución era cosa de gángsteres.
Un fragmento de su carta de renuncia, que enviara a Fidel Castro en 1959, resulta particularmente revelador:
“Si se quiere que la revolución triunfe, dígase a dónde vamos y cómo vamos, óiganse menos los chismes y las intrigas, y no se tache de reaccionario ni de conjurado al que con criterio honrado plantee estas cosas. Por otro lado, recurrir a la insinuación para dejar en entredicho a figuras limpias y desinteresadas que no aparecieron en escena el primero de enero, sino que estuvieron presentes en la hora del sacrificio y están responsabilizados en esta obra por puro idealismo, es además una deslealtad, una injusticia, y es bueno recordar que los grandes hombres comienzan a declinar cuando dejan de ser justos”.
Castro, que nunca fue grande ni justo, lo metió en la cárcel nada más leer aquello.
Una vez más, Cuba Inglesa agradece la gentileza del periodista de TV Martí Alfredo Jacomino, quien nos cedió la siguiente entrevista. Seguramente, los lectores la disfrutarán con el ardor de su primera entrega:
Una entrevista con Hubert Matos
¿Le hubiese gustado vivir otra vida, sin veinte años de prisión, sin grados de comandante, sin llamarse Hubert Matos?
Es posible que sí, pero el hombre es el hombre y sus circunstancias. Me tocó vivir ésta, y he tratado de hacerlo de acuerdo a mis convicciones, formadas en la niñez y en la juventud.
¿Qué encuentra cuando se mira al espejo?
A un hombre que quiso ser maestro toda su vida. A alguien que ha tenido un montón de experiencias muy complejas, pero que ha tratado de ser siempre fiel a sus principios.
Nombre algunos buenos amigos.
Tengo muchísimos buenos. En mi juventud había uno en mi pueblo, Raúl Milán, hace casi sesenta años que no sé de él, pero lo recuerdo como uno de mis buenos amigos. Y después sería injusto si me pongo a señalar porque tengo muchos amigos de la mejor calidad.
Y algunos enemigos.
Los dos hermanos Castro están indudablemente entre los enemigos que más se han ensañado conmigo. A esta altura veo que van en decaída y me río de ellos, pero no me río de la obra que dejan.
De sus ex colegas de armas que aún están en Cuba, ¿quién considera que tiene mejores condiciones humanas?
No lo puedo decir porque estaría comprometiendo a una gente en la que tengo esperanzas todavía.
¿Su mayor error?
Quizás fue no tener la visión de lo que venía después, es decir, no saber descubrir toda la entraña perversa que había en Fidel Castro. Pero para eso hubiera necesitado ser algo más que una persona humana.
¿Su mayor acierto?
Haber escogido la profesión de maestro, porque creo que nací para maestro. Los años más felices de mi vida los emplee en la educación, tanto enseñando a niños en la escuela rural como formando maestros en la escuela normal de Manzanillo.
¿Guarda muchos secretos?
No creo que guarde muchos secretos. No creo.
¿Cuál es la mayor lección que ha aprendido de la vida?
Que por muy cruel y muy recia que sea la adversidad uno tiene que crecerse interiormente y abrazarse a los principios, y resistir. Hay que ser leal a esas cosas.
Si pudiera volver atrás cincuenta años, ¿qué cosas cambiaría?
No creo que cambiaría muchas cosas. He tratado de vivir de acuerdo a mis convicciones y las cosas tristes y difíciles que he tenido que encarar las he tenido que encarar por no desteñirme.
A cualquier cubano le hubiese gustado ser presidente, ¿a usted también?
Yo lo que he querido ser toda mi vida es maestro. Desde joven soñé que en la vejez tendría un colegio con todos los niveles de la enseñanza.
El peor defecto de los cubanos es…
Quizás tener demasiado personalismo, el creer que uno es un fenómeno y el no ser objetivo para medir las consecuencias de los pasos que se dan.
Cuando se es joven se puede hasta matar por un ideal. ¿Hasta qué edad eso ocurre?
Más que matar por un ideal, creo en matar por razones muy recias, muy fuertes. Los cubanos aprendimos con los ejemplos que nos dieron Agramonte, Céspedes, Martí y Maceo. Aprendimos que la violencia es justa cuando es necesaria, cuando no hay otra vía. Y pienso que si la razón para matar es defender la libertad, la honra personal, en fin, defender la condición de la persona humana, de seguir siendo honesta, eso justifica cualquier tipo de violencia.
Si le dijeran que puede viajar a Cuba por 24 horas, ¿qué lugares le gustaría visitar?
Yo no viajaría a Cuba nada más que para ayudar a mi pueblo a salir de sus cadenas. Pero me doy cuenta que en las circunstancias actuales es inútil, y que a estas alturas probablemente la violencia no sea la mejor forma para salir del problema cubano.
¿Qué es lo más difícil de estar veinte años preso?
Hay muchas cosas difíciles pero, en mi experiencia, lo más difícil fue encarar a diario las ofensas y los golpes. Por eso tuve que apelar en tres oportunidades a la huelga de hambre. Fue decir: o me respetan o me echan a la sepultura.
¿Cómo le gustaría que lo recordasen?
Por encima de todo como una persona que ha tratado de cumplir con su deber.
Si le mencionan la palabra “revolución”, ¿qué le viene a la mente?
Que fue una cosa muy hermosa que los señores Castro prostituyeron.
Dos cartas públicas se escribieron sobre su libro Cómo llegó la noche. Una del doctor Emilio Cosío y otra del capitán Roberto Cruz Zamora. ¿Quién de ustedes se acerca más a la verdad histórica?
¿Dos cartas que escribieron? Bueno, son dos personas que cuestionaron mi carrera. Los dos mienten.
Si usted y Fidel Castro se encontraran nuevamente, ¿le hablaría de recuerdos, de reproches, o de esperanzas perdidas?
Castro no sabría enfrentarme a mí. Yo lo reté estando preso a que se reuniera en Seguridad del Estado conmigo, con cien guardias si quería, que le iba a decir unas cuantas cosas. Yo creo que le diría: sospechaba que eras un bribón, un miserable, un cobarde, pero me quedé corto al imaginar todo eso.
¿Quién es Hubert Matos en pocas palabras?
Un hombre que quiso toda su vida dedicarse al magisterio y ser un ciudadano útil. Yo he tratado de vivir mi vida y creo que la he vivido más o menos de acuerdo a los patrones que marqué en mi juventud.
Enlace permanente | Publicado en: Cuba Inglesa | Actualizado 23/08/2008 8:50
Una entrevista con Lincoln Díaz-Balart
Armando Añel | 11/07/2008 3:14
Tags: Entrevistas
La siguiente entrevista fue concedida por el congresista Lincoln Díaz-Balart, representante por el Distrito número 21 de la Florida, al periodista de TV Martí Alfredo Jacomino. Con la batalla por el asiento que Lincoln ocupa en el Congreso entrando paulatinamente en su recta final –se lo
disputa el ex alcalde de Hialeah Raúl Martínez-, este es un trabajo de actualidad.
Un aforismo de Emenegildo Evans: “Cuando las cosas no están de moda, es cuando más lo están”. Agradecemos a Jacomino. Que lo disfruten.
Una entrevista con Lincoln Díaz-Balart
Hay políticos que piden por adelantado las preguntas de una entrevista. ¿Ha puesto usted, o pondría, esas condiciones alguna vez?
No, la libertad de prensa incluye la libertad para el periodista de preguntar lo que desee y yo creo en la libertad de prensa.
¿Qué diferencias hay entre el representante federal frente a los micrófonos y la atención del público, y el Lincoln Díaz-Balart en la vida privada, en la intimidad de familiares y amigos?
Creo que hay mucha consistencia y similitud. Porque sobre lo que me motiva, o sea, sobre las cuestiones fundamentales, hablo en público y también en privado. Así que creo que las similitudes son más que las diferencias.
¿Cuáles fueron sus sueños de niño que no pudo realizar de adulto?
Siempre quise… bueno… yo siempre quise ver a Cuba libre y esa no es una realización que hemos visto todavía, pero no quiere decir que no la vayamos a ver. En el aspecto personal, me interesó la música siempre. No la estudié, pero tocaba batería. Nunca pensé realmente que haría de la música una profesión, pensé más bien que si tenía la oportunidad estudiaría para convertirme en abogado, y es lo que en definitiva hice. Aunque me sigue gustando la música, incluyendo el jazz. Soy un gran admirador de Sandoval, de Paquito de Rivera y otros genios del jazz, y no quiere decir que he dejado de tener interés en eso, porque creo que la música es bella. Pero quería ser abogado desde niño.
¿Qué cosas sencillas de la vida cotidiana le duele perderse con regularidad?
Estar con la familia y el que mis hijos hasta cierto punto hayan crecido sin mi presencia física. Eso ha sido lo más difícil de servir en el Congreso de Estados Unidos durante 16 años.
¿Cuáles son sus héroes de ficción y sus héroes de la vida real?
Biscet y Antúnez son héroes míos. El sufrimiento de ellos y la causa de ellos es algo que siempre está en mi mente, y tengo fotografías en mi oficina en Washington de Biscet y de Antúnez. Tengo otros héroes, mi padre fue un gran héroe para mí.
¿Cuando usted le da gracias a Dios y le pide perdón, fundamentalmente por qué lo hace?
Bueno, le doy las gracias a Dios por su misericordia ilimitada, porque creo que Dios es misericordia, amor y perdón. Sobre todas las cosas le doy las gracias por eso y hasta por darme la oportunidad, como decía Rabindranath Tagore... la libertad de públicamente decir cualquier cosa que quisiera decir de El.
¿Le ha dado alguna vez, o ha querido darle, un abrazo a su primo Fidel Castro Díaz –Balart?
¡No!
¿Existe algo que le haya provocado deseos de renunciar a su puesto y dedicarse a otra cosa?
Yo tengo que admitir que siento atracción por la profesión de abogado. Siempre quise ser abogado y extraño el poder ejercer, pero reconozco que tiene lógica y sentido la regulación que fue aprobada en 1989 -tres años antes de que yo fuera electo-, que prohibió a los miembros del Congreso ejercer como abogados. Entiendo la lógica por el posible conflicto de intereses; pero sin dudas el ejercicio de la profesión es algo que uno extraña.
¿Qué actriz o cantante de Hollywood le resulta más atractiva por su belleza?
Mmm… Yo creo que aunque ya no está físicamente con nosotros está en una categoría muy especial Marilyn Monroe.
En una escala del uno al diez, siendo el diez la puntuación más alta, ¿cómo se evaluaría usted jugando dominó, bailando salsa, diciendo piropos, contando chistes y jugando pelota?
Jugando dominó, 3. Bailando salsa, 0. Diciendo piropos, 2. Contando chistes, 1. Y jugando pelota… bueno, hombre, eh… cuando lo hacía llegué a ser no un 8, pero sí un 6.
Se le atribuye al cómico Groucho Marx la siguiente frase: “La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados”. ¿Qué le parece esa afirmación?
No, no, Groucho Marx tenía mucho talento, pero no creo que sobre la política. La política es hacer posible lo difícil para ayudar a la comunidad y requiere mucho trabajo, persuasión, perseverancia, tolerancia e integridad, respeto por los colegas y por el pueblo que uno representa. Es un gran honor poder ser político y representar en una sociedad democrática a un pueblo noble y trabajador como el que yo he tenido el honor de representar durante 16 años en el congreso de Estados Unidos, y anteriormente por seis años en la legislatura de la Florida.
Un extranjero puede alistarse en el ejército de Estados Unidos y arriesgar su vida por la misma nación que luego no le permite ser presidente. ¿Le parece absurdo?
No… los fundadores de esta nación fueron hombres verdaderamente sabios, debatieron ese tema. Creo que llegaron a una posición razonable. En Estados Unidos un inmigrante tiene más oportunidades que en ningún otro país del mundo, puede llegar a ser senador federal como Mel Martínez, puede llegar a ser secretario de Estado como Madeleine Albright o Henry Kissinger. Lo único que no se puede aspirar es a la presidencia, y por ende a la vicepresidencia. Y creo que esa fue una decisión con mucho sentido común. Cuando uno estudia Estados Unidos en comparación con otras democracias representativas en el mundo, casi sin excepción hay muchísimas más oportunidades para el inmigrante en Estados Unidos que en cualquier otro país.
Se dice que en la política no se hacen amigos ni enemigos, sino aliados y adversarios. ¿Así funciona?
No, no, sí se hacen amigos, y la realidad es que en la vida también se hacen adversarios. Martí decía que era más importante conocer los enemigos de alguien que los amigos para conocer a esa persona. Pero la realidad es que sí se hacen amigos en la política, porque la política es una forma muy intensa de vivir la vida. Se hacen amistades y se hacen grandes amigos.
A su juicio, ¿cuál es la virtud más escasa en la política?
Igual que en el resto de la vida, la palabra. O sea, que es una parte fundamental del carácter. Una de las cosas que yo más admiro es la palabra, cuando uno puede confiar en la palabra de alguien. Eso es para mí absolutamente sagrado.
¿Qué es peor para un político, no tener gracia, no tener suficiente dinero o no tener un buen jefe de campaña?
Creo que el primer problema es uno de los más serios porque hay que tener algo de sentido del humor ante la vida en general, no sólo en la política. El sentido del humor lo ayuda a uno mucho en la vida.
Hace más de cien años se fabricaban en Estados Unidos autos eléctricos. Luego de tantos años de avance tecnológico, ¿por qué no se elimina con mayor rapidez la dependencia del petróleo?
Ese es un tema muy serio sobre el que estamos trabajando. En definitiva, hasta ahora no ha sido verdaderamente costeable y competitivo reemplazar el petróleo. El petróleo ha sido y continúa siendo muy competitivo, pero con la subida del precio por la demanda extraordinaria en nuevos mercados ahora por fin se está dando cuenta el mundo que hay que lograr sustituirlo. Hasta que no logremos desarrollar otras formas de energía para competir eficazmente con el petróleo, no va a bajar el precio. Cuando lo logremos, vamos a ver una fuerte rebaja. En eso estamos trabajando, y vamos a continuar trabajando sobre otras fuentes de energía importantes que tienen que incluir la nuclear, la solar, la del viento.
Según el libro La terrible impostura del autor francés Thierry Meyssan, ningún avión se estrelló contra el Pentágono. Entre otras cosas, ahí se afirma que el daño en la pared fue menor que el diámetro de las alas del avión, y también se habla de la inexistencia, en un edificio tan vigilado, de un video que muestre el impacto con claridad. ¿Qué considera de esa teoría?
Bueno, habría que preguntarle a Ted Olson, que perdió a su señora, dónde él cree que murió ella. La realidad es que el avión chocó y los radares que estaban siguiendo la trayectoria del avión vieron que fue hacia Washington y desapareció instantáneamente, y debido a la extraordinaria velocidad con la que impactó, se desintegró. O sea, yo creo que es bastante obvio cuál fue el trágico desenlace de ese vuelo.
En el caso del asesinato del presidente John F. Kennedy, ¿cree que Larry Oswald actuó solo, o prefiere aceptar la teoría de la conspiración?
Creo que lo que se le informó al pueblo de Estados Unidos por la Comisión Warren no es, eh… demasiado serio… y creo que de la misma forma que todavía existen grandes preguntas sobre el asesinato de Lincoln en 1865, vamos a ver preguntas muy serias sobre esto, sin contestar, probablemente por siglos.
¿Cómo evalúa el crítico documental Sicko de Michael Moore, sobre los seguros de salud en Estados Unidos?
Ese señor tiene una agenda ideológica fundamentalmente antiamericana. El antiamericanismo es la gran batalla ideológica de nuestra época… pro americano… antiamericano… Así se divide el mundo ideológicamente hoy en día. Los que creen que Estados Unidos es una fuerza para el bien y los que creen que los Estados Unidos es una fuerza para el mal. Michael Moore es intrínsecamente, digamos sociológicamente, antiamericano, y entonces siempre está tratando de denigrar a Estados Unidos, incluyendo películas como esa. La realidad es que Estados Unidos tiene un sistema que cuando alguien en cualquier parte del mundo se enferma, si puede, viene a Estados Unidos. De que tenemos que trabajar para hacerlo más accesible y costeable a todos, es obvio, pero debía también admitirse que es el mejor sistema del mundo.
¿Quién es Lincoln Díaz-Balart en pocas palabras?
Alguien que siempre ha tratado de cumplir su responsabilidad con integridad y con respeto. Alguien que ama la libertad y se siente honrado de haber tenido la confianza durante todos estos años, manifestada en las urnas reiteradas veces, de mi comunidad. Siempre voy a trabajar para continuar mereciendo ese respeto y siempre voy a estar reciprocándolo con respeto y con integridad. Y alguien también, pues, que cree en Dios y sobre todo en su misericordia.
Enlace permanente | Publicado en: Cuba Inglesa | Actualizado 23/08/2008 8:52
[« Anterior][1][2][3][4]