Fortún, Santana y la saga Thamacun
Armando Añel | 10/07/2008 3:41
Tags: Cultura
Dos características fundamentales identifican, a mi modo de ver, la obra del pintor y caricaturista Omar Santana (Las Villas, 1967). El poderío de sus imágenes –de su imaginación si se quiere-, en posición de absorber segundas y hasta terceras interpretaciones, y la versatilidad de una “caligrafía” capaz de regodearse en el detalle sin descuidar el conjunto.
Cuba Inglesa publicará próximamente un reportaje sobre su obra. Entretanto, reproducimos una excelente reseña del poeta Denis Fortún, cortesía de Fernandina de Jagua.
Santanizando
un artículo de Denis Fortún
El oficio de caricaturista para nada es un trabajo fácil. No es sólo asumir el reto de desdibujar al que se pinta y a su vez mantener los rasgos precisos que lo asemejan al rostro real sino, además, cuando se requiere, hacerlo con una sátira mordaz y desde la denuncia, de la que Santana es un maestro.
Llevo tiempo disfrutando las caricaturas, y pinturas, de Omar Santana. De hecho, cuando aún no lo conocía, guardaba en mi PC algunos trabajos suyos que veía en Encuentro…. Su obra, de la que conozco buena parte, es fresca, divertida pero en profundidad. Un inmenso puñal que pincha todo lo que ha de ser pinchado, con el indudable humor que lo caracteriza y con la implícita cavilación para disfrutar y utilizarla. Sus trazos, que a veces parecen infantiles, son precisamente los que lo distinguen de otros buenos caricaturistas en Miami, no muchos por cierto. De idéntica manera, son de una peculiaridad que más que señalarlo lo identifica; es decir, se trata de un artífice con personalidad y estilo. Si por azar te encuentras una caricatura de él en cualquier parte y no está firmada, puedes apostar con seguridad a que es un trabajo de Santana.
Recién en Delio Studios se presentó una parte de su obra. Una apretada síntesis de “Humor Santánico” que reunió a sus amigos y gentes que se complacen de su arte. Fue un chispazo que no puede dejar de mencionarse, y que ha de repetirse. Fue lo mismo un pretexto para conversar con él sobre lo que lo inquieta, que a su decir son muchas cosas, por lo que a veces no le alcanza el tiempo para dibujar todo lo que quisiera. Fue, asimismo, una buena oportunidad para explorar la obra del artista.
En fin, Santana es un creador de talla extra (a pesar de su delgadez extrema) que ya tiene un espacio dentro del arte cubano en el exilio. Igual dentro de la Isla, donde, amen de censuras, ha de ser reconocido en su momento. Es alguien al que se le agradece que siga caricaturizando de manera virulenta su tiempo.
La saga Thamacun
Precisamente Omar Santana es, hasta donde sé, uno de los contados cubanos de mi generación familiarizados con El Hecho Thamacun. En su familia, según me ha revelado, circulaban historias al respecto. Incluso, uno de sus familiares más cercanos residió fugazmente en el Reducto.
Precisamente Denis Fortún acaba de publicar en Fernandina de Jagua algunas impresiones sobre la saga thamacunesa. Los interesados pueden acceder al texto completo en su blog: http://fernandinadejagua.blogspot.com/
Aquí unos fragmentos:
“La narración de Thamacun constituye una saga, es por eso que la historia se desarrolla fragmentariamente, progresivamente. Además, se trata de una historia viva. Es decir, Cuba Inglesa es una especie de interpretación virtual del antiguo Thamacun –una suerte de herencia conceptual llevada a la práctica-, de la que participan hoy día, básicamente, descendientes de thamacuneses, cubanoingleses y cubanos exiliados. Aunque también he conocido ciudadanos de Cuba Inglesa de origen español y colombiano, y hasta un sudafricano.
“Geográficamente, el Thamacun anterior al Segundo Éxodo estaba ubicado a pocos kilómetros de Cayo Sal, al norte de Cuba. Los sucesos que determinaron la desaparición del enclave pronto serán narrados en el blog, pero puedo adelantarte que están relacionados con la desaparición, valga la redundancia, de Camilo Cienfuegos”.
Ilustraciones, Omar Santana
Publicado en: Cuba Inglesa | Actualizado 10/07/2008 3:54