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De Armas: Una entrevista con Armando Valdés-Zamora (II)

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Reseño dos entrevistas antes de pasar a la nuestra. En la primera, en Efory Atocha, Chago dialoga con Maria Elena Cruz Varela, quien analiza los actuales movimientos en la cúpula del poder castrista, y nos habla de su próxima presentación en Barcelona, entre otros tópicos. No se la pierdan. En la segunda, la famosa Superwoman, que en su momento electrizara la blogosfera cubana, responde a las preguntas de nuestras reporteras de oro en la Segunda Elaboración de este blog en Google.

A continuación, la segunda parte de la entrevista posteada en la entrada anterior. Abarcadora y muy instructiva:

Una entrevista con Armando Valdés-Zamora

por Armando de Armas

Armando de Armas: Usted es Doctor por la Universidad de la Sorbona con una tesis titulada La escritura del cuerpo: el discurso teórico y poético de José Lezama Lima. ¿Cómo se aprecia en la obra lezamiana la escritura del cuerpo, específicamente cómo se manifiesta en la novela Paradiso?

Armando Valdés-Zamora: Con respecto a Lezama mi tesis es que es el cuerpo la forma predominante en toda su escritura: poesía, narrativa, ensayística, diarios, cartas, etcétera. Yo he pretendido invertir el punto de vista crítico con respecto a la escritura de Lezama: verlo como un escritor del cuerpo y no del espíritu insular, partir del análisis de su conciencia y confrontarlo al texto sin tener en cuenta las numerosas trampas y guías apócrifas con las cuales él criollamente desvía a los lectores.

En mi tesis yo demuestro que Lezama pasa por tres etapas al tratar de escribir un texto-cuerpo: una insular, otra barroca y la última, la más trágica, que él mismo nombra barroco carcelario, es la etapa durante la cual él escribe su propio cuerpo, encerrado en el espacio de su casa y en el tiempo agónico del estalinismo de los setenta, que coincide con el final de su vida en 1976.

Ah, en mi tesis me centro en la poesía de Lezama, en su discurso teórico y en su escritura íntima. No toqué entonces Paradiso porque es de lo que más se ha hablado. En un libro que escribo actualmente integró la novela a esta estructura de lectura del cuerpo que divido en dos partes: Mirada y Experiencia corporal. Los resultados de este estudio complementario aún no son definitivos.

AA. ¿Cómo se aprecia la escritura del cuerpo, digamos, en la narrativa cubana de la década del 90 al presente?

AV. La imaginación literaria cubana puede valorarse a partir de la lectura de la figura del cuerpo. Eso forma parte de un proyecto de libro que sé me llevará muchos años de trabajo. Con respecto a la narrativa de los 90 quiero creer que son las memorias de Reinaldo Arenas "las responsables" de otra manera de llevar al extremo la corporeidad en la literatura cubana. Aquí lo que se ha dado en llamar "las políticas del cuerpo" están regidas por el exceso del sexo y por el nihilismo del sujeto. El cuerpo en Arenas es la única posesión y reivindicación del insular frente al poder, el máximo ejemplo de rebeldía frente a las marcas que instaura el totalitarismo en los cuerpos de sus víctimas. Aunque se diferencie mucho de Antes que anochezca por adoptar la forma de una ficción, La nada cotidiana de Zoé Valdés es la variante femenina de esa manera descarnada de asumir el cuerpo, en este caso de una mujer. Estos dos libros, junto al Premio Cervantes a Cabrera Infante en 1997, constituyen los hitos más visibles de la literatura cubana en Europa en los noventa. Mucho de lo malo que ha venido después en nuestras letras parte de una interpretación errada y simplificada de estos paradigmas.

Yo quiero añadir también los casos de los desaparecidos Guillermo Rosales y Carlos Victoria. Me parece increíble no haberlo leído en ninguna parte, pero yo considero la novela Puente en la oscuridad el más logrado trabajo de ficción de todos los escritos sobre la tragedia del exilio de Miami: ese cuerpo dividido en dos, esa mitad perdida del hermano, ese padre del otro lado del puente, tomando como base lo más sugerente del romanticismo inglés, salvan otra manera perdurable e intelectualmente refinada de escribir el cuerpo contemporáneo del cubano.

AA. ¿Qué opinión le merece que el mismo régimen que condenó a José Lezama Lima al ostracismo y la miseria, procure luego de su muerte rendirle honores y apoderarse por otra parte de su legado?

AV. Mario Vargas Llosa ha escrito un bello artículo en El País sobre el intento de recuperación de Jorge Luis Borges por parte del gobierno populista argentino que deseaba repatriar los restos del escritor enterrado en Ginebra. Los mediocres siempre necesitan empobrecer el discurso con símbolos que las masas idolatren.

La figura de Lezama se puede prestar a la burda recuperación por el solo hecho de haber muerto en Cuba. Lo más bochornoso no es la manipulación de los comisarios culturales, sino la traición a su memoria de quienes contaron con su confianza y que se prestan por temor y oportunismo a tergiversar incluso su pensamiento y su literatura. Los ejemplos sobran, pero quiero mencionar al menos uno. El de "la congelación" de la tesis de la teleología insular. Esta idea de Lezama que data de 1937 sólo constituye una etapa inicial de su pensamiento, la cual, además, él criticó después. Dejar a Lezama en este estado de sus reflexiones estéticas pretende integrarlo a la idea de una excepcionalidad insular a la que corresponde un hecho final unitivo, una utopía posible que viene siendo al triunfo de la revolución de 1959. Sin comentarios…

La celebración de un coloquio en México en 2010 por los 100 años del nacimiento de Lezama promovida por José Prats Sariol y de cuyo comité organizador formo parte, es una de las maneras de tratar de salvar la memoria de "El Maestro", de actualizar el estudio de su obra, de rendir homenaje a unos de los más importantes escritores de todo el siglo XX, al margen de rencores, de odios, y de protagonismos inútiles.

AA. ¿Ha visto la película sobre Lezama, El viajero inmóvil, que el régimen de La Habana ha hecho circular recientemente? ¿Qué le parece la película? ¿Qué le parece el hecho de que algunos de los intelectuales que aparecen en el filme fueron los mismos que le censuraron y reprimieron?

AV. De esa película sólo he visto las imágenes de Youtube, aunque sí he leído muchas reseñas que insisten en considerarla muy mediocre. De las bajezas de ciertos sectores intelectuales cubanos de la isla se puede esperar cualquier cosa. Yo que quiero ser hasta compasivo me pregunto qué harán esos canallas letrados cuando no estén sus amos en el poder…

AA. ¿En qué proyecto literario trabaja actualmente Armando Valdés-Zamora?

AV. Acabo de terminar lo que llamo "mi poemario de exilio", en el cual trabajé durante 10 años, se trata de un poemario apócrifo que toma como base un grabado alquímico alemán…

También está casi concluida la antología de cuentos cubanos a la que me refiero en la respuesta 5. Retomo el próximo verano una novela sobre los años 93 y 94 en Cuba. Más que de balseros se trata de una novela de argonautas, es en cierta medida, una continuación de las ideas expuestas en mi primera novela, Las vacaciones de Hegel.

Poco a poco acumulo las páginas de un libro de cuentos, bastante raros, por cierto.

Escribo un libro de ensayo a partir de mi tesis sobre Lezama.

Constantemente abordo en artículos y ensayos publicados casi siempre en Francia diferentes aspectos de la literatura cubana. De aquí saldrá también un libro.

Y acumulo fuerzas e ideas para una historia de la imaginación literaria cubana de la cual sólo están escritos algunos esbozos.

AA. ¿Es feliz Armando Valdés-Zamora? ¿Qué es lo que más desea en su vida?

AV. Contra todos los pronósticos me considero un hombre feliz. Como digo en un poema: Triunfador de todo por una razón inesperada y desmedida: me pasé de límites y de destinos.

Nunca hubiera pensado cuando me expulsaron en un acto público a los 18 años del preuniversitario por problemas ideológicos, cuando mis balsas no llegaban a sus destinos ni cuando vendía libros en la Plaza de Armas, que viviría en París. Que vería crecer mis hijos nacidos en Francia. Que podría viajar, con mi pasaporte francés y un mínimo dinero sudado con mis clases, por el mundo entero cuando me dé la gana. Y decir no, y no pasarme nada…

Lo que más deseo ahora en mi vida es que no haya en Cuba presos políticos. Así de simple.

Y poder ir de vacaciones a la playa con mi hija Ariane que el día que atraparon a Saddan Hussein se puso de lo más contenta y vino a decirme en medio de su confusión de dictadores: Papá ya podemos ir a la playa en Cuba, cogieron a FC, estaba en un hueco y con la barba sucia…

Tomar un café de nuevo con mi madre en Santa Clara. Publicar en revistas literarias editadas en mi país sin filiaciones ni obediencias políticas. Transmitir a los estudiantes cubanos y a los escritores lo que aprendí en Francia. Que en el país en que nací reconozcan el trabajo intelectual que he consagrado a la literatura cubana, a pesar de los rigores de la sobrevida en el exilio.

Y que nunca más cuando me presenten en Francia mi interlocutor me pregunte:

- ¿Cubano?, ¿de dónde? ¿De Cuba o de Miami…?

Y yo me vea obligado a responderle:

- No Monsieur, cubano de París, del Mundo. ¡Un cubano libre!

Ser cubano, por culpa de otros, es algo sumamente difícil… ¿no?



Fortún: Una entrevista con Marcos Miranda

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una entrevista de Denis Fortún

La primera vez que vi a Marcos Miranda -recién llegado yo a Miami- fue en la librería Books and Books, de la ciudad de Coral Gables. Sentí que redescubría a alguien que suponía olvidado. Sin embargo, los innumerables personajes que interpretó en la televisión cubana, lo mismo en programas de corte infantil o dramatizados para adultos -sobre todo en el serial “En Silencio…”-, me dio el fácil pretexto para recordarlo enseguida, sin apenas cruzar palabra con él. Hoy, cuatro años después, le hago una entrevista al que considero un artista, dramaturgo y profesor que sin dudas cuenta con un sólido espacio dentro de la cultura cubana en general, sin importar orillas.

¿Por qué Marcos Miranda se va de Cuba en un momento donde la vanguardia artística cubana aparentaba un compromiso fuerte con la Revolución?

El año 1980 fue definitorio para todos los que de una forma u otra disentíamos del proceso. A mí se me acusó de ser el cerebro de una especie de conspiración en la que se pretendía sacar a varios artistas de Cuba, y por eso, lógicamente, fui citado a Villa Marista. Después de semejante acusación, opté por el exilio, y acerté. No sé a quién se le ocurrió aquella descabellada idea, pero quien haya sido, cambió el rumbo de mi vida. Pues aunque mi familia en el ochenta envió un barco a través del puerto del Mariel para recogernos a mi esposa y a mi hija menor, las autoridades jamás fueron a buscarnos. En verdad, el gobierno fue quien nos conminó a irnos.

¿Vienes directamente a Miami o tienes tu “largo viaje” como muchos otros cubanos?

Mi salida definitiva de Cuba no pasó hasta 1984, y lo hice por España, donde viví 7 años. Una experiencia extraordinaria, que me devolvió la fe en la humanidad, que casi pierdo en Cuba. Desde año 1980 hasta el 1984, fue una época muy dura en la isla para todos los que presentamos nuestra salida del país. Nos sacaron del trabajo y sin posibilidades de recuperarlo o encontrar nuevos. Recuérdese que el sistema comunista no permite la actividad laboral privada de manera oficial, y en aquel momento no existían empresas mixtas ni corporaciones extranjeras donde pudiéramos prestar nuestros servicios ni mi esposa ni yo. La única posibilidad o camino a tomar cristalizó en hacernos artesanos (más bien zapateros) y vender nuestra producción en La Plaza de La Catedral.

¿Entonces puedo asumir que te arrestaron en la famosa “Operación Adoquín”, donde muchos artesanos, sin prueba o delito aparente, fueron a parar a los calabozos del DTI en La Habana?

No. Nunca me di a conocer como artesano. Jamás me inscribí como tal. Y aunque lo hubiese querido, como era mi deseo realmente, mi condición de “gusano” que se iba del país, me lo impedía. Mi hermano Carlos, y mi amigo, el actor Mike Romay (e.p.d.), vendían mi producción. Creo que me salvé porque nunca fui a La Plaza, a pesar de que a Norma, mi esposa, y a mí, nos interesaba aquel peculiar movimiento artístico, y también empresarial, donde el arte y la gestión de ventas se pusieron de manifiesto, y de manera muy próspera e independiente, como no había pasado antes del 59. Además, mis pocas apariciones en la calle como cualquier ciudadano de a pie y sin acceso a los medios, que hice luego de mi renuncia al ICRT como director, escritor y actor, bastaron para que fuera llamado nuevamente al Departamento de Seguridad del Estado, donde se me “aconsejó” que no saliera a la calle porque el público me reconocía como El Ingeniero de “En silencio ha tenido que ser” o El Abuelo Paco de “Variedades Infantiles”. Eso, según “ellos”, “ponía en peligro” el permiso para mi salida definitiva de Cuba. De modo que, a partir de ese momento, comenzó mi condena de cuatro años de prisión domiciliaria.

En el serial “En Silencio…” interpretas un personaje “negativo”, que la gente disfrutó, aún cuando se trataba de un tipo “cobarde”. Cuéntame de esa experiencia en general.

Abelardo Vidal, escritor de la serie y amigo mío, me habló para que interpretara El Ingeniero, y cuando me leí el guión, lo rechacé a pesar de ser un excelente personaje. La razón fue simple, estaba aburrido de que me encasillaran en personajes negativos: nazis, alzados, drogadictos, proxenetas, asesinos, desafectos al sistema, etc., etc. La tendencia a ese tipo de rol, aún cuando me ofrecía una excelente posibilidad de desdoblamiento en el trabajo actoral, le ocasionaba a mis dos hijas menores conflictos en la escuela, al extremo de que en una oportunidad tuve que hablar con la directora del plantel para que tomara medidas encaminadas a controlar las reacciones de los alumnos con las niñas. Al final acepté el papel a instancias de Vidal, quien me afirmó que El Ingeniero tendría un cambio radical en su comportamiento en el transcurso de la serie, y que terminaría siendo un personaje positivo. Esto jamás ocurrió. De todas maneras, se trató de una gran experiencia, y tuve la oportunidad de convertir a un personaje desafecto a la revolución, en un hombre de carne y hueso, libre de esquemas, y con una proyección humana que trascendió al público, a pesar de sus contradicciones personales.

Recién la Editorial Baquiana publicó “Desde las dos orillas”, una trilogía de tu autoría -de muy buena factura, además- que incluye a “Lina”, puesta en escena a la que cierta crítica no le dio muy buen trato, sobre todo por considerar fuera de contexto el hecho de que a un artista cubano le negaran la salida en 1959. ¿Cuentas con elementos que aseguren lo contrario, y que en fecha tan temprana ya existían las órdenes específicas para que frenasen un supuesto éxodo de artistas cubanos al exterior?

Por supuesto, no es menos cierto que durante los primeros meses del mal llamado triunfo revolucionario, el éxodo no fue sólo de artistas, sino de muchas personas que tuvieron la claridad de atisbar el futuro, y tomaron el camino del exilio; muchos que quisieron viajar no pudieron por diversas razones. En aquel momento el régimen no avistaba la masividad que vendría después, pero ya imponían ciertas restricciones para salir del país. En aquel maremagno, los intelectuales y artistas no fueron una excepción.

Ahora bien, el tiempo en una obra de teatro se da, a diferencia de la obra literaria, de muchas maneras: cambios de vestuario, maquillaje, utilería, etc., o distanciando al espectador de otros elementos gráficos, como proyecciones, carteles… que no es el caso. Resulta imposible en una hora y cuarenta y cinco minutos hacer una cronología en tiempo, y de todos los acontecimientos que afectaron a los artistas de la televisión cubana. El régimen, cada vez más, empezó a “apretar” las posibilidades de salir del país, y en esa enmarañada situación se vio la protagonista de mi obra. No sé si son muchos o pocos los actores y actrices que se quedaron atrapados. Yo, personalmente, conozco algunos casos (que me reservo por razones obvias, pues viven en Cuba). Respeto a los críticos, su trabajo es criticar. Pero es el público quien tiene siempre la última palabra.

¿El personaje de Ricardo es una referencia a una alta autoridad cultural o política de la Isla?

No. Ricardo no es un dirigente, es un creador. Un individuo convencido de que su talento está por encima del bien, el mal, y en el fondo es víctima de sí mismo, de su egocentrismo, de su falta de tolerancia, de su soledad, de su ambición, y de su gran inseguridad frente a la vida y a sus relaciones personales. Es un personaje patético, amoral, lleno de contradicciones, defectos; con un gran talento que no alcanza a palear su terrible personalidad.

¿Lina, acaso es una Rosita Fornés, tal vez una Gina Cabrera, otra gran actriz de las tantas que se quedaron en Cuba luego del 59?

En todas las entrevistas que me han hecho, sostengo que Lina es un compendio de personalidades de las muchas actrices cubanas que desafortunadamente se quedaron por una u otra razón en la isla, y que yo tuve el privilegio de dirigir en televisión. Lina no tiene su homónima en Cuba. Las razones por las que muchas de nuestras primerísimas actrices se quedaron, responden a problemas económicos, familiares, personales, etc. Lina es mi homenaje a todas esas mujeres que dedicaron sus vidas al arte dramático: a las que se fueron y ganaron la libertad, pero perdieron su país; y a las que se quedaron, y sin embargo perdieron la libertad y toda posibilidad de retomar sus carreras en un mundo libre.

Todo escritor se nutre de experiencias personales al momento de escribir su obra. ¿Hay mucho o poco de ti en los personajes que conforman a “Lina”?

Yo soy un escritor comprometido con mi tiempo y con mi entorno. No sé, ni quiero aprender, a desprenderme de lo que fui, de lo que soy, y de lo que persigo cuando escribo. No me propongo, cuando surge el maravilloso fenómeno de la creación de una obra o un personaje, agregarle algún rasgo mío. Si lo hiciera, rompería ese proceso. Ahora, considero que de alguna manera la obra en sí siempre tiene mucho del intelecto y las propias vivencias del autor.

Amparo y Clementina, ¿una historia del ICRT?

Para nada, es un juego escénico. Una tragicomedia donde dos mujeres enfrentan su sexualidad y luchan por lo que quieren alcanzar en sus vidas. Es una obra para dos primeras actrices.

Aunque hoy se anuncian en las carteleras de Miami numerosas presentaciones de teatro, ¿consideras que esta manifestación cuenta con “salud” suficiente como para mantenerse en la preferencia de un determinado público y ser asimismo rentable?

¡Definitivamente sí! Soy un ferviente, y convencido, defensor del teatro en Miami. Considero que una ciudad como ésta debe y tiene que contar con muchas opciones teatrales. Aquí hay espacio para dar cita a todos los géneros. Hay un público diverso sin dudas.

Mi opinión es que muchas personas no asisten más al teatro porque lo que prefieren ver no está en los escenarios con que habitualmente contamos.

Dirigí en el Teatro Bellas Artes la obra “Entre Mujeres”, del autor español Santiago Moncada, que estuvo en cartelera ocho meses, con un éxito absoluto. Se trataba de una pieza. Algunos años atrás, “Mi hijo no es lo que parece”, protagonizada por Pedro de Pool, estuvo un año en la escena del Teatro Martí -tristemente demolido y sin visos de que levanten otro espacio teatral en ese lugar-. En este caso, era una divertida comedia. Miami es la puerta de Latinoamérica en los Estados Unidos, por eso necesita multiplicar y diversificar sus espacios teatrales para verdaderamente convertirse en una capital cultural.

¿Por qué Marcos Miranda está ausente de la televisión en Miami? ¿Qué haces actualmente?

Después que cerré el ciclo (1999-2004) de “Luna Verde”, el programa nocturno que conduje durante esos años y que salió al aire por América Teve, Canal 41, me propuse un receso en la pequeña pantalla local. Estaba agotado, pues entonces era productor de los segmentos humorísticos de “Sábado Gigante” y, además, escribía “Teté Comité” y “Qué pasa en casa”, para Radio Martí, donde continuo escribiendo y dirigiendo un programa de sátira política: “Diario Grampa”.

Actualmente, en TeleMartí, conduzco “En el marco de Marcos”, un programa de entrevista a personalidades de la cultura cubana y latinoamericana en general. El año pasado, después de casi veinte años retirado de la pequeña pantalla como actor, retomé mi carrera en la Telenovela “Pecados ajenos”, para la CadenaTelemundo. Ese mismo año, MegaTV me llamó para interpretar a Roberto, el padre de Gabriel, donde tuve la suerte de trabajar junto a Chayanne, lo cual significó para mí una grata e inolvidable experiencia. En este momento empiezo a grabar la telenovela “El rostro de Analia”, una producción de Telemundo. Como ves no estoy tan ausente de la televisión.

Marcos, para cerrar lo que al final se ha convertido en una extensa entrevista, la que te agradezco sin dudas. ¿Eres una persona comprometida con la reconciliación de una Cuba diferente?

Mi compromiso es con la libertad de Cuba. Comunismo y libertad son antagónicos. Mientras existan los Castro, yo no puedo reconciliarme con ellos, ni con su camarilla. Te cuento algo que me ocurre frecuentemente: cuando llega alguien de visita o que viene a quedarse definitivamente, y me reconoce, me expresa palabras de admiración, de respeto y cariño.

Yo no puedo reconciliarme con un pueblo con el que nunca me disgusté. Ellos, por su parte, jamás se disgustaron conmigo. Yo no me alejé de ellos. No los abandoné. Fue el comunismo y los Castro quienes nos separaron. En mis actuaciones en Miami, quienes asisten a las funciones, me expresan iguales muestras de afecto. Ellos son ese pedazo de pueblo que, como yo, ha venido en contra de su voluntad, huyendo del sistema. Conmigo no hay arreglo. Regresaré a Cuba sin los Castro y sin comunismo.



Se relaja el embargo: Reacciones en Miami

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Washington anunció hoy una serie de medidas que alivian considerablemente las restricciones al comercio, los viajes y, en general, las comunicaciones con y hacia Cuba. Una decisión tomada a pocos días de que el presidente Barack Obama desembarque en Trinidad para asistir a la Cumbre de las Américas. A continuación, las declaraciones que sobre el particular ofrecieran a Cuba Inglesa varias personalidades del exilio cubano en Miami:

“Considero que estas medidas responden al cumplimiento de una de las promesas hechas por el presidente Barack Obama durante su campaña, y es algo que buena parte de la comunidad cubana en Estados Unidos apoya. Además, creo que esto plantea un reto para el gobierno cubano”. Juan Antonio Alvarado (editor y antropólogo).

“Es la mejor noticia para las arcas de la dictadura cubana”. Armando de Armas (escritor y periodista).

“Nada provechoso, es un desastre. Lamento mucho estos últimos pasos que se han dado, la delegación de congresistas que visitó recientemente Cuba no se entrevistó con los disidentes, ellos sabían de la huelga de hambre de Antúnez y no hicieron nada… tampoco se interesaron por la situación del Dr. Biscet. Los activistas de derechos humanos privilegiamos el tema de los presos políticos, y estos pasos debieron haber estado condicionados a obtener algún gesto por parte del régimen de La Habana”. Ricardo Bofill (presidente del Comité Cubano Pro Derechos Humanos).

“El anuncio unilateral de la administración Obama fue más allá de lo esperado por un público cubano entusiasmado con poder ayudar con más facilidad a sus familiares, para sorprender y comprometer al gobierno de la Isla, al ofrecer la posibilidad de redes de comunicación, Internet, telefonía y televisión por satélite. Hay que aguardar por la reacción de La Habana, que probablemente venga a través de una de las reflexiones del Comandante en Jefe. Es de esperar que aplaudan las medidas económicas (que le favorecen) y den un sinfín de justificaciones para objetar las que le brindan más libertad y acceso al exterior al cubano... Nada nuevo, siempre han reaccionado así”. Luis de la Paz (escritor y periodista).

“Creo que hoy Obama ha sido ingenuo, o apoya a quienes desean invertir en Cuba sin que les importen las deficientes legislaciones laborales vigentes en la Isla. Respecto a las comunicaciones telefónicas, por ejemplo, se sabe que todas las compañías que operen en la Isla serán parte de la maquinaria policíaca cubana que espía sin límites. Obama se ha unido al coro de los que bendicen al gobierno de los hermanos Castro y se olvidan de la defensa de los derechos humanos en la Isla. Europa ha demostrado que la política de apertura es un fracaso. Pregunten a los chinos, para quienes la relación con Estados Unidos se ha traducido en más persecución para los que disienten, y más explotación para los trabajadores por parte de las compañías de Estados Unidos”. Joaquín Estrada-Montalván (editor del blog Gaspar, El Lugareño).

“No me opongo”. Marcos Antonio Ramos (historiador y editor).

“Estoy absolutamente de acuerdo con que se levanten las restricciones”. Pedro J. Romañach (editor y traductor).



De Armas: Respuestas a Vanity Fair

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El último número de Vanity Fair, en su edición italiana, entrevista a Armando de Armas a propósito del relajamiento de las sanciones a La Habana implementado por la administración Obama. Vanity Fair publica una versión condensada de la entrevista. A continuación, ofrecemos en su totalidad las respuestas del autor de La Tabla:

De Armas: Respuestas a Vanity Fair

Las medidas tomadas por la administración norteamericana de Barack Obama son un espléndido regalo para las arcas de la dictadura comunista en Cuba, en un momento en que los petrodólares de su aliado Hugo Chávez, en Venezuela, empezaban a escasear debido a los bajos precios del petróleo en el mercado internacional. Levantar todas las restricciones de viajes y remesas a la Isla representa un dinero fácil que va directamente a aceitar la maquinaria represiva del régimen, pues el 20% de todo lo que entra a Cuba por concepto de remesas y viajes se lo apropia el gobierno de la Isla. Es decir, si yo ahora mandara 100$ a Cuba, inmediatamente el régimen se apropiaría de 20$ para que 80$ puedan llegar a mis familiares. Es un impuesto tan leonino que ni siquiera estoy seguro de que existiese algo así en la Edad Media o durante el Imperio Romano.

Es lamentable que la delegación de congresistas negros que recientemente estuvo en Cuba sólo se interesara por entrevistarse con los hermanos Castro. Ni siquiera preguntaron por las condiciones en que está preso en Cuba el negro y opositor político Oscar Elías Biscet, cumpliendo una condena de 25 años, o por las condiciones en que está en huelga de hambre parcial en su casa, acosado por la policía política, otro negro, Jorge Luis García Pérez, Antúnez, quien cumplió 17 años de cárcel por reclamar derechos humanos para los negros y para todos los cubanos en la Isla.

Lo único que pudiera ser positivo de estas medidas sería la apertura en el negocio de las comunicaciones, pero eso es un chiste, pues el régimen de Cuba jamás permitiría la libre comunicación en la Isla. Obama parece olvidar que el gobierno comunista gasta millones de dólares en bloquear las señales de Radio y Televisión Martí, la emisora del gobierno de EE.UU. creada para llevar libre información al pueblo cubano. Olvida que la dictadura cubana bloquea el acceso libre de la población a la Internet y que el periodista Guillermo Fariñas estuvo en huelga de hambre y casi muere por reclamar ese derecho. El régimen hizo oídos sordos ante su reclamo.

Obama olvida que en Cuba se puede ir a la cárcel por recibir publicaciones extranjeras o escuchar emisoras como Radio y Televisión Martí, y que hay muchos autores cubanos prohibidos en la Isla, entre ellos los más importantes, como Guillermo Cabrera Infante y Reinaldo Arenas.

Olvida Obama que escritores como el que esto escribe, Armando de Armas, o Zoé Valdés, o Juan Abreu, y una larga lista que haría impublicable esta entrevista, no podemos regresar a la Isla y ni hablar de que podamos presentar nuestros libros en la Feria del Libro de La Habana, en caso de que quisiéramos.

Obama dice que no ha tocado el embargo, pero eso es pura demagogia. Si levantas las restricciones de viajes y remesas y permites el turismo norteamericano en la Isla, que sería probablemente el próximo paso, cosa que están pidiendo a gritos y al unísono los amigos de la dictadura en el exterior y los intereses mercantilistas, entonces queda muy poco del famoso embargo. Lo que vendría detrás es el acceso del castrismo al crédito estadounidense, que es lo que realmente quiere la dictadura, para después no pagar la deuda, como siempre ha hecho, para que termine pagándolo todo el contribuyente norteamericano, y muchas de las mismas víctimas de ese gobierno insano que ahora viven en libertad en Estados Unidos.

El pueblo de Cuba lo que necesita es libertad y respeto a sus derechos, no remesas. El verdadero embargo que hay en Cuba es el impuesto por los Castro a la sociedad civil cubana, a la iniciativa y a la creatividad del individuo.



Una entrevista con Rodrigo de la Luz

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Con la poesía de Rodrigo de la Luz (Las Villas, 1969) no suele haber términos medios. Dueño de un registro impredecible, en el que el humor, la nostalgia y ciertos tics surrealistas confluyen en una suerte de estética naif, a ratos lúdica, es en la plástica, probablemente, donde su creatividad encuentra el escenario por antonomasia. Recomiendo, en particular, sus figuras montadas a base de objetos desechables, en las que con frecuencia alcanza momentos geniales.

Con varias exposiciones personales en su haber y dos poemarios publicados –Mujer de invierno y Poesía viva-, De la Luz es ya parte consustancial del entramado cultural miamense.

¿Cómo te interesa definirte, como poeta o como artista plástico?

No pudiera renunciar a ninguna de estas dos vocaciones. Me gustan todas las ramas del arte, desde el gesto de un actor en su perfil, al trazo de un pintor, sus raros símbolos, a las frases de un poeta, el giro de una bailarina, etcétera. Pero con la pintura y la poesía tengo una afinidad especial.

¿Cuáles son los obstáculos y ventajas que has encontrado a la hora de desarrollar una carrera como artista y escritor en Miami?

Miami es un buen lugar para hacer arte. Al principio no lo entendía así, pues el arte también es una noción de patria. Va con uno a donde uno vaya, y aquí en Miami pienso que a muchos les ha pasado lo mismo. A propósito, deberíamos aprender a apostar por los artistas del patio. Ellos también han saltado los mismos obstáculos que yo.

Los obstáculos son los mismos que han afrontado a través de los años casi todos los artistas. Sin embargo, a veces los artistas hispanos tenemos que enfrentarnos a los prejuicios de algunos en Estados Unidos. Me entristece ver como ese tipo de prejuicio ha causado que tantos niños se hayan quedado solos porque sus padres han sido deportados.

No obstante, debo reconocer que los artistas de mi generación han tenido menos problemas en Miami gracias a una creciente comunidad hispana interesada en las artes. En esto precisamente radica la ventaja de ser un artista y poeta hispano en esta ciudad.

Lo que es bueno para Miami también nos favorece a cada uno de nosotros personalmente. Después de todo, aquí viven Gustavo Acosta, José Bedia, Tony López, Carbonell, Rafael Soriano, Carlos Estévez, María Martínez-Cañas, Rubén Torres-Llorca, Glexis Novoa, etcétera. Aquí han dejado su huella Cundo Bermúdez, Mijares, Carlos Alfonzo y otros grandes artistas.

En el plano de la literatura han contribuido al desarrollo cultural de Miami excelentes escritores, como Daína Chaviano, José Abreu-Felipe, Carlos Alberto Montaner, José Lorenzo Fuentes, Reinaldo García Ramos, Juan Cueto o Enrique Ros. También aquí vivieron y fallecieron escritores de la talla de Lydia Cabrera, Enrique Labrador Ruiz, Carlos Victoria y Luis Aguilar León.

¿Qué dejaste en Cuba que te hubiera gustado tener en el exilio?

Más bien a quién dejé en Cuba…a mi madre, primos, sobrinos y tantos amigos que quería con el alma. También pienso en muchos niños muy pobres que conocí y que me hubiera gustado hacer algo por ellos. No pierdo la esperanza de fundar una organización que recoja juguetes, aunque sean de uso, para repartir a tantos niños cubanos que no tienen nada. Con lo que botan los niños de aquí, muchos de los de allá serían felices. Los que gozamos de esta dicha no debemos olvidarnos de los de allá. A veces recuerdo a los niños durante la dictadura de Ceaucescu, en los orfanatos de Rumanía, y me horroriza pensar que eso pueda estar sucediendo en la isla.

¿Te consideras un incomprendido?

Soy un poeta popular. Ser incomprendido es un lujo que no me puedo dar en estos tiempos, más hoy en día, que si no logras que te lean en vida después de muerto menos lo harán. Lo contrario, al parecer, fue lo que pasó con Franz Kafka y unos pocos más. A Lezama no le interesaba que lo comprendieran. Sabía que estaba escribiendo una obra sin parangón, pero a estos actuales incomprendidos por naturaleza no sólo no se les comprende como poetas sino que, además, como personas no se comprenden ni ellos mismos. Prefiero a los que saben para dónde van, así sea para el infierno.

¿Te consideras un trabajador?

Sí, trabajo mucho, siempre buscando dar lo mejor de mí, como poeta y como artista. Creo que todos los artistas serios lo hacen. A veces no estoy inspirado, pero sigo trabajando. Mientras respire estaré recreando una imagen, cantando una canción o preparando un poema, una frase.

¿Proyectos para un futuro inmediato?

Me gusta lo impredecible, que me sorprendan las musas…

Tengo hace mucho tiempo un poemario listo para publicar, llamado Mío Mundo, al que al parecer le pasará lo mismo que a Poesía Viva, destinado por años a la gaveta. Este libro es una continuación de mis dos libros anteriores en cuanto a contenido, forma y estructura, aunque siempre se aprecia cierta evolución.

Tengo prevista una lectura este 17 de septiembre con el escritor Rodolfo Martínez Sotomayor, la cual se intitula Noche de divertimentos a propósito del Mes de la Hispanidad, en el Barnes & Noble de Coral Gables. Me gustaría resaltar la importancia de los hispanos en la cultura del sur de la Florida por medio de este evento.

En cuanto al arte, estoy terminando una serie que se llamará Máscaras Estáticas, para exhibirla en una galería local.

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Sobre este blog

El Reducto que los ingleses se negaron a canjear por la Florida

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Autor: Armando Añel

Armando Añel

Escritor, periodista y editor. Reside en Miami, Florida.
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