Actualizado: 28/03/2024 20:07
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Sociedad

Olvido por adelantado

La calle sin Castro: 'Si todo marcha sin él, ¿para qué nos hace falta?'.

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"De ese Fidel majestuoso, casi dios de la guerra, quedan los recuerdos. No me siento bien cuando lo veo en la televisión haciendo ejercicios. Parece de cuerda", dice con amargura Ubaldo, un anciano que practica gimnasia en un círculo de abuelos. "Prefiero que no digan nada y punto".

Para Celeste, otra de las ancianas del club comunitario, "Fidel sí va a reaparecer", pero sólo eso. "Ya no volverá a sus discursos, a esas peroratas que a veces duraban hasta las dos de la mañana y teníamos que dormirnos sin ver la novela", añade con malicia, pero "adorándolo siempre".

"Yo no dudo que Castro va a retomar las riendas, porque no las ha soltado, lo que no creo es que pueda hacerlo plenamente, con la misma energía que lo ha caracterizado (...) Si no está apto para hacer una aparición largometraje, lo hará de cortometraje", coincidió, por su parte, el ex comandante Eloy Gutiérrez Menoyo desde su "insilio" en La Habana, donde reside en un limbo legal. No posee documentos cubanos.

'Depende de él'

Los miembros del gobierno insisten en que el presidente mejora constantemente y que en breve estará de vuelta. Así lo confirmó el vicepresidente Carlos Lage durante su visita a Montevideo para la Cumbre Iberoamericana. Así también y con igual entusiasmo lo ha reiterado el portavoz más enterado de la salud del comandante, el canciller Pérez Roque.

"Dio instrucciones a la delegación cubana y siguió al detalle la votación en la ONU que respaldó de modo abrumador una resolución que insta a Estados Unidos a poner fin al bloqueo", afirmó el titular de Exteriores.

Por su parte, relegado y discreto en el gabinete de crisis, Ricardo Alarcón, presidente del Parlamento, dijo que la reaparición para el 2 de diciembre "depende de él", y adelantó: "si él lo considera apropiado conforme a su programa de rehabilitación, quizás decida ir".

Con 19 kilos por debajo de su peso, y una lectura lenta y con voz quebradiza a veces, las últimas imágenes de Fidel Castro refuerzan las incertidumbres. Aun más si son alentadas por las advertencias del propio presidente. "Vengo diciéndolo hace rato, que la recuperación sería prolongada y no exenta de riesgos", dijo el 28 de octubre pasado al posar para las cámaras.

"Me dicen que mejora por día, pero hasta cuándo puede mejorar alguien y no ponerse bien definitivamente", pregunta Mario, un barbero que rasura y pela a la sombra de un portal capitalino de esquina.

Según encuestas en Miami, el ochenta por ciento de los consultados en la llamada capital del exilio cree que Castro no retornará al poder, al menos al poder omnímodo que mantenía antes de su enfermedad. En Cuba, es aventurado generalizar opiniones. Casi nadie dice lo que piensa y las simulaciones siempre han sido necesarias.