Actualizado: 27/03/2024 22:30
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Represión

José Conrado: 'Los actos de repudio contra personas indefensas son un escándalo y una vergüenza'

El religioso instó al gobierno a 'hacerse responsable y desautorizar públicamente' este tipo de actividades.

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El sacerdote José Conrado, considerado uno de los católicos más críticos con el gobierno cubano, calificó de "vergüenza" y "escándalo" los actos de repudio contra "personas indefensas", en alusión a los ataques sufridos por una familia disidente en Palmarito de Cauto (Palma Soriano, Santiago de Cuba).

"Lo que le está sucediendo a Ana Belkis Ferrer y a su familia, es una vergüenza. Esto para mi es una causa de tristeza muy grande", dijo el sacerdote en declaraciones a Encuentro en la Red.

Conrado calificó de "verdadera cobardía atacar a personas indefensas, que no son capaces de levantar una mano ni para defenderse de los golpes".

Señaló que el hecho de que cientos de personas "ataquen a dos mujeres, les halen el pelo y les den golpes, es de una bajeza muy grande", así como saber que está "organizado por autoridades que deberían defender a estas personas pacíficas y honestas".

La semana pasada, el Movimiento Cristiano Liberación (MCL) denunció la agresión sufrida por la familia Ferrer García cuando se disponía a visitar a Luis Enrique Ferrer, condenado a 28 años de cárcel en la primavera de 2003.

"Su madre Amelia, su hermana Ana Belkis, su esposa Milka y su hija fueron rodeadas por una turba de cerca de 100 personas (…) la esposa de José Daniel (Belka Cantillo) se acercó, porque sin su consentimiento habían llevado a su padre de 77 años, que padece arteriosclerosis, a participar en el acto de repudio (…) el anciano reaccionó golpeando a su hija, e inmediatamente varias mujeres del grupo comienzan a golpear a Belka en el rostro", informó entonces el comunicado del MCL.

José Conrado, muy vinculado al poblado de Palmarito de Cauto por haber sido párroco de Palma Soriano, explicó que "no se puede aceptar que en el llamado 'país más culto del mundo' pasen estas cosas".

"Pero, ¿de qué cultura estamos hablando?, cuando no sólo se propicia, sino que se protege y se apoya desde el poder, desde las mismas autoridades que debían defender los derechos humanos en este país", se preguntó el sacerdote.

Para Conrado, la realización de actos de repudio "es una vergüenza, un escándalo", e instó a La Habana a responsabilizarse con la situación.

"El gobierno tiene que hacerse responsable y desautorizar públicamente ese tipo de actividades. En Cuba nadie haría eso sin estar autorizado, si no es mandado. Y el único que manda aquí todos sabemos quién es", señaló.