Los cubanos siguen esperando por alimentos más baratos

Muchas personas en la Isla consideran que la política económica de Raúl Castro dirigida, entre otros aspectos, a aumentar la producción agropecuaria no ha revertido en precios más asequibles para el consumidor, según información publicada en Inter Press Services (IPS).

Actualmente, señala el sitio, entre el 60 y el 80 % de los ingresos de la familia promedio cubana se invierten en alimentos.

Así comenta a IPS Mercedes López, profesora de escuela primaria, casada y con dos hijos aún en edad escolar: “Yo creo que los mercados agrícolas están bien abastecidos, lo que nos falta ahora es más dinero para comprarlos”.

Por su parte, un campesino de la ciudad de Santa Clara entrevistado por IPS critica también la gestión de abastecimiento a las tiendas al acceso de los campesinos.

Rubén Torres confirmó que el surtido de esas tiendas resulta insuficiente y poco variado. Entre los implementos deficitarios mencionó el equipamiento para riego, fertilizantes y fungicidas. “El problema es que la agricultura no espera a mañana”, declaró, según el artículo publicado en IPS.

Funcionarios estatales han vertido opiniones al respecto

Blanca Rosa Pampín, experta en temas agrícolas y consultora de negocios de la Asociación Nacional de Economistas de Cuba (ANEC), señala que la Isla depende también del alza de los precios de alimentos, y de insumos para su producción, en el mercado internacional.

La experta señala de 2010 a 2011 un aumento del 47 % en alimentos básicos como el arroz, la soja y los granos (frijoles), e indica un crecimiento del 67 % en semillas, del 90 % en los fertilizantes, y del 50 % en los plaguicidas en el año.

“Por tanto, producir alimentos cuesta ahora mucho más caro que años atrás”, recalcó Pampín, quien agrega que el “bloqueo impuesto por EEUU”, constituye un elemento añadido al encarecimiento, debido al gasto en fletes que supone realizar las compras en “mercados lejanos” o por “el uso de formas de pago más costosas como las letras de cambio”.

La especialista opina, informa IPS, que los precios de los alimentos bajarán cuando la producción de carnes, viandas y frutas aumente hasta desbordar los puestos de venta.

De acuerdo a Pampín, el comercio minorista en moneda nacional es paralelo a la red de establecimientos en divisas, a los que tiene acceso de una u otra forma alrededor de 60 % de la población de la Isla.

El mercado normado, la llamada “libreta de abastecimientos”, añade IPS, debería asegurar “a las familias cubanas una canasta básica a muy bajo costo, pero (…) desde hace años no satisface las necesidades alimenticias”.

La especialista señala que “Aun así, por esa libreta que tanto criticamos y que al menos garantiza una parte de lo que nos hace falta, pagamos solo 12 %, el resto lo subsidia el Estado”.

No obstante, coincide con aquellos que opinan que el ritmo de los cambios en el sector agropecuario ha sido lento, entre ellos el proceso de entrega en usufructo de las tierras ociosas.

Según informa IPS, un reporte difundido el sábado 29 de octubre situó en más de 1,2 millones el total de hectáreas cedidas hasta el momento en arrendamiento a personas individuales o cooperativas, según el nuevo Decreto 259.

Al respecto, Pedro Olivera, director general del oficial Centro Nacional de Control de la Tierra, indicó al diario Granma (órgano del Partido Comunista, único en la Isla) que el 79,2 % de esas tierras entregadas ya están en explotación y se encuentran “fundamentalmente” a cargo de casi 147.000 usufructuarios individuales, un tercio de los cuales son jóvenes de entre 18 y 35 años de edad.

El hecho de que un alto porcentaje de la renovada ocupación en los campos sea juvenil y femenina —Olivera apunta que las mujeres ya suman más de 13.000— supone un reto añadido: capacitar a los nuevos campesinos y facilitar el acceso al crédito, ya que se trata de personas que comienzan de “cero” en la actividad agrícola.

Pampín, por su parte, reconoce que el proceso de entrega de tierras fue “burocrático y con mucho papeleo”, lo que causó retrasos innecesarios. “También había falta de insumos para cultivar la tierra”, añade, pero admite que “luego los hubo en tiendas especialmente creadas para su venta, pero a precios muy altos, que últimamente se decidió rebajar”.

IPS señala que el Decreto 259 sigue sujeto a estudio para futuras modificaciones relacionadas con el tiempo de usufructo de las tierras —actualmente en 10 años prorrogables—, así como con el tema de la vivienda ubicada en los terrenos arrendados, elemento clave si se desea asegurar la permanencia de los nuevos arrendatarios en el campo.

Acopio continúa siendo un tema controvertido dentro del sector de comercialización agropecuaria, pues actualmente ésta se realiza a través de empresas estatales, si bien algunos expertos, como la propia Pampín, aconseja crear “para esas tareas cooperativas similares a las que existen en producción y servicios”.

El arrendamiento de tierras ociosas no es la única medida adoptada en los últimos tres meses para revitalizar el sector agrícola, señala IPS.

El sitio señala que Raúl Castro se ocupó de que a los campesinos se les pagasen adeudos atrasados, se elevaran los precios de la leche y se pusieran en práctica nuevas formas de distribución, además de descentralizar la toma de decisiones, dando mayores potestades a los delegados municipales de agricultura.

Sin embargo, el propio Raúl Castro reconoció en agosto pasado que “persisten incumplimientos” en la agricultura, entre otros sectores, “a causa de errores en la planificación y falta de integralidad en la dirección”.

2011 finalizó con respecto al 2010 con un crecimiento del 7 % en la agricultura y del 4 % en la ganadería, según IPS.

Pero se produjeron recaídas de producción de renglones como el de la leche, la carne vacuna, la de ave y otros productos de alta demanda, señala el reporte.

En un artículo sobre el tema al que tuvo acceso IPS, Armando Nova, economista, prevé un crecimiento del 2 al 5 % en el sector agropecuario, frente a un monto en importaciones de alimentos de 1.700 a 1.50 millones de dólares, considerando el alza de los precios internacionales y la reducida producción de la Isla.

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