El Médico de la Salsa se presentó en el club SOB de Nueva York

Manolín, el Médico de la Salsa, artífice de la timba cubana, se presentó el viernes 14 de diciembre, en el club SOB de Nueva York, en dos shows a local lleno y decenas de locos por su música esperando afuera y con frío.

Cierto que el club de Harry presenta lo mejor de las orquestas cubanas, que se ha ganado un público, que últimamente ha presentado a La Charanga Habanera y Habana Abierta, sin espacio "ni para mirar", de tanta gente.

Por el club del bajo Manhattan, han pasado Los Van Van, Dan Den, Paulito y su élite, sin contar a Fito Páez, a la española Bebé, y lo mejor de la música de Brasil. Pero esto, en vez de garantizar el éxito, le pone la pista en candela a cualquier orquesta o solista: el público del SOB sí sabe de música.

¡Tomen nota!, que los bailadores neoyorquinos bailaran a desgañitarse con Manolín, es un pasaporte para su nuevo disco, que sale en febrero, con títulos como Me encanta esa niña, Le voy a regalar la luna, Como yo lo gozo, Contando estrellas, Pero me falta la Habana. Este último, un pasaporte a la nostalgia.

Como me falta La Habana surge de una muchacha compañera de universidad de Manolín, que se encontró en Roma. La letra dice: "Se fue huyendo de los apagones, para escapar de los callejones / se fue buscando la Monalisa, se fue con mucha prisa / y por ahora ya no piensa volver / y aunque en Europa no se siente a gusto / ella me dice que pa' tras ni pa' coger impulso".

Y el coro repite: "Se fue para no volver, se fue pero como extraña / ella me dice en sus cartas que La Habana es La Habana / todo esta bien hermana, todos está bien, como no,

pero me falta La Habana y a La Habana le falto yo".

Manolín tiene una deuda con este disco, hacer una timba para el mercado internacional con el mismo formato orquestal que tenía en Cuba: batería con timbal, tumbadora, dos trompetas, un saxo tenor, un trombón, piano, teclado, guitarra, tres voces.

La gira del Médico de la Salsa comenzará en febrero: en Estados Unidos, por Boston, Los Ángeles, San Francisco, Houston y Las Vegas, y luego México, Argentina, Venezuela y Perú.

Pero no espere tanto, para bailar con el creador de Arriba de la bola, Manolín los espera el 31 de diciembre, en La Bodeguita del Medio, Coral Way y la 32, en Miami, para esperar el Año Nuevo.

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