Grupo Teatro de la Luna lleva a Nueva York su “Delirio habanero”

La compañía Teatro de la Luna de Cuba llegó a Nueva York como parte de la gira que realiza en EEUU para presentar su exitosa obra Delirio habanero bajo la dirección de Raúl Martín.

La obra, del fallecido dramaturgo y actor Alberto Pedro Torriente, uno de los autores que definieron el teatro cubano en las décadas de los ochenta y noventa, con obras como Manteca, Delirio habanero y Week-end en Bahía, entre otras, debutó ayer en el teatro Repertorio Español donde tendrá otra función hoy jueves, para continuar a Miami.

La pieza se desarrolla en un viejo bar abandonado donde se encuentran tres delirantes que creen ser personajes famosos de la farándula y la música: Celia Cruz, Benny Moré y Varilla, legendario “barman” de “La bodeguita del medio”, donde el escritor Ernest Hemingway solía acudir en Cuba.

“Ellos desencadenan en ese lugar todos sus sueños, dan rienda suelta a su imaginación de soñadores, evocan a los personajes y aparecen sus espíritus. Vemos a Celia con uno de sus vestidos famosos”, afirmó Martín, quien dirige en Repertorio Español gracias a una residencia auspiciada por The Andrew W. Mellon Foundation y The Booth Ferris Foundation.

El director destacó que es una obra que han llevado con éxito a diversos escenarios en América Latina y Europa y que están “muy felices” de haberla traído a EEUU en una gira que comenzó en Carolina del Norte y que ahora llegó a la Gran Manzana.

Martín recordó que para presentar la obra estudiaron por mucho tiempo la vida de Celia Cruz, la “reina de la salsa” y la del cantante y compositor Benny Moré.

“Celia representó a ese cubano que se fue y tuvo éxito, Benny Moré también, pero murió muy joven”, afirmó el director cubano, quien regresa a Nueva York, donde dirigió dos obras cortas hace diez años.

Delirio habanero, donde la música es parte importante de la pieza y protagonizada por Amarilys Núñez, Mario Guerra y Laura de la Uz, lleva a escena el tema de la migración cubana.

Martín destacó que la obra “es al final un pretexto para hablar de la diáspora y considerar que los cubanos no son solo los que viven en la Isla, sino también todos los que se han ido, que están trabajando, echando pa’lante”.

Agregó que todos, los que viven en la isla caribeña y los que emigraron están “unidos por la música, por su cultura”.

“Con la música de estos ídolos (Celia y Benny) ellos se distancian, se reconcilian, discuten, se unen otra vez. Es una relación muy intensa de amor y odio, pero al final, los reconcilia la cultura”, señaló.

“Al final, qué importa si me fui o me quedé, si hay una cultura que me respalda. Celia anduvo por todo el mundo y no dejó de ser cubana nunca, fue la mejor embajadora que tuvo Cuba”, argumentó.

Por esas razones, agregó, la obra ha sido “un acto de confesión” tanto para él como para los actores.

Martín lamenta no haber conocido a la “Guarachera de Cuba” de quien dice se ha “enamorado más” a través de la obra, no solo de la cantante, sino de la mujer humanitaria que extendió la mano a los más necesitados, agregó.

Del “barman”, que era amigo de Hemingway y hablaba siete idiomas, dice que es un “recurso muy valioso” en la obra. “Es un loco cuerdo”, dijo.

Delirio habanero es una copresentación de Repertorio Español y la Universidad Wake Forest de Carolina del Norte.

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