Percusionista cumple 100 años

Domingo Faustino Aragú Rodríguez, el padre de la enseñanza de la percusión en Cuba, acaba de cumplir 100 años, la mayoría de los cuales los ha pasado junto a la música, pues desde niño comenzó a tocar el tambor.

Aragú nace en Las Villas y hace estudios elementales de música en Cienfuegos. En 1933 se traslada a La Habana y comienza a laborar como percusionista en la Banda del Estado Mayor del Ejército. Más tarde ingresa en la Orquesta Filarmónica Nacional, que dirigía en esa época el maestro Amadeo Roldán y a los pocos años, con solo 29 de edad, logra ocupar en ésta el importante puesto de tímpani solista, en el que se mantuvo hasta su jubilación acaecida en 1984, informa desde La Habana el boletín Cubarte.

Formó parte de la Banda Nacional de Conciertos, cuando ésta era tutelada por el inolvidable Gonzalo Roig. También fue dirigido por Enrique González Mantici, en la Orquesta de la CMQ.

Sus conocimientos fueron adquiridos fundamentalmente de manera autodidacta. Aprendió de cada texto que cayó en sus manos y se apoyó cardinalmente en el intercambio con músicos de la talla de Miguel Matamoros e Hipólito Rodríguez, entre otros.

Su talento, sus condiciones naturales, la constancia y laboriosidad, las circunstancias de su vida y su amor a la música hicieron posible que este hombre fuera el iniciador de convertir en enseñanza académica en la Isla el estudio de la percusión universal o sinfónica, y que propiciara los primeros acercamientos al estudio de la percusión cubana.

Fue profesor de los Conservatorios Municipal de Música de La Habana, Alejandro García Caturla y Amadeo Roldán, así como de la Escuela Nacional de Instructores de Arte, la Escuela Nacional de Arte y el ISA.

No puede dejar de mencionarse su labor como autor de textos docentes. En 1963 el Consejo Nacional de Cultura publica sus importantes libros Instrumentos Cubanos para Aficionados, que constituyen los dos primeros métodos de enseñanza de percusión cubana. En 1974 se edita el folleto El Redoble y en 1995 su obra más relevante Los instrumentos de Percusión, compilación de su experiencia práctica en la instrucción de esta especialidad.

En 1998 recibió el Premio Nacional de la Enseñanza Artística por sus evidentes méritos y fue nominado al Hall of Fame de la Percussion Arts Society. En 1999 recibe la orden Félix Varela, que otorga el Consejo de Estado de la República de Cuba, y en el 2003 fue acreedor del Premio Nacional de Música. Ostenta la Orden por la Cultura Nacional y es Profesor de Mérito del Instituto Superior de Arte.

Como tímpani de la Orquesta Filarmónica de la Habana, tocó con los directores y compositores Amadeo Roldán, Erick Kleiber, Leopold Stokowsky, Serge Koussevitzky, Igor Stravinsky y Herbert von Karajan, así como los intérprestes David Oistrakh, Arthur Rubinstein, Jascha Heifetz y Renata Tebaldi, entre otros. Su puesto en la agrupación le permitió estar siempre frente a estos indiscutibles maestros. Él mismo se convirtió en un indispensable en la historia de la enseñanza de la percusión en Cuba, al ser el primer docente de esta especialidad en el país y haberle dedicado su vida de manera incondicional.

Muchos son los músicos actuales que se enorgullecen de haber sido sus alumnos y que celebran agradecidos sus admirables 100 años de vida.

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