Alejados del cielo

Ninguno de los peloteros cubanos que actúan en Grandes Ligas fueron nominados para el tradicional Juego de las Estrellas, que se efectuará el próximo 10 de julio.

Los posibles integrantes de las Ligas Nacional y Americana, que se medirán en ese juego de exhibición, son escogidos por los aficionados con bastante antelación a través de boletas. El tope entre ambos seleccionados marca exactamente la mitad del calendario de 162 juegos. Los 30 managers y los atletas que están en la contienda de este año tienen derecho a seleccionar los pitchers. Ese mismo día, y previo al desafío, se desarrollará la competencia de jonrones, que es un verdadero show y causa gran expectación en el mundo.

Las Grandes Ligas dan a conocer periódicamente el estado parcial de los escrutinios y cuando faltan sólo días para el importante acontecimiento, no se observan cubanos entre los ocho primeros por cada posición. Durante los últimos 10 años, ha integrado siempre las boletas algún nativo de la Isla, o participaba en la competencia de cuadrangulares, como lo hicieron en su momento José Canseco y Rafael Palmeiro.

Es preciso recordar que la escuadra cubana proveniente de Series Nacionales está integrada por ocho jugadores y, además, aparecen los cubanoamericanos Luis González y Raúl Ibáñez, ambos titulares en sus conjuntos. En la Liga Nacional, además de El Duque, figuran su hermano Liván, Bryan Peña y Yunel Escobar, mientras en el joven circuito están José Ariel Contreras, Danys Báez, Yuniesky Betancourt y Kendry Morales.

Nombre por nombre

Desarrollados ya 74 partidos de los 81 que marcan la mitad de la campaña, Yuniesky Betancourt y El Duque son los de mejores actuaciones, aunque ambos con insuficiencias. El primero, que es muy necesario en la alineación de los Marineros de Seattle por jugar a diario (un factor clave), presenta muy buenos promedios ofensivos en bateo, bases recorridas e imparables conectados.

Es también el hombre que menos se poncha entre todos los torpederos del Big Show, pero no ha estado bien al campo, pues encabeza la lista de los 30 short stop con más errores cometidos, 18 en total. Al parecer, ha estado muy preocupado por rendir frutos con el madero, ya que ha logrado una formidable racha de 20 juegos seguidos bateando de hit.

Las estadísticas muestran que la mayoría de sus pifias no han incidido en las derrotas de su equipo, pero su bateo sí ha jugado un papel importante, en una novena que se caracteriza por no tener grandes hombre al bate, con la excepción del maravilloso japonés Ichiro Susuki.

El Duque Hernández tiene tres victorias e igual número de derrotas, y lanza para un buen promedio de 2.77. Ha tenido a los bateadores rivales en un puño, debido a que sólo le batean para un escuálido 156 de average.

Pero el gran tirador ex industrialista perdió un mes completo —del 25 de abril al 26 de mayo— y no pudo realizar seis aperturas. Por eso su labor se nota menos, aunque en su equipo, los Mets, tiene mejores guarismos que los cuatro restantes abridores. Para colmo, su ausencia la cubrió Mike Pelfrey, que no ganó en cinco aperturas, con promedio de 6.53 de carreras limpias.

Con cinco ganados y cinco perdidos, Liván no ha estado a la altura de otros años, en que se ha caracterizado por ser uno de los líderes en entradas lanzadas. En este tramo de la campaña, ha tenido casi siempre mayor número de éxitos.

¿El peor año de Contreras?

El gigante José Ariel Contreras, uno de los ases de los Medias Blancas de Chicago, tiene altas y bajas y no ha lucido bien. Probablemente este sea su peor año. En abril ganó dos y perdió dos; en mayo, dos y tres; y en junio anda con un triunfo y tres reveses. Le han bateado 87 indiscutibles en 82 episodios, mucho para un abridor de su categoría. Todo esto matizado, porque su equipo tampoco es el mismo de anteriores años, en los que se apoyaba en una temible ofensiva.

Danys Báez está lesionado, pero su labor ha pasado inadvertida con los Orioles de Baltimore. Sin lugar a dudas, ha descendido mucho. Tiene cuatro derrotas sin conquistas, todas como relevista, con deficiente promedio de 6.52 de efectividad. En 29 capítulos ha soportado 27 indiscutibles, demasiado para un sustituto que viene a trabajar un solo episodio para sacar tres outs.

El ex juvenil Bryan Peña es el tercer catcher del Atlanta, con poca actuación, pero es importante que se mantenga en el róster del conjunto. Al igual que el sorprendente Yunel Escobar, que subió para cubrir el tercer cojín por dos semanas y se quedó en el equipo por sus cualidades.

En los últimos tiempos, los scouts veían a Kendry Morales como el pelotero cubano con más condiciones. Sin embargo, Morales no ha podido establecerse como regular en los Angelinos de Los Ángeles, conjunto que históricamente tiene hombres de largo metraje, que ganan millones y el público paga para verlos jugar. El jueves pasado lo volvieron a subir, procedente del Salt Lakes de Triple A.

En cuanto a los jardineros Luis González, de los Dodgers, y Raúl Ibáñez, del Seattle, cumplen sus funciones pero muy alejados de los poderosos toleteros de otros conjuntos, que reparten palos a diestra y siniestra.

Todo indica que norteamericanos y dominicanos acapararán la mayoría de las posiciones en el Juego de Estrellas. No porque son muchos, sino por su indudable clase.

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