Actualizado: 28/03/2024 20:07
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Baloncesto: NBA

Nuevo campeón

El Heat de Miami arrancó la victoria a los Mavericks de Dallas en el sexto juego de la Final.

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Desde South Beach a Hialeah, las calles de Miami vivieron de fiesta en fiesta desde el minuto en que el Heat de Miami se coronó nuevo campeón de la NBA.

Dwyane Wade creció como un gigante para guiar al Heat a un triunfo 95-92 en el sexto juego de la Final ante los Mavericks de Dallas y darle a su equipo el primer campeonato en toda su historia.

Dallas hizo hasta lo imposible y lo sobrehumano por detener a Wade, pero todos sus esfuerzos se estrellaron contra la muralla de talento del jugador, que apenas se encuentra en su tercer año en liga.

"Siempre supe que él era alguien especial", comentó Shaquille O'Neal. "Él fue una de las razones que me inclinaron a ir a Miami. Es el mejor jugador del momento y eso no lo puede discutir nadie".

La serie no pudo comenzar peor para el Heat, que perdió los dos primeros encuentros en Texas. Parecía que la Final terminaría en una barrida estrepitosa, pero ni el mejor escritor podría haber redactado un guión más dramático.

Miami ganó tres juegos consecutivos en su casa con actuaciones de Wade que serán comentadas en el futuro como joyas del baloncesto, al superar siempre la barrera de los 30 puntos. En el siguiente partido se abrió paso a pesar de una defensa que no le dio respiro.

"El talento que tiene ese muchacho no se enseña", expresó el coach de los Mavericks, Avery Johnson. "Si el Heat puede exhibir ahora un trofeo de campeón, se debe en mucho a Dwyane Wade''.

El nombre de Dwyane Wade

En ese período en Miami se produjo de todo: decisiones críticas del arbitraje, expulsiones de jugadores, multas al propietario de Dallas antes de que la serie regresara a esa ciudad para su culminación.

De pronto, una Final que había carecido de sabor añadido, se vio repleta de historias y subtramas que atraparon a millones de fanáticos de todo el mundo, puesto que periodistas de más de 200 países cubrieron los sucesos de la serie.

En honor a la verdad, el triunfo del Heat lo esperaban pocos expertos, pues era sabido que Dallas poseía una mayor profundidad y, después de todo, los Mavericks habían derrotado a los campeones reinantes: los Spurs de San Antonio.

Hay que recordar que Miami comenzó la temporada con mal pie y sus jugadores parecían no encontrar la química necesaria para conformar un conjunto capaz de llegar a lo más alto de la liga.

Como si fuera poco, renunció el coach que inició la campaña al mando del equipo, Stan Van Gundy, ante lo cual el legendario Pat Riley dejó su cómoda oficina para situarse al lado del tabloncillo.

Sin embargo, Riley —bajo un manto de críticas de principio a fin— obró su magia y el Heat pasó por encima de rivales de consideración, como los Nets de Nueva Jersey y los Pistons de Detroit.

Pero hasta Riley es el primero en reconocer que el trofeo de campeón nunca se hubiera alcanzado sin la presencia de Wade, quien era considerado en términos de talento por detrás del fenómeno LeBron James.

Él continuará negándolo, pero cada vez se parece más a aquel jugador que le dio seis títulos a Chicago. Con sólo 24 años, nadie sabe hasta dónde podrá llegar Dwyane Wade.