Sigue bien Liván y despierta un joven 'marinero'
La presencia cubana se está haciendo notar en los equipos de las Mayores en lo que va de temporada.
Dos cubanos que están haciendo muy bien las cosas en las Grandes Ligas son los villaclareños Liván Hernández (Diamondbacks de Arizona) y el paracorto Yuniesky Betancourt (Marineros de Seattle). Por una parte, el lanzador derecho acaba de alcanzar su tercera victoria, con sólo un revés, mientras que Betancourt ha tenido un despertar con el madero al hombro. Este último, además de batear para 270 de average, acumula tres bambinazos de cuatro esquinas.
La última victoria de Hernández fue ante los poderosos Mets de Nueva York, frente a los cuales trabajó siete capítulos, permitió seis hits, una carrera limpia y ponchó a tres bateadores. Ahora el pitcher presenta un promedio de efectividad de 3.20 y lleva 21 ponchados.
Por su lado, el joven shorstop de los Marineros ha mejorado su ofensiva a 270 de average, gracias a 27 hits en 100 presentaciones al cajón de bateo, en las cuales resaltan sus tres jonrones y 13 carreras impulsadas. Sólo un aspecto negativo: el prometedor Guante de Oro ha pifiado en siete ocasiones. Al parecer, el talentoso guardián de la media luna ha descuidado su defensa, en tanto que ha mejorado el bateo. Ojalá logre balancear su labor y siga perfeccionando su trabajo en los dos departamentos.
Uno que venía con tremendo paso era el pitcher Orlando El Duque Hernández, quien está lesionado y quizá regrese en una semana al roster del equipo, si es que se ha recuperado. Lo cierto es que presenta una excelente efectividad de 2.53, con dos triunfos y un fracaso. A lo que suma sus 25 ponches, para situarse a sólo 17 de alcanzar la cifra de mil ponchetes en su carrera en las Grandes Ligas.
También otro que abandonó su equipo —aunque por otras razones— fue el inicialista de los Angelinos de Los Ángeles, Kendry Morales, que ha sido enviado a las Ligas Menores nuevamente. En cinco veces al bate conectó dos hits y se tomó un ponche.
Mientras la sexta aparición del serpentinero pinareño, el derecho José Ariel Contreras, no resultó de placer cuando ante Los Ángeles admitió en seis entradas seis hits y una carrera limpia, y a la postre, perdió su tercer juego de la campaña frente a dos victorias. Ahora su promedio de efectividad marca 4.88.
Su coterráneo, Danny Báez, que sigue haciendo su trabajo de preparador del cerrador de los Orioles de Baltimore, presenta promedio de efectividad de 3.31 en 161 entradas. En esos capítulos ha ponchado a seis bateadores y permitido seis carreras. También tiene un fracaso.
Con buenos ojos se está siguiendo la actuación del joven receptor Brayan Peña, una de las figuras que promete mucho en esa posición con el equipo de los Bravos de Atlanta. Su defensa es muy buena. Reúne todo los poquitos que debe poseer un buen receptor. Sin embargo, a la ofensiva deberá mejorar mucho más. En 23 apariciones al bate tiene sólo 5 hits, para un promedio de 217 de average. Resalta un cuadrangular decisivo ante los Marlins de la Florida que le dio un triunfo a su equipo.
Los de ascendencia cubana
Los peloteros de ascendencia cubana presentan en general buen trabajo a la ofensiva en sus diferentes selecciones. Es el caso del máscara puertorriqueño Jorge Posada, que milita con el equipo de los Yankees de Nueva York y tiene un formidable average de 355. En 99 oportunidades al bate ha conectado 135 hits, entre ellos tres cuadrangulares. En total, ha impulsado 20 carreras.
Si éste lo está haciendo bien, lo mismo hay que decir del antesalista de los Medias Rojas de Boston, Mike Lowell, quien batea para 305, ha impulsado 25 anotaciones y sacado la bola del parque en seis ocasiones. En su tarjeta aparecen además 9 dobletes y 12 bases por bolas recibidas.
No se queda tampoco atrás el jardinero derecho de Los Ángeles, Luis González, quien promedia 269. Ha bateado de jonrón en cuatro oportunidades e impulsado 13 carreras. Otro aspecto positivo es que ha recibido 16 bases por bolas y anotado 16 veces.
En fin, que la presencia cubana de una u otra manera se está haciendo notar en sus respectivos equipos en las Grandes Ligas y todavía hay que esperar por las actuaciones de otros que en cualquier momento hacen valer su talento.
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