Actualizado: 28/03/2024 20:07
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Béisbol: Clásico Mundial

Apoteosis en San Juan

Cuba derrota a la selección boricua en un partido inolvidable y pasa a la semifinal.

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En un partido no apto para cardiacos, la selección cubana se impuso a la de Puerto Rico 4 carreras por 3 y se clasificó para la semifinal del Clásico Mundial de Béisbol, a jugarse el próximo sábado en la ciudad de San Diego, EE UU, frente a la República Dominicana.

Tras ser vapuleados en el primer encuentro ante los boricuas, 12 x 2, los cubanos salieron al terreno dispuestos a dejarse la piel durante el partido. Los puertorriqueños partían como favoritos y jugaban como locales, pero la larga experiencia de Cuba en torneos internacionales le ha dado al equipo una garra y una capacidad de luchar hasta el último out que ya se ha cobrado varias víctimas ilustres en este Clásico. Primero fue el Panamá de Carlos Lee y Bruce Chen, luego la Venezuela de Johan Santana y Miguel Cabrera, y ahora el Puerto Rico de Bernie Williams, Pudge Rodríguez, Carlos Beltrán y compañía.

Mucho habrá que hablar del nivel real del béisbol cubano o de la calidad individual de sus jugadores, pero hay un hecho ineludible: el equipo nacional se ha colado entre los cuatro finalistas del torneo; y visto lo visto, a partir de ahora cualquier cosa puede suceder.

En el juego contra los boricuas no faltaron alicientes: agresividad entre los jugadores de ambos bandos, decisiones arbitrales controvertidas, expulsión del piloto cubano Higinio Vélez y hasta la aparición como bateador emergente del estelar primera base de los Mets de Nueva York, Carlos Delgado, quien se ha mantenido alejado del terreno debido a una tendinitis en un codo.

El partido ha sido, sin duda, el mejor de todos los disputados en el Clásico.

Un ejemplo de la garra del equipo cubano es el hecho de que le hayan ganado a Puerto Rico a pesar de apenas haber bateado seis indiscutibles —sólo uno de extrabase y tres menos en total que sus contrarios—, haber cometido dos pifias, y entre los primeros cuatro hombres de la alineación haber combinado para cero hits en 16 veces al bate.

De las cuatro carreras cubanas, dos entraron por un error puertorriqueño, una por un pelotazo a Paret con las bases llenas, y otra por un roletazo a tercera de Ariel Borrero.

Sin embargo, los jugadores nunca cejaron, comportándose de una manera agresiva al bate y eligiendo bien los lanzamientos, lo que ya les llevó a marcar en la parte alta de la misma primera entrada.

Eduardo Paret recibió boleto del lanzador boricua, Dicky González, para abrir el partido. Se robó la segunda, y tras otro boleto conseguido por Michel Enriquez, Yuliesky Gourriel adelantó a los corredores con roletazo a tercera. Otro roletazo a esa misma base, esta vez del inicialista Ariel Borrero, trajo la primera para Cuba.

Los puertorriqueños, sin embargo, no tardaron nada en igualar el encuentro, mediante un jonrón de su mismísimo primer bate, el estelar Bernie Williams.

Por un momento, afloraron las imágenes del partido anterior entre los dos equipos. Pero el abridor cubano, Osmany Romero, se recompuso y maniató a los puertorriqueños hasta su partida tras la cuarta entrada.

Romero (2-0), a la postre el ganador, permitió tres hits —uno de ellos el jonrón de Williams—, regaló dos boletos y abanicó a cuatro. En lo que va de Clásico, Romero ha lanzado para un efectivísimo 1.08 promedio de carreras limpias por cada nueve entradas.

El abridor boricua, Diky González (1-1), quien se llevaría la derrota, no estuvo tan efectivo como la primera vez frente a Cuba, aunque en esta ocasión tampoco lo ayudó la defensa. En la parte alta del cuarto episodio, los cubanos anotaron un racimo de tres que pondría el juego 4 x 1 y a la postre resultaría decisivo.

Tras sencillos consecutivos de Osmany Urrutia y de Yoandy Garlobo, el receptor Ariel Pestano adelantó a los corredores. El noveno bate Alexei Ramírez se ganó un boleto y el capitán del equipo, Paret, recibió un pelotazo que sirvió para que entrara la segunda carrera cubana. Vino entonces Yuliesky Gourriel con dos outs y las bases llenas y bateó un roletazo a la derecha del torpedero Alex Cintrón. Cintrón lo cogió, pero tiró mal a segunda y entraron dos más, las carreras 3 y 4.

A partir de esa entrada, los cubanos apenas pudieron hacer nada ante los relevistas puertorriqueños, que les colgaron cinco ceros seguidos, ponchando a cinco, no regalando boletos y permitiendo sólo dos sencillos.

A partir del cuarto, con ventaja de 4 x 1, Cuba ganó su juego a la defensiva.

Cada inning fue un verdadero suplicio del que los cubanos salieron ilesos gracias, en gran medida, a tres jugadas de doble play, en el sexto, el séptimo y el octavo episodio.

Fue en el séptimo cuando los boricuas pusieron el partido 4 x 3. Adiel Palma, quien había sacado, no sin apuros, el quinto y el sexto, abandonó el juego después de permitir un doble de José Valentín y un hit de Alex Cintrón. Gourriel permitió que se llenaran las bases en una jugada de fielder choice en la que fue expulsado el manager cubano, Higinio Vélez, por protestar.

El sustituto de Palma, Yunieski Maya, indujo a Williams a batear para doble play. Luego le dio un boleto a Iván Rodríguez y cedió un hit impulsor de Carlos Beltrán, pero Rodríguez fue puesto out en el plato tratando de anotar la del empate.

Fue Vicyohandry Odelín el encargado de contener a los boricuas en las dos últimas entradas del partido, y lo hizo con una tremenda confianza y seguridad en sus lanzamientos. Odelín terminó lanzando dos entradas, en las que permitió tan sólo dos hits y propinó dos ponches, uno de ellos a Iván Rodríguez para terminar el encuentro.

Al bate, el mejor cubano fue Alexei Ramírez, quien conectó de 3-2, recibió un boleto y anotó una carrera; y Frederich Cepeda, quien aunque se tomó dos ponches y bateó de 3-1, es el único jugador del conjunto que ha conectado de hit en cada uno de los partidos del clásico.

Por Puerto Rico descollaron Williams, José Valentín y Alex Cintrón, todos de 4-2.

Los boricuas amenazaron constantemente con empatar el partido, pero los pitchers cubanos ejecutaron sus lanzamientos en los momentos oportunos. El abridor Osmany Romero y el cerrador Vicyohandry Odelín fueron, sin duda, los mejores del partido.

En la semifinal Cuba deberá enfrentarse a la selección de República Dominicana, contra la que ya perdió, 7 x 3, un partido luchado hasta el final. Para enfrentar a los dominicanos, el manager cubano, Higinio Vélez, podrá volver a contar con los lanzadores Yadel Martí y Pedro Luis Lazo, exitosos en el partido ante Venezuela.