Actualizado: 18/04/2024 23:36
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Béisbol: Clásico Mundial

Castro recibe a los peloteros como 'héroes'

La selección cubana recorrió calles de la capital a bordo de jeeps del Ejército, y fue saludada por la multitud.

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Fidel Castro encabezó este martes el eufórico recibimiento de los peloteros cubanos, subcampeones del Clásico Mundial de Béisbol, quienes recorrieron las calles de La Habana en medio de ovaciones, informó la AFP.

El gobernante presidió el acto especial de bienvenida a la delegación en el coliseo de la Ciudad Deportiva, junto a altos funcionarios de su régimen y las máximas autoridades deportivas.

Castro, de 79 años, recibió del capitán del equipo, Eduardo Paret, la bandera de Cuba y del jardinero Yoandry Garlobo dos pelotas firmadas por todos los integrantes del team.

"Felicidades campeones de la dignidad", decía el diploma que Castro entregó al manager del equipo, Higino Vélez.

Uno a uno los jugadores fueron recibiendo del gobernante un bate pintado con los colores nacionales y la inscripción "Felicidades campeones", reconocimiento a su "hazaña revolucionaria", como califican las autoridades la participación de la selección cubana en el torneo organizado por las Grandes Ligas de Estados Unidos.

"Nuestro equipo fue aguerrido y corajudo hasta el final. La victoria más importante fue el regreso a la patria de todos los integrantes de la delegación a pesar de las ofertas, las presiones, los cartelitos", dijo el jefe de la delegación, Ángel Iglesias, vicepresidente del Instituto Cubano de Deportes (INDER).

Glorias del deporte cubano, miles de estudiantes, docentes, trabajadores sociales y jóvenes latinoamericanos que siguen cursos en Cuba, participaron en la actividad, a la que también acudió el embajador de Venezuela en Cuba, Adán Chávez —hermano del presidente venezolano, Hugo Chávez—.

La delegación llegó a las 17:00 (hora local) a bordo de un vuelo especial, y fue recibida en el Aeropuerto Internacional José Martí por el presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Ricardo Alarcón, miembros del Buró Político del gobernante Partido Comunista de Cuba (PCC, único), familiares y amigos.

Portando la bandera de Cuba, los lanzadores Yadel Martí y Pedro Luis Lazo y el jardinero Yoandry Garlobo encabezaron el grupo que, de uniforme blanco y rojo, bajó la escalerilla del avión en medio de aplausos y música salsa.

Tras encontrarse con sus familiares, los peloteros entonaron el himno nacional, posaron para las cámaras y partieron en caravana por las calles de La Habana, a bordo de jeeps del Ejército, en medio del bullicio de las sirenas de las patrullas.

Los medios cubanos, bajo control del gobierno, proclamaron el "triunfo del béisbol revolucionario" y criticaron a la prensa internacional que situó inicialmente a Cuba como uno de los más débiles del torneo.

El desempeño de la novena cubana se convirtió en la Isla en una cuestión de honor patrio, con connotaciones políticas dada la rivalidad ideológica con Estados Unidos, y del amateurismo que defiende Cuba, 25 veces campeón mundial y tres olímpico, frente al profesionalismo de las Grandes Ligas.

Fue una medalla de plata que "supo a oro", dijo este martes el diario oficialista Granma. Cuba perdió 10x6 ante Japón que se coronó campeón del torneo.

En el acto de recibimiento, Castro dijo que a Estados Unidos le "salió el tiro por la culata".

"No querían ni que fuéramos (al Clásico)", pero "el tiro una vez más, como todos los demás tiros le salieron por la culata", subrayó en un discurso de dos horas.

"Podemos decirle a ese poderosísimo imperio que ya se jugó el noveno inning, y tenemos unas cuantas carreras de ventaja y somos home club", agregó.

Cuba estuvo a punto de no asistir al Clásico debido a las leyes del embargo estadounidense contra la Isla, pero tras la decisión del gobierno de La Habana de entregar el dinero recaudado para las víctimas del huracán Katrina, y las protestas de dirigentes deportivos internacionales y de las Grandes Ligas, Washington cambió su determinación.