Actualizado: 27/03/2024 22:30
cubaencuentro.com cuba encuentro
| Deportes

Boxeo

El equipo cubano recupera en China la corona mundial de aficionados

Enviar Imprimir

AFP/ Mianyang, China. El equipo cubano reconquistó este domingo la corona del boxeo aficionado después que sus pugilistas ganaran cuatro medallas de oro en el Campeonato Mundial de Mianyang, China, contra tres del equipo de Rusia, hasta ahora el monarca.

La cuarta presea cubana, la que decidió la disputa con Rusia, llegó en la división de los superpesados (más de 91 kilos), cuando el antillano Odlanier Solís (campeón mundial en 2003 y olímpico en 2004 entre los pesados) derrotó al ruso Roman Romanchuk por puntos.

Cuando Solís y el gigante Romanchuk subieron al encordado, Cuba y Rusia ya se habían embolsado tres medallas de oro cada una en la jornada, pero el cubano impuso su mayor categoría en el combate de larga distancia y también mostró potencia en los intercambios.

Este domingo la jornada no comenzó bien para los cubanos, ya que el mosca Andry Lafita, favorito al oro, fue sorprendido por el surcoreano Lee Ok-Sung, un prolijo peleador que fue avanzando en la competición sin llamar mucho la atención, pero que en la final mostró gran eficacia.

La primera medalla dorada cubana llegó con el campeón olímpico de los gallos Guillermo Rigondeaux, quien apabulló al alemán Rustamhodza Rahimov por puntos, y Rusia capturó su primer oro entre los plumas, cuando Alexey Tischenko derrotó al búlgaro Alexey Shaydulin por abandono en el segundo asalto.

El cubano Yuriorkis Gamboa, campeón olímpico de la división, había caído ante Shaydulin en la semifinal a causa de un profundo corte, y por eso tuvo que conformarse con la medalla de bronce.

Entre los ligeros, el cubano Yordanis Ugas volvió a ofrecer una verdadera cátedra de pugilismo y se quedó con el oro al derrotar por puntos a Romal Amanov, de Azerbaiyán.

Ugas fue mencionado con insistencia como uno de los más técnicos boxeadores del torneo, aunque dejó dudas sobre su resistencia.

En la división de los 69 kilos (welters), el cubano Erislandi Lara Santoya mostró un boxeo eficiente para superar al bielorruso Magomed Nurudinov por puntos y quedarse con el oro.

Además de Tischenko, Rusia ganó medallas de oro con Matvey Korobov, en la división de los medianos, y Alexandre Alekseev, entre los pesos pesados.

En este contexto, el combate entre Solís y Romanchuk no solamente definía la presea dorada de los superpesados sino también la disputa por la corona de la clasificación general. Y Solís selló el triunfo antillano.

En el último Campeonato Mundial, disputado en 2003 en Bangkok, Tailandia, Rusia había sorprendido y le había arrebatado a Cuba la supremacía del pugilismo no profesional.

Uno de los estelares peleadores cubanos, el campeón olímpico minimosca Yan Bartelemy, había advertido antes del inicio del torneo en China que Cuba había traído un equipo como para conseguir "una medalla en cada categoría", aunque la predicción no funcionó del todo bien.

El propio Bartelemy quedó fuera de la disputa por las medallas al caer sorpresivamente en los cuartos de final.

En el medallero general, Cuba terminó con ocho preseas (cuatro de oro, una de plata y tres de bronce), y Rusia capturó cinco (tres de oro, una de plata y una de bronce). Kazajstán terminó tercero, también con cinco medallas (dos de oro y tres de bronce).