Actualizado: 18/04/2024 23:36
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Béisbol

El pitcheo más preciado de Contreras

Personaje de 2006: José Ariel Contreras, uno de los grandes lanzadores de la Gran Carpa, acuña su mejor actuación fuera de los diamantes.

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En la otra cara de la moneda, los jugadores en las Mayores disfrutan de mejores vacaciones, tanto cualitativa como cuantitativamente. "Es cierto, son 162 juegos, sin incluir los play-offs, pero desde el mes de noviembre hasta febrero estoy junto a mi familia, y puedo viajar a donde me plazca antes de reportarme al equipo para la próxima campaña", asumió.

"Le doy gracias a Dios por haber llegado a este país y recibir mi primer contrato profesional con los Yankees en diciembre de 2002 (por cuatro temporadas y 32 millones de dólares); siempre quise jugar para Nueva York", rememoró.

Entre la espada y la pared

Después que se enfundó en la franela de los Yankees, irrumpieron dos factores en su contra: la histórica presión de aficionados y periodistas en la Gran Manzana sobre cualquier jugador que viste el uniforme de rayas azules y el severo cambio del modo de vida.

Uno y otro colocaron a Contreras contra la pared. Es más, si el esperado canje de Contreras se dilató más de lo previsto fue por la oportuna intervención de su compatriota Orlando El Duque Hernández.

"Aunque en Cuba no compartimos tanto, aquí se ha convertido en mi gran amigo; él me ayudó muchísimo en los Yankees, al margen de su enorme éxito, siempre se ha mantenido bastante humilde y también es un excelente padre de familia", aseguró.

A través de El Duque Hernández, Contreras comprendió sin necesidad de un intérprete, lo que no alcanzó trasmitirle ningún miembro del poderoso cuerpo de dirección de los Yankees.

"Durante una rehabilitación en el complejo de Tampa, una día él se colocó detrás de mí mientras tiraba en el bullpen, y al terminar la sesión me dijo: 'fíjate, si tuviera eso que tú tienes en la bola, yo fuera el mejor lanzador de las Grandes Ligas... Tienes que confiar en tu capacidad, en lo que puedes hacer'; a partir de ese momento comenzó a mejorar mi trabajo", aceptó.

Al final, los Yankees perdieron la calma con el pitcher cubano y, en la mitad de la temporada de 2004, lo enviaron a los Medias Blancas de Chicago.

"Para triunfar en este país debes realizar una serie de ajustes; en el béisbol, dominar la zona de strike y la selección de lanzamientos; fuera del diamante existen otros problemas de adaptación, el idioma, una nueva cultura y hasta el comportamiento del clima. Hoy juegas bajo temperaturas de congelación y mañana lanzas sobre los 104 grados", precisó.