Actualizado: 23/04/2024 20:43
cubaencuentro.com cuba encuentro
| Internacional

Zimbabue

El estilo de los dictadores

Robert Mugabe culpa a Occidente de la tragedia económica y social de su país, que se cae a pedazos.

Enviar Imprimir

El país se cae a pedazos, la esperanza de vida de las mujeres es de 34 años y 37 la de los hombres, según datos de la Organización Mundial de la Salud. La inflación ha alcanzado el 2.200% y el 80% de la población está desempleada, pero el anciano Robert Mugabe, de 83 años, se presentará como candidato presidencial a las elecciones de 2008.

El pasado 30 de marzo, el Comité Central de la gobernante Unión Nacional Africana de Zimbabue (ZANU, en inglés) confirmó a Mugabe como su candidato para las elecciones presidenciales. La candidatura fue aprobada antes por el Politburó de la ZANU y los analistas políticos consideraban una certeza el respaldo del Comité Central.

Mugabe, que gobierna Zimbabue desde la independencia del país del Reino Unido, en 1980, dijo que se presentaría como candidato a las elecciones del año que viene sólo si la ZANU se lo pedía. El clásico ritual de los dictadores vitalicios, que se "sacrifican" por la patria y el partido.

El anciano jefe de Estado, blanco de las críticas de la oposición zimbabuense y de la comunidad internacional por la falta de democracia y las violaciones de los derechos humanos en su país, enfrenta una creciente oposición desde algunos sectores de su propio partido, que también quieren su "turno" en el poder.

En el mensaje de apertura de la reunión del Comité Central de la ZANU y consciente de los vientos de cambio que soplan dentro de la agrupación, Mugabe pidió reforzar la unidad partidaria y que los 245 dirigentes políticos allí reunidos se mantengan vigilantes "ante las maquinaciones de Occidente".

Tiranía y racismo

Mugabe culpa al "sabotaje occidental" de los males que aquejan su país y afirma que "Occidente se está vengando con sanciones" por la reforma agraria que él inició a principios de 2000, mediante la cual se expropiaron sin compensación económica las granjas de los zimbabuenses blancos para distribuirlas entre los negros.

Las medidas siguieron a las elecciones parlamentarias de 1999, en las que por primera vez desde la independencia de Zimbabue, la oposición logró ocupar escaños en la Asamblea Nacional, apoyada por la comunidad agrícola blanca zimbabuense.

Muchas de las haciendas fueron repartidas entre los familiares de Mugabe y los directivos de la ZANU, y quedaron improductivas o convertidas en residencias de fin de semana. Otras fueron entregadas a campesinos sin experiencia ni recursos y dedicadas a una agricultura de supervivencia, en lugar de a las antiguas cosechas comerciales —café, tabaco y cereales—, lo cual ha destruido la otrora floreciente economía de Zimbabue, conocido antiguamente como "el granero de África".

Entretanto, los zimbabuenses han decidido, como en otros países conocidos, votar con los pies (en algunos casos lo han hecho con las balsas). Los cálculos apuntan que cerca de cuatro millones de personas emigraron hacia los países vecinos. El gobierno de Sudáfrica reconoce que ha recibido cerca de dos millones de personas. Otros huyeron hacia Mozambique o Bostwana.

A la candidatura del actual gobernante respondió desde Johannesburgo el líder de la oposición de Zimbabue, Morgan Tsvangirai, quien afirmó que la única solución para que el país salga de la crisis es que haya unas elecciones libres para terminar con la "tiranía" de Mugabe.


« Anterior12Siguiente »