El que imita…
En Estados Unidos, Florida cuenta con un emulo o imitador del expresidente Donald Trump en la persona del gobernador Ron DeSantis
Trump tiene de cierta forma razón: Biden no le ganó, el perdió frente al SARS-CoV-2. Perdió frente al virus, por no hacerle caso a la ciencia y los científicos, peor aún por oponerse a ellos, por negar la existencia y magnitud de la pandemia, por ignorar sus fatales efectos, por supuesta y erróneamente poner la economía por delante y las consecuencias de ello es que a pesar de lo serios intentos de India y Brasil por ocupar el primer lugar por el número de personas afectadas, y de muertes, Estados Unidos sigue a la cabeza de la fatídica lista, a pesar de que tenemos la vacuna, para la cual —hay que agradecérselo— la administración anterior desempeñó un importante papel impulsor; esa batalla perdida contra la ciencia ha dejado sus secuelas, entre otros factores, en el elevadísimo porcentaje de personas que se niegan a vacunarse.
Tenemos en Florida un emulo o imitador del expresidente en la persona del gobernador Ron DeSantis. No es una imitación perfecta, no sería fácil, pero su desavenencias con el CDC, con los datos, con las opiniones de los médicos y epidemiólogos, con la situación que ya se está produciendo en los hospitales, lo asemejan con mucho y desgraciadamente a, digamos, su sosias, aunque no use con frecuencia la gorrita roja, ni ande con el saco desabotonado, ni adopte posturas ‘musolinescas’, incluso se diferencia bastante por las actitudes empáticas que adoptó frente a la tragedia de Surfside, de su modelo no hubiéramos podido esperar semejante cosa.
En los momentos en que la variante Delta del virus está haciendo estragos nacionalmente especialmente entre los no vacunados, más agresiva, contagiosa y con peores consecuencias, él se mantiene en sus treces de desaprobar el uso obligatorio de las mascarillas[1], dando el mismo el ejemplo negativo, su obstinación en prohibir lo que se ha dado en llamar ‘pasaporte de vacunación’ enfrentándose así a una lógica y sensata política de las compañías de cruceros, que por cierto son un sector importantísimo de la economía floridana.
Los números, que no engañan ni saben de posiciones ideológicas, nos dicen cual es la situación actual de Florida, que se encuentre en el tercer lugar nacionalmente por el número de casos[2]:
Pero esos datos se presentan de forma más dramática cuando establecemos la comparación entre el número de casos y la población[3]:
Como se puede apreciar en la gráfica Florida ocupa el primer lugar por la cantidad de casos en relación con su población, siendo la media nacional de 106.47. ¿No serían estas cifras suficientes para que cualquier funcionario público tomara una actitud más adecuada con la situación que reflejan? En el caso del gobernador de Florida al parecer priman más sus posiciones políticas, su ideología, que los hechos, que la realidad a la que debería atenerse.
El condado de Miami-Dade es el más perjudicado por las políticas de DeSantis. No sólo ocupa el primer lugar en Florida por el número de casos (549.405[4]) sino también por las muertes que suman 6.472 lo cual representa 205,3 casos por cada mil habitantes y 2,4 muertes por cada mil poniéndose así en el primer lugar para esos indicadores en todo el estado y por encima de la media nacional que en cuanto a los casos es de 106,47, como ya mencionamos, y en los de muerte es de 1,87 por cada mil habitantes.
Como dice el refrán “el que imita fracasa” y ello será inexorable cuando se imita una actitud que se hizo añico en las urnas y afectó la vida nacional; no considero que a DeSantis le deparen sus acciones en Florida un destino distinto al que mereció Trump.
[1]https://www.msn.com/en-us/news/us/desantis-says-hell-sign-order-allowing-parents-to-ignore-florida-school-mask-mandates/ar-AAMKWwC?li=BBnb7Kz
[2] Datos tomados el 29 de julio de 2021 de COVID-19 Dashboard by the Center for Systems Science and Engineering (CSSE) at Johns Hopkins University (JHU) https://www.arcgis.com/
[3] Datos de población tomados de: https://data.census.gov/
[4] Todos los datos corresponden a las fuentes y fechas señaladas.
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