cubaencuentro.com cuba encuentro
| Internacional

Nicaragua

El triunfo de Bolaños

Crisis institucional, trampas de la oposición y elecciones en nueve meses: ¿Está cerrado el conflicto?

Enviar Imprimir

Sin duda, el gran perdedor ha resultado ser Alemán, quien permanecerá sin derecho a amnistía y bajo arresto domiciliario. Recordemos que su descarada malversación de 100 millones de pesos de los fondos públicos durante su presidencia, es lo que más ha marcado los problemas personales que lo asedian. Una vez comenzado su mandato, Bolaños —que fue vicepresidente de Alemán— dejó pasmados a los liberales al lanzar una campaña contra la corrupción que afectó en primer lugar a su anterior jefe.

En cuanto al pacto, los sandinistas ganaron rápidamente la delantera y la han mantenido, hasta el punto que Ortega no tuvo en cuenta a los liberales en sus deliberaciones con Bolaños. Pero esto no dice mucho; hay que tener cuidado con el traicionero camino de la política nicaragüense. Ortega y Alemán aún pueden unirse otra vez.

Estados Unidos también jugó un papel importante en la distensión de la crisis que sobrevenía. A principios de octubre, el subsecretario de Estado Robert Zoellick visitó Nicaragua y no tuvo pelos en la lengua al calificar de vandálicas las actividades contra Bolaños. Caputo calificó la visita de Zoellick de "severo mensaje público (…) con acciones detrás del telón que facilitaron enormemente" su mediación.

El poder del voto

La crisis está muy lejos de haber terminado. En noviembre de este año, Nicaragua celebrará sus próximas elecciones presidenciales. La OEA, el gobierno de Bush y el pueblo nicaragüense demandarán conjuntamente unos comicios libres y justos. Todos los candidatos —incluidos los disidentes Herty Lewites (sandinista) y Eduardo Montealegre (liberal)— deben tener derecho a participar. Encuestas recientes indican que Ortega ocupa el tercer puesto, mientras Lewites y Montealegre batallan por el primero.

Quienquiera que gane las elecciones en una lucha justa, debe ser aceptado por el resto. Al mismo tiempo, todos los que están comprometidos por lograr la democracia en Nicaragua deben luchar porque se realicen unas elecciones verdaderamente libres.

La OEA tiene su Carta Democrática Interamericana, invocada por Bolaños y hábilmente aplicada por Insulza. La severa actuación de Zoellick en el país para mejorar la situación, deberá ser la postura que tome Washington, así como también lo que el embajador norteamericano en la OEA, John Maisto, ha denominado "un apoyo multilateral relevante".

Por último, los nicaragüenses no deben olvidar bajo ningún concepto la responsabilidad que poseen ante su país. Los políticos tienen que entender que los turbulentos tiempos pasados han quedado atrás. Los ciudadanos deben ganar otra vez el poder de su voto, expresado tan elocuentemente en la elección de Violeta Chamorro. Si las trampas electorales se imponen, los protagonistas internacionales deben estar preparados para imponer las sanciones adecuadas.

Incluso un día parcialmente nublado será una muy buena noticia para la democracia en Nicaragua.


« Anterior12Siguiente »