Actualizado: 25/04/2024 19:17
cubaencuentro.com cuba encuentro
| Internacional

Cumbre de la FAO

Fracaso y show político

La reunión no aportó soluciones a la crisis alimentaria, pero sí espectáculo antiimperialista a cargo de La Habana y Teherán.

Comentarios Enviar Imprimir

La Cumbre de la FAO, celebrada recientemente en Roma para afrontar el alto precio de los alimentos, terminó en un fracaso: dejó a más de 850 millones de personas hambrientas sin esperanzas a corto plazo. Mientras, las delegaciones de Cuba e Irán aprovecharon la tribuna de la capital italiana para lanzar diatribas y ataques contra "los imperialistas norteamericanos".

La cita se inició con algunas consideraciones y propuestas serias. El director general de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), Jaques Diouf, fue el primero en advertir que la crisis alimentaria va más allá de la dimensión humanitaria tradicional y afecta a todos los países, incluidos los desarrollados.

Por ello, exigió superar "los intereses a corto plazo", a la hora de abordar los desafíos del cambio climático, la bioenergía y los altos precios agrícolas. Diouf indicó que el camino para salir de la crisis es invertir 30.000 millones de dólares anuales en agricultura, una solución en la que coincidió el secretario general de la ONU, Ban ki Moon, al recordar que "el mundo necesita producir más comida".

"La producción necesita crecer en un 50% para el año 2030, con el objetivo de copar la actual demanda", aseguró Ban, que recordó que en el mundo existen 850 millones de personas hambrientas, cifra que puede crecer en cien millones en los próximos años, según datos del Banco Mundial.

A la necesidad de invertir en la producción agrícola se sumó el presidente francés, Nicolas Sarkozy, para quien es necesario potenciar la agricultura local en los países en desarrollo. Sin embargo, no todos se mostraron de acuerdo en que la producción agrícola sea el problema.

La presidenta de Argentina, Cristina Férnandez, dijo que la causa de la crisis es más bien de distribución, debido al oligopolio en el sector y el proteccionismo agrícola de los países ricos. Unas afirmaciones con las que coincidió el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, quien dijo que "la actual crisis mundial de alimentos es, antes que nada, una crisis de distribución" y de proteccionismo.

"Muchos de los que responsabilizan al etanol de los altos precios de los alimentos son los mismos que hace décadas mantienen políticas proteccionistas, en perjuicio de los agricultores de los países más pobres y de los consumidores de todo el mundo", dijo Lula.

Precisamente el etanol y el resto de los biocombustibles son una de las causas que algunos consideran clave en el alza de los precios de los alimentos. Entre ellos estuvo el vicepresidente de Cuba, José Ramón Machado Ventura, que repitió el discurso-tipo de Fidel Castro sobre este tema: el "funesto consumismo" ha llevado a "la siniestra estrategia de convertir granos y cereales en combustibles".

Excentricismo y escaso consenso

Las propuestas fueron variadas. Así, el presidente de Irán, Mahmud Ahmedineyad, ofreció como solución para superar la crisis el acceso al poder de dirigentes "puros y monoteístas". No es difícil imaginar las contención de la audiencia para no responder con una carcajada.

Eric Joszef, del diario francés Liberación y especialista en el tema, opina que la declaración final "está muy lejos de la urgencia alimentaria", y cita al ministro de Asuntos Exteriores de Italia, Franco Frattini, que consideró "decepcionantes" los resultados de la Cumbre.

Por cierto, de forma sorpresiva apareció en Roma el presidente de Zimbabue, Robert Mugabe. El ministro australiano de Asuntos Exteriores, Stephen Smith, dijo que la presencia del dirigente africano era "obscena, porque esta persona ha permitido que su propio pueblo muera de hambre".

La declaración final, consensuada por todos, se saldó con compromisos mínimos: "Luchar por todos los medios para erradicar el hambre", "buscar un comercio más justo". El objetivo: reducir a la mitad el número de hambrientos.

Mientras casi todos los diarios importantes del mundo reflejaban el fracaso en sus titulares, el oficialista Granma informaba: "la Cumbre sobre Seguridad Alimentaria, los efectos del Cambio Climático y la Bioenergía, concluyó con el compromiso de jefes de Estado y Gobierno y ministros y otros representantes, de asumir la tarea urgente de garantizar los alimentos y erradicar el hambre, como política nacional permanente".

En realidad, en el documento final los líderes del mundo se comprometen, como ya han hecho en anteriores ocasiones, "a eliminar el hambre del mundo" y "no utilizar los alimentos como un instrumento de presión política y económica". Además, "reiteran" que es "inaceptable que 850 millones personas sigan subnutridas" en el mundo y "reafirman el objetivo de conseguir la seguridad alimentaria a través de un esfuerzo constante para erradicar el hambre".

Pese a tales promesas, varios gobiernos latinoamericanos objetaron o criticaron la declaración final y más de doscientas organizaciones no gubernamentales y movimientos sociales consideraron que la cumbre fue un "fracaso". El gobierno de Argentina objetó el texto porque "considera que cuando se parte de diagnósticos equivocados no pueden surgir remedios apropiados, lo que sucede con esta declaración".

Muchas palabras huecas y reiteradas, sin un compromiso firme para ayudar efectivamente a que los países del Tercer Mundo, o afectados por hambrunas, como Etiopía, puedan recuperar la producción agrícola.

Como dato positivo, pero evidentemente insuficiente, al final de la cumbre, el director general de la FAO, Jacques Diouf, anunció donaciones de varios países por un total de 8.500 millones de dólares para la lucha contra el hambre en el mundo. Estados Unidos prometió donar 1.500 millones. El gobierno de Hugo Chávez, tan generoso cuando se trata de obtener objetivos políticos en determinados países, ofreció 100 millones.

¿Tribuna antiimperialista?

Como era previsible, las delegaciones de Cuba e Irán utilizaron la Cumbre para lanzar ataques contra el gobierno de Estados Unidos y, en el caso de Teherán, también contra Israel.

El pasado 5 de junio, agencias internacionales de prensa informaron que La Habana acusó a Estados Unidos de ser el "único país que se opone al derecho a la alimentación" y lo culpó de ser el "principal responsable" de la frustración de las expectativas que la comunidad internacional puso en la cumbre alimentaria de la FAO, clausurada ese día en Roma.

Según el escritor y ensayista Carlos Alberto Montaner, "es curioso que el gobierno cubano participe como ponente en un foro dedicado a la seguridad alimentaria. Está bien que Machado Ventura acuda, pero como oyente, como aprendiz, y no a dar lecciones, porque entre las peores consecuencias del régimen está la destrucción de la producción agrícola y la ganadería".

Hasta ahora, agregó Montaner, "el único aporte extraordinario" del régimen de La Habana a la seguridad alimentaria "ha sido de carácter penal: siete años de cárcel al que mate una vaca para alimentarse y hasta dos al que le ocupen una langosta en la nevera".

Por su parte, el presidente de Irán, Ahmadinejad, aprovechó la cumbre como tribuna para denunciar que Estados Unidos sigue pensando en atacar Irán, "pero no lo logrará". El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, "sigue pensando en un ataque militar contra Irán y ha encontrado varias excusas para hacerlo, pero no lo ha logrado y no lo logrará", aseveró.

En lo que se refiere a Israel, el presidente iraní fue categórico: el Estado de Israel "pronto se desintegrará", ya que ha llegado el momento "de abrir la caja negra de ese régimen que hace sufrir a miles de palestinos".

Generalmente, algunas cumbres son utilizadas con fines políticos, pero la de la crisis alimentaria, con más de 850 millones de personas hambrientas, merecía la participación de líderes más serios y con propuestas constructivas.


Los comentarios son responsabilidad de quienes los envían. Con el fin de garantizar la calidad de los debates, Cubaencuentro se reserva el derecho a rechazar o eliminar la publicación de comentarios:

  • Que contengan llamados a la violencia.
  • Difamatorios, irrespetuosos, insultantes u obscenos.
  • Referentes a la vida privada de las personas.
  • Discriminatorios hacia cualquier creencia religiosa, raza u orientación sexual.
  • Excesivamente largos.
  • Ajenos al tema de discusión.
  • Que impliquen un intento de suplantación de identidad.
  • Que contengan material escrito por terceros sin el consentimiento de éstos.
  • Que contengan publicidad.

Cubaencuentro no puede mantener correspondencia sobre comentarios rechazados o eliminados debido a lo limitado de su personal.

Los comentarios de usuarios que validen su cuenta de Disqus o que usen una cuenta de Facebook, Twitter o Google para autenticarse, no serán pre-moderados.

Aquí (https://help.disqus.com/customer/portal/articles/960202-verifying-your-disqus-account) puede ver instrucciones para validar su cuenta de Disqus y aquí (https://disqus.com/forgot/) puede recuperar su cuenta de un registro anterior.

El director general de la FAOFoto

El director general de la FAO, Jacques Diouf, durante la Cumbre Mundial sobre Seguridad Alimentaria celebrada en Roma. (AP)

Una solución difícil

Reporte de CNN en Español.

Últimos videos