Kim el incendiario
La prueba nuclear y los errores de cálculo del presidente norcoreano.
El representante norcoreano añadió que la vuelta de Corea del Norte al diálogo multipartito sobre sus programas nucleares dependerá también de la actitud de Estados Unidos. "Lo que necesitamos es la seguridad de Corea del Norte, incluidas garantías (de supervivencia) para nuestro régimen", explicó.
Por su parte, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, advirtió a Corea del Norte que deberá hacer frente a "duras repercusiones", e insistió en que no contempla la vía militar para afrontar el desafío norcoreano.
Analistas de asuntos internacionales opinan que la posición de Pyongyang refleja que insiste en sus errores de cálculo, lo que puede conducir a un enfrentamiento militar de imprevisibles consecuencias. Si existe ya una mesa de conversaciones, en la cual se encuentra Estados Unidos, no se justifica un diálogo bilateral y que el tono de esta declaración sea tan amenazante.
No se debe olvidar que el pasado 5 de julio, en esta escalada de acciones provocadoras, el régimen norcoreano lanzó siete misiles sobre Japón. Uno de los artefactos, del tipo Taepodong-2, tiene el radio de acción suficiente como para cruzar todo el Océano Pacífico y caer en puntos de la costa oeste de Estados Unidos. Se desconoce si Pyongyang tiene el dominio de la tecnología para colocar cargas nucleares en este modelo de misiles, pero es evidente que representan una amenaza directa para la administración norteamericana. Como planteó un editorial del diario español El País, las armas nucleares se encuentran en manos de un régimen "temerario e incontrolado".
La prueba nuclear norcoreana se produjo en un momento bien escogido, cuando casi se da por seguro de que el próximo secretario general de la ONU será el ex ministro de Asuntos Exteriores de Corea del Sur, Ban Ki-moon, ya aprobado por el Consejo de Seguridad. Es el pretexto ideal para que el régimen de Pyongyang trate de convencer a otros países del Tercer Mundo para que no aprueben este nombramiento en la Asamblea General de la ONU, debido a que sería un actor muy parcializado en medio de un grave conflicto.
Suma cautela
En lo que se refiere a Cuba, la reacción fue de suma cautela. La prueba nuclear no fue condenada y la noticia se publicó en primera página del oficialista Granma con el sugestivo título de "Información Oficial".
La nota del diario cubano es un caso raro de cierta objetividad y, en particular, destaca el rechazo de China al ensayo nuclear, matizado con un llamado al diálogo.
El párrafo final de la información oficial es significativo: "Es de esperar que los próximos días sean de elevada tensión en los medios políticos y diplomáticos internacionales, cuando se comience a discutir en el Consejo de Seguridad de la ONU un régimen de fuertes sanciones internacionales contra la República Popular Democrática de Corea como consecuencia de la prueba nuclear".
En la lógica del gobierno cubano, si estas "fuertes sanciones" son patrocinadas por Estados Unidos, habrá que defender al régimen aliado de Corea del Norte, que no en balde estuvo representado en la última Cumbre de los No Alineados realizada en La Habana.
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